El tsunami musical de La Maravillosa Orquesta del Alcohol inunda la presentación de Ninguna Ola

/ marzo 18, 2021/ Crónicas

Los burgaleses consiguieron vender todas las entradas de La Riviera durante cuatro días seguidos donde se ofrecieron 8 conciertos

Con el panorama musical casi drenado, a penas algunos conciertos parte de ciclos musicales están permitiendo que el sector cultural y musical de nuestro país no se hunda y pueda seguir flotando. Aunque con la llegada de la vacuna parezca verse cierta calma chica en el horizonte, pocas son las bandas que se están permitiendo poder subirse a los escenarios. Tras publicar este pasado 2020 su último trabajo, La Maravillosa Orquesta del Alcohol no quiso dejar a ni un fan sin la posibilidad de disfrutar de la presentación de ‘Ninguna Ola’, por ello, los burgaleses se tiraron a la piscina ofreciendo algo nunca visto: 4 días de conciertos seguidos con doble pase en cada uno de ellos. Ni más ni menos que 8 conciertos en un sólo fin de semana, todo un hito del que Nuevas Frecuencias pudo formar parte en uno de los últimos de los directos que la banda ofreció este pasado fin de semana.

Sin perder ni un ápice de frescura o emoción, los siete miembros de la banda se empaparon de los nervios que flotaban en la sala de La Riviera. Y es que ese sentimiento de felicidad que se vivía en la sala, se trasladaba en todas y cada una de las canciones de un repertorio que La M.O.D.A pudo ir probando durante todo el fin de semana. Tras haber logrado el hito de hacer un sold out en el Wizink Center, sólo al alcance de muy pocos, el escenario de la Riviera hacía algo más íntimo un concierto, que por muchas veces que se repitiera, se convirtió en algo irrepetible. Tras que Tom Petty con su profundo ‘I Won’t Back Down‘ dejara mudo a los presentes a modo de preludio, ‘Nubes Negras‘ no faltó como motor de arranque para las gargantas de banda y público. Como marcan los cánones, la primera canción del nuevo disco abrió el concierto. ‘93 Compases‘ sirvió como prueba de fuego para demostrar que los temas del último trabajo ya han ido calando. Así lo certificó ‘La Vuelta‘, un primer single en el que el saxo de Alvar de Pablo sonó tan profundo como la fosa de las Marianas, certificando el gran trabajo que Raül Refree realizó en la producción del disco.

Como era de esperar, no pudieron faltar a la fiesta canciones, ya casi himnos, de los anteriores discos de La Maravillosa Orquesta del Alcohol. ‘Una Canción para No Decir Te Quiero‘ hizo brotar unas lágrimas que se colaban entre las mascarillas de un público enfervorecido, una emoción que se sentía a cada golpe de la batería de Caleb y a cada grito desgarrado de David Ruiz como si de los ‘Mil Demonios‘ que salieron de él se trasladaran a la garganta de cada uno de los miles de fans que abarrotaron la sala cuatro días seguidos. Parte del milagro de reunir a tanta gente y no perder ni un milímetro de genialidad es que La M.O.D.A. siempre ha tenido claro qué es y qué ha sido. «Nosotros tenemos muy claro a lo que queremos y no queremos sonar» nos decía el guitarrista Nacho Mur en la entrevista que nos concedieron a Nuevas Frecuencias con motivo de la salida del disco. Es por ello que no tienen miedo a pasar de los más clásicos como ‘Los Hijos de Johnny Cash‘ al single ‘Conduciendo y Llorando‘ que pese a la controversia generada en su lanzamiento, ya empieza a ser aceptada dentro del setlist.

Alvar de Pablo, quien no dejó de saltar y gritar en todo el concierto, demostró tener pulmones de acero al tomar el clarinete para ‘Un Bombo, una Caja‘ una canción redonda en lo musical que, pese al desconcertante mensaje de su letra, brilla en su estribillo y ese sonido a rabia que trae ese «Era de la primavera» hilada a la perfección, valga la redundancia, con ‘PRMVR‘ y sus preciosos versos en español y euskera. Las puertas se abrieron para que esa rabia a la que aludíamos se transformara en otro de los temas más potentes de La Maravillosa Orquesta del Alcohol, ‘Catedrales‘, creando una preciosa sinergia con el desasosiego y esperanza que se generó con el himno ‘Hay un Fuego‘ que pese a los años, sigue haciendo que sea incapaz de contener las lágrimas.

Con ya una década de música a sus espaldas, podemos considerar a La Maravillosa Orquesta Del Alcohol como todos unos veteranos con cuatro discos de estudio, tres de directo e incluso varios EPs y miscelánea que han podido crear durante toda su carrera. Sin duda como uno de los grupos encargados de llevar el rock español como bandera, ‘La Vieja Banda‘ sonó como un reflejo de lo que ellos son para su público. Con dos de sus temas más celebrados de sus anteriores trabajos, ‘Vasos Vacíos‘ y ‘La Inmensidad‘, prepararon un terreno que pese a lo difícil que apuntaba ser, fue superado con matrícula de honor. ‘Barcos hundiéndose‘ creó un silencio atávico y conmocionador incomparable al sonido de hermandad y reunión que siempre provoca ‘Colectivo nostalgia‘ y ese sentimiento de ceremonialidad vigente en cada una de sus frases. Todo un acierto en su setlist y que sirvió para apostar por Refree a cargo de ‘Ninguna Ola’. 

Los burgaleses quisieron aprovechar este regreso a los escenarios más como entrenamiento que como partido oficial. El resto del concierto siguió la tónica de hit tras hit de los anteriores trabajos previo a seguir probando en próximas ocasiones los temas del nuevo disco, que de momento, parecen funcionar bien entre los fans acérrimos que abarrotaron La Riviera. Joselito, acordeón en mano, se arrancó en solitario para dar paso a ‘Los Lobos’, que con ganas de salir de cacería, se servirían de un banquete de aplausos y ovaciones que pasaron por ‘1932‘ y puso un bonito broche final con ‘Himno nacional‘. 

Pese a llevar 6 conciertos en tan solo tres días y tener que reservar fuerzas para dos nuevas tomas de contacto con un público hambriento, todavía quedaban balas en una recámara que parece no tener fin en el directo de La M.O.D.A. «Los que dejan los rebaños en los pastos«, si bien podría ser uno de los versos intensos escritos por David, no es más que la definición de ‘Nómadas‘, palabra a la que habría que añadir una nueva acepción con el nombre y apellido de los siete hombres de la banda, quienes pese a tener un formato bastante hermético, se siguen permitiendo «el lujo» de ir de aquí para allá sin perder su estilo. Como viene siendo habitual en todo concierto, la banda quiso agradecer a los presentes la confianza en la música en directo en un nuevo aplauso a la cultura segura antes de tocar ‘Gasoline‘ y dar un último acelerón que lleve directo a la canción más celebrada de la noche. No podía ser de otra manera y ‘Héroes del sábado‘ cerró una tarde que se sintió como un relámpago; fugaz, instantáneo, lleno de luz y de fuerza. Si La Maravillosa Orquesta del Alcohol fuera un relámpago, todos desearíamos vivir entre nubes negras y sin que salga la luna. Sin embargo y para nuestra suerte, La M.O.D.A demostraron durante cuatro día seguidos ser todo un tsunami musical lejos de secarse.

Puedes ver la galería completa del concierto pinchando AQUÍ.

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Wrestler con gafas. Director frustrado de documentales sobre grupos pequeños. Generación vacía.

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Tossuderia d'argelaga. Hablo de música y fotografío conciertos.

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