Judeline – Bodhiria | Reseña
Género: Pop urbano, pop alternativo
Sello: Interscope Records
Fecha de publicación: 24/10/2024
Convertirse en una de las artistas femeninas más escuchadas de España no es fácil. Menos aún cuando apenas tu carrera está despegando. Para Lara Fernández (Jerez de la Frontera, 2003), la persona tras el cada vez más familiar rostro de Judeline, hacerlo parece sencillo. Tras arrasar con singles como ‘En el cielo‘ (2022), su EP ‘TÁNGER Y ZAHARA‘ (2022) y colaboraciones con artistas de la talla de Alizzz, Tainy y Dellafuente, la joven cantante lanza su esperado primer álbum: ‘Bodhiria‘ (Interscope Records, 2024).
Sin comenzar a reproducir el álbum, la imagen creada durante estos últimos años de Judeline se ve reflejada desde el título que da forma al disco, ‘Bodhiria‘, un término inventando que emana al limbo creado por la cantante en el que la presencia de sonidos árabe dividida en 24 cuartos de tono se dibuja junto al romancero gitano de Federico García Lorca o el «Tormento» de Benito Pérez Galdós, pero también a Alí Babá y Bad Gyal. En Bodhiria, la protagonista es Ángel-A, un nuevo alter ego creado por Lara, que incluso firma la canción que abre el disco, ‘bodhitale‘ y da nombre a una canción, ‘alegnA‘, una suerte de trap electrónico acelerado.
A través de los 12 cortes del disco, Judeline narra desde un prisma tanto físico como sensorial una historia de bruma y toxicidad en el que está atrapada la protagonista. La paleta de sonidos que recoge el disco rezuma la versatilidad y capacidad de la jerezana al entender el espíritu de su tiempo con tan solo 21 años. Esta conexión entre la artista y su época se entiende desde el pop electrónico siempre presente en el disco en temas como ‘luna roja‘ pero también en su mestizaje con los sonidos tradicionales que bien recuerdan a Ralphie Choo, productor del disco al que vemos cada vez más presente en las firmas de los mejores discos del año, o a Rusowsky, con quien comparte el único feat del disco en la magnífica ‘Heavely‘. También podríamos apuntar a un espacio común al de sus coetáneas Queralt Lahoz y María José Llergo en temas el binomio ‘4esquinitas‘ y ‘4 angelitos‘, un reflejo de la evolución del sonido de raíces peleado y reivindicado desde el siempre valiente campo de la reinterpretación textual.
El impecable trabajo vocal del disco se ve especialmente reflejado en el single ‘zarcillos de plata‘, una balada ligera de piano, guitarra y bajo escrita y producida por Fwdslxsh (6LACK, Lil Nas X, Central Cee), pero también en el despliegue de nuevas sonoridades que recoge Judeline en ‘JOROPO‘, el mayor acierto del disco, una canción de despecho de ritmos venezolanos que deja una de las grandes líneas del disco: «Ay, de mi corazón, que yo para qué lo quiero si no es de tu posesión / ¿Pa’ qué lo tengo en el pecho si no cumple su función?«.
Con la incógnita ‘Es Dios bueno o sólo poderoso‘, Judeline cierra un disco redondo en su sonido y concepto emergiendo como la gran artista polivalente de una generación Z que cambia las entrevistas en Los 40 por los micros de los podcast con amigos. El espacio creado entre artista y concepto en ‘Bodhiria‘ es tan acertado que sin duda la posiciona en la rampa de salida para proyectarse como una artista de renombre internacional en la que ella tiene el control de la narrativa sobre Judeline, sobe Angel-A, sobre Lara y todo el universo por descubrir que sólo puede seguir expandiéndose.
Wrestler con gafas. Director frustrado de documentales sobre grupos pequeños. Generación vacía.