Alavedra: un concierto de muchas voces
Fiestorro divertido. Desear que toquen tus favoritas (esperar que no toquen las más nuevas que no están tan estudiadas). Niños Bravos. Pegadizo y original. ‘La Jota del Poliamor’. Salas. Energía y pogos. Punk. Sucio. Sudor y nervios por si llueve. Un viernes en Madrid cualquiera o un concierto de Alavedra.
Así se vivían las sensaciones previas al bolo que va poniéndole punto y final al Sound Isidro 2024. Las expectativas eran las que eran y las ganas por salir del trabajo y dar unos saltos al ritmo de ‘Personalidad’ eran casi tarea pendiente para todo el público de la Sala El Sol. Gatos (y no tan gatos), fans hechos a la vida nocturna de la capital, música, alcohol, encontrarte con algún ex y alcohol de garrafón. En tres palabras: ‘Amor, Salud y Trabajo’.
Un concierto de testimonios, declaraciones reales de los que fueron los oyentes de este evento. Expectativas completamente superadas y con algún que otro asiduo del grupo. Personas que apenas escuchaban las cuatro más conocidas de Spotify y quienes se han ido con todo una lista de recomendaciones para sus listas más abandonadas.
Muy guapo. Loco. Sandra y Magüi en el baño. 2020 en COVID y mucho mucho Instagram. Oasis. Amigos que acompañaban a amigos y que se han quedado completamente sorprendidos (con tanto margen de éxito). Aros fuera y saltar en todos los pogos hasta sentir como la cerveza de siete euros de otro chaval te corre por la espalda. Diversión a tope. Festival Brillante y Alavedra siempre brillantes. Puta locura. Cora Yako y Diamante Negro.
Viernes 7 de junio, Alavedra y Vicente Calderón. Concierto que se llena de todas esas voces que forman parte de la historia de estas dos bandas. La música y su eco.