Chica Sobresalto en Málaga: Noche de cervezas
Cierra ‘Conciertos de la Fábrica Cervezas Victoria’
Chica Sobresalto aterriza en Málaga para cerrar el ciclo ‘Conciertos de la Fábrica de Cervezas Victoria’, con toda la energía de su universo musical y su último álbum, «Plutón». La expectación se huele en el ambiente; el pequeño escenario está rodeado, y el público se extiende hasta los laterales, formando una marea de cuerpos. En la esquina, el incesante flujo de personas que va y viene hacia el servicio –normal, con tanta cerveza–.
La banda arranca fuerte, apareciendo por el pasillo derecho del local, y en cuanto suena ‘Adrenalina’, el concierto estalla en un torbellino de ritmos contagiosos. La canción hace honor a su nombre: letras ardientes, guitarras trepidantes y Maialen Gurbindo, la vocalista, llenando cada rincón del escenario. La audiencia, entregada, corea y reacciona con mucho entusiasmo. Con ‘Dopamina’, el éxtasis continúa, creando una verdadera «mujer eléctrica».
En este despliegue de emociones y música, resuenan otras canciones como ‘El desorden’, ‘Plutón’ y ‘El tiempo bala’, piezas en las que la cantante demuestra su capacidad de conectar con su gente a través de letras íntimas y melodías poderosas. Cada canción era un capítulo más en un viaje musical que fluctuaba entre la introspección y el desenfreno, atrapando a cada persona en una burbuja de emociones compartidas.
Entre tema y tema, Maialen deja entrever su sentido del humor peculiar y sin filtros. «Este tema es para hacerse un paquete entero de macarrones y masturbarse mucho», confiesa en un momento, arrancando risas y alguna que otra mirada perpleja entre el público. Con su autenticidad y carisma, logra que todos y todas se sientan parte de su universo único.
En ‘Bailando raro’, Chica Sobresalto toma el micrófono y abandona el escenario, aventurándose entre la multitud. La pista, eufórica, la rodea y sigue al ritmo de la canción. Los móviles se alzan en el aire, inmortalizando esta experiencia única. Mientras tanto, los focos la iluminan, creando una imagen vibrante, casi surrealista, de conexión total entre artista y público.
Maialen vuelve con su grupo entre aplausos y vítores, dejando un rastro de alegría y satisfacción entre sus seguidores. El espectáculo culmina con una energía desbordante con ‘La monogamia’ y, para sorpresa, se despide con una versión fresca de ‘Call Me Maybe’, que deja a toda la fábrica cantando y bailando hasta el último acorde. Así, Chica Sobresalto selló su paso por Málaga en un show donde la música y las emociones se funden, regalando una velada insuperable.