Primeras filas nuestra obsesión, pero a qué precio…

/ marzo 3, 2023/ Artículos, Destacados

Lori Meyers ha dado de qué hablar con los precios de su concierto en Madrid, pero no son los primeros ni los únicos.

El pasado 15 de febrero Lori Meyers publicó la fecha de lo que sería su próximo concierto en el WiZink y con esto el conflictivo precio de las entradas, ¿cuánto estás dispuesto a pagar por el arte? El grupo decidió dividir la pista en tres sectores y a razón de lo cerca que quisieses estar, el precio aumentaba. Ni más ni menos que 160 euros si querías disfrutar del espectáculo de la mejor manera, una vez más el tener dinero siempre te pone en una situación más ventajosa.

Los directos se han convertido en un lujo, pues siendo sinceros esos 160 euros por una entrada es abismal. Las redes ardieron y surgió el siguiente debate sobre el clasismo que se vive incluso en el mundo de la música. Criticaron el sistema y pelearon tanto hasta el punto de meterse con el talento de la banda. No es la primera vez que se lleva a cabo esta estrategia tan elitista, pues tenemos otros ejemplos de bandas que han dividido la pista a razón de lo que estuvieses dispuesto a invertir, como en el caso de Love of Lesbian en su último concierto propuesto también en el WiZink. En este caso la pista se divide en dos, una primera parte “Golden Ring” que vale 60 euros, y otra más “normal” 44 euros. Aunque la diferencia no es tan grande como en el caso de Lori, la cuestión es la misma. 

Además, el hecho de que las entradas y sus gastos de gestión sean cada vez más caros tampoco es nuevo, pues para escuchar a The Strokes igual tienes que poner 400 por entrada en la gira con Red Hot Chili Peppers, o si quieres pagar un precio más o menos decente por The Weekend no te queda otra que verle en la última butaca de la grada más alejada, porque el resto de entradas se salen de cualquier presupuesto. La fórmula se repite.

Los principales argumentos a favor de todo esto es que estos son artistas más famosos, como Lori Meyers o Ana Mena, o de carácter internacional, como Madonna o Beyoncé. Mientras que la gente, ya acostumbrada, parece dar por hecho que si quieres ver a tu artista favorito (si se trata de una banda más famosa) tendrás que hacer una gran inversión económica. 

Hasta este último acontecimiento con las famosas entradas de 160 euros, no parecen haberse cuestionado tanto estas ideas, quizá el conformismo ha llegado para nublarse, pero siendo realistas, cada vez más el arte se limita a los más ricos. Una persona con menos dinero no puede permitirse quizá ser fan de una banda mainstream, tus gustos parecen tener que estar relacionados con tu renta si quieres disfrutarlos con plenitud.

Y para terminar, si rizamos más el rizo, en el caso contrario, a las bandas más emergentes parece costarles pedir dinero para sus cosas porque son incentivos que en un principio no son bien recibidos. Estamos de acuerdo en que el arte cuesta un dinero, es un trabajo y un esfuerzo que hay que pagar, y más en estos casos. Debemos hacer de mecenas de los más pequeños, mientras que las bandas más veteranas deberían cuestionarse la idea de ajustar los precios. En definitiva una banda se debe a su público, sea como sea ese público. 

En el caso de Lori Meyers solo les quedó una cosa, recular. «Lo siento por interrumpir solo he venido a bajar los precios«, toda la pista a 35.

Foto: @jherraezb

 

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¿Te sabes esta? Es muy indie no creo que la conozcas.
Intento de periodista musical, versión hacendado. Me encanta escribir y la música<3

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