Moby Dick, el centro del universo

/ junio 13, 2023/ Crónicas, Galería

La noche del jueves 8 de junio fue un día bastante curioso. En Madrid ya parecíamos estar acostumbrados a los días grises, las lluvias y el ambiente pesado. La gente parece más cansada de lo normal en el transporte público, y hacía apenas unas horas que habían cancelado el primero de los días del Primavera Sound por el mal tiempo. Lo siento para los que no, pero yo esa noche sí tuve concierto.

En la sala Moby Dick teníamos una cita con tres bandas muy particulares, Guiñote de Qontaqto, El Gavira y el diablo de shanghai. No estaba muy llena, la gente entraba y salía. Su pico fue con la actuación de la banda madrileña. Si tuviese que decir algo de los tres protagonistas es que todos llevaban por bandera un estilo rockero guarro. Todos contaban historias reales pero para nada maquilladas de grandes metáforas. La composición de relatos complejos no era lo que más caracterizaba a estas bandas. Sin embargo, eso no es necesariamente malo. Creo que cada vez más, sobre todo los jóvenes, buscamos canciones que digan todo lo que pensamos sin tabúes. A veces solo necesitamos gritarle a Ayuso o a la policía. Estamos ante un movimiento musical que para muchos puede rozar lo absurdo, pero que es claramente de expresión.

Todos contaban con estilos y formas muy parecidas, si bien cada uno tenía algún que otro toque. La primera banda, Guiñote, traspasa la línea del punk y del heavy, la música más fuerte de la noche. Con una puesta en escena muy específica y visual.

El Gavira, un indie por excelencia, era algo más melódico. Se mantuvo en su estilo y contó con un público muy agradecido. Fue un bolo muy especial para él y para su banda, pues anunciaron que la bajista se marchaba. Según este el concierto estaba dedicado a su excelentísima presidenta de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, la atención se la llevó entera Laura. Aunque no estábamos en La Riviera viendo a Blur, puedo decir que se marcaron un buen espectáculo.

Con la llegada de El diablo de Shanghai, la sala pareció dispersarse un poco. Había menos gente, pero los que nos quedamos no dejamos de gritar y saltar hasta los temas que aún estaban por salir. Anunciaron disco para finales de año y nos pudieron adelantar una de las canciones: ‘Himalaya‘. En este caso, quedé más impresionada que la primera vez que les vi. Cuando les conocí eran teloneros de Camellos y no conocía ninguna canción. Imaginaos lo que son capaces de hacer que ahí estaba en la Moby Dick por ellos. Eso dice mucho de una banda, y esta vez venía con los deberes hechos de casa y con la mayoría de las canciones aprendidas. Tienen un ritmo muy distinto, casi no cantan, relatan, pero saben cómo conectar con el público.

En resumen: no sé si Madrid esa noche fue el centro del universo, no sé si mientras estuvimos dentro de la Moby Dick dejó de llover. Lo que sí sé es que aquí en la capital nos está y nos caerá una buena (en todos los sentidos). A veces toca ir a pegar cuatro gritos al ritmo de la crítica social que estos grupos son capaces de ofrecernos.

Fotos de @laimolivia
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¿Te sabes esta? Es muy indie no creo que la conozcas.
Intento de periodista musical, versión hacendado. Me encanta escribir y la música<3

laimolivia@gmail.com | + posts

Hola! Soy María estudio Bellas Artes y hago fotos. De mayor quiero ser una abuela indie.

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