Noche reversible con Love of Lesbian en el Movistar Arena
Primavera de 2019, se apagan las luces de golpe, unos segundos de silencio (expectante) y de golpe la voz de Santi Balmes inunda el lugar. Un teatro, una cercanía para la que no estaba preparada, mis lágrimas caen a borbotones. Me abrazo con mi padre. Una crónica que nunca llegó a existir, en ese momento no sabía ni que llegaría a escribir crónicas en ningún sitio. Un antes y un después, un concierto que me enseñó a ser lo que soy. Dos horas de puro llanto, días de resaca emocional queriendo repetir en bucle lo que en su momento definí como inmejorable, mágico.
Invierno de 2025, se apagan las voces de golpe pero hay bastante ruido de ambiente. La voz de Santi Balmes, con dos discos más en el repertorio, rompe con las ganas. Mis lágrimas caen a borbotones. Me acuerdo de mi padre y le grabo un par de vídeos.

Fila 9, asiento dos. Grada
He visto a esta banda tantas veces, desde tantos puntos de vista distintos. Con tantas personas distintas. Esta vez estoy a unos metros por encima de la pista, se siente raro, me siento ajena a todo el mogollón. Como si ellos actuasen como un conjunto. «Cada vez que anunciamos un Movistar Arena nos preguntamos: ¿volverán?«. Pregunta el cantante. Le responden gritos y la banda sonríe. Arrancan con un par de canciones del nuevo disco «Ejército de la Salvación». Como con una pareja con las que llevas muchos años y piensas «se aburrirá de mi», el grupo está casado con Madrid. No hay nada que una más la pasión que el amor que el público gato le tiene a estos gatos. Se siente como una reunión de amigos, gente que parece haberse conocido ese mismo día en la cola se abraza fuerte.
Es raro, es la primera vez que veo a mi banda favorita sola. Me invaden los recuerdos, las caras. Escenas se recrean y el nudo en el estomago crece. Día 1 de noviembre, el Día de Todos los Santos, un día para recordar a los que no están. Ya sea por cuestiones naturales, o los que siguen vivos pero se fueron igual prematuramente. Día de la nostalgia. Canciones que adquieren un significado, una setlist diferente. ‘Un día en el parque‘ versión acústica, solo Julián y Santi, al final del pasillo. Pienso en el abismo del tiempo, en cómo era antes de empezar este viaje. Pienso en la inocencia, pienso en encapsular cada momento como si fuese el último, porque en realidad es el último.

Bienvenidos a la Hermandad
Serrat, Rigoberta Bandini, amigos de antes que aparecen casi telemáticamente. Un homenaje a las palabras con el ‘Poeta Halley‘ que tanto llevaba sin sonar en directo. Travis Birds y Dani Martín, amigos de ahora. Cantan ‘¿Qué vas a saber?‘ y la ‘Hermandad‘ respectivamente. Un homenaje a la lealtad. «Se habla mucho del amor romántico, pero muy poco de la amistad« confiesan. Love of Lesbian ha sabido hacerle un hueco en ese inmenso repertorio a las redes de apoyo, a los colegas que no se van. Aplausos y un par de horas de concierto interrumpidas. Dos bises y una intimidad extraña dada la sala, se dirigen a ti, aluden a tus problemas y te rodean con sus melodías. Viajes en el tiempo que dejan entrever diferentes estados de ánimo. ‘Toros en la Wii‘ y ‘1999‘, una dualidad que duele.
De estar sentada en el salón de mi casa admirando la televisión como si fuese un caramelo a estar de pie en ese mismo espacio donde en su día se grabó «El gran truco final», coreando todos esos temas, desgallitándome. Viviendo el sueño que un día tuve, es complicado pensar que no me parece suficiente. Presión, frustración y una constante superación con uno mismo. Historia del indie de este país. Una esencia difícil de explicar, una conversación constante con la María de hace seis años, seguro que no se lo creería.
Un cable atraviesa los laterales de la sala y dos muñecos empiezan a moverse por encima, con una pequeña bicicleta. Espera, eso no pasaba aquí. 2019, descubro en directo la canción que en 2025 cerrará el bolo en Madrid. ‘Oniria e insomnia‘ nos aleja de los común, la música se apaga mientras Santi mira a todos lados, contento, a gusto. Empezaron despidiéndose, contando los días para el siguiente reencuentro inesperado en noche azul. Cuando me gire entre la gente siempre seréis vosotros, empieza a hacer frío y defino este concierto como mágico, inmejorable.
Querida yo, dentro de seis años, solo espero que sigas cumpliendo un sueño.

Fotos de @sallychinaski



