Cala Vento arranca sus 12 conciertos en 12 días
La influencia de Cala Vento y todo lo que están consiguiendo es de una relevancia indiscutible. Cinco álbumes, decenas y decenas de ciudades con conciertos a rebosar, salas, festivales… Hito tras hito, triunfo tras triunfo y diez años en los que han vivido lo que significa convertirse en una auténtica banda de rock. En octubre de 2014, Aleix Turon y Joan Delgado empezaron a quedar en un local por horas en el Carrer Encarnació de Barcelona. Diez años después, Cala Vento se ha convertido en una gran banda de rock sin paliativos. Poco a poco, sin prisa pero sin pausa, han construido un proyecto sólido con una personalidad muy marcada. Además, en 2019 lanzan Montgrí, «un sello discográfico que surge de la vocación DIY de dos músicos y que se expande con la intención de huir de lo establecido y dar otra salida a propuestas que pongan el arte y la persona en el centro».
Cala Vento se han embarcado en el viaje emocional y físico que supone hacer 12 conciertos en 12 días en diez ciudades diferentes (sí, en Barcelona y Madrid siempre hay que hacer doblete). Cada concierto es único, con algunos cambios sutiles en el setlist para que puedas ir a varios (o a los dos de la misma ciudad). La segunda parada fue Valencia, en la sala Moon, donde ya estuvieron en noviembre de 2023, que en realidad no es hace tanto tiempo, así como en 2017, en el que telonearon a Los Planetas.
Algunas canciones se han ido, otras han vuelto y muchas se mantienen porque no podríamos concebir un concierto de Cala Vento sin ellas. ‘Historias de bufanda‘ e ‘Insurrección‘ fueron las encargadas de abrir un bolo en el que el público estaba más que eufórico. Los pogos continuaban sin parar, como con ‘La comunidad‘ o ‘Gente como tú‘. También hubo espacio para la nostalgia con ‘Solo ante el peligro‘, ‘Fin de ciclo‘, ‘Isla Desierta‘, que, en palabras de Aleix, antes era una canción de amor y ahora es una canción de amor hacia el público. Es cierto que los seguidores de Cala Vento son de los más fieles, pero también porque Aleix y Joan ponen muy fácil que les podamos tener cariño. El mimo que ellos ponen a todo lo que crean es el mismo con el que tratan a su público, quien no duda en devolvérselo con creces.
Llegó ‘Teletecho‘, ‘Equilibrio‘, ‘Ferrari‘, ‘No hay manera‘ (la favorita de Joan de «Casa Linda», que sirvió como otro motivo más para brindar) y ‘Casa Linda‘, algunas de las canciones de su disco que continuaron en este nuevo setlist. En esta última, Joan se fue al fondo de la sala a cantar desde el público, con todo el mundo rodeándole, en un momento de auténtica comunidad. Del último disco, «Brindis», la razón principal de montar todo esto, también pudimos escuchar ‘Pau‘, ‘Lento‘ y ‘Blueprint‘, en la que Aleix no dudó en recalcar que lo importante no es lo que venden, sino lo que compramos («Qué más da lo que vendan / Es lo que compras / Y no vivir manchado«).
Cerraron un concierto de algo más de hora y media con la única e inigualable ‘Abril‘. El público, con una mezcla de entusiasmo, histeria, tristeza y euforia, acogió a Cala Vento en Valencia una vez más. La gente iba y venía, se movía por la pista, gritaba, cantaba, lloraba con sus amigos, pero, sobre todo, disfrutaba de un grupo que ha demostrado que las cosas de pueden hacer de otra forma, y se pueden hacer bien. Muy bien.
Tossuderia d'argelaga. Hablo de música y fotografío conciertos.