#emacxsempre resuena más que nunca en Borriana: así fue el emac.
En letra blanca sobre fondo negro, cual esquela de diario antiguo, sobre el escenario del jardín del Centre Municipal de Cultura (CMC) La Mercé, se pudo leer durante todo el sábado la consigna de #emacxsempre. ¿Unas últimas palabras o las primeras tras volver de la muerte? Sea como fuere, esta consigna, más cercana a la reivindicación que a una moderna estrategia marketiniana, nos recordaba que el emac. sigue vivo y celebrando su edición 2024. El festival borrianenc se enfrentaba al reto de mantenerse como uno de los eventos culturales alternativos de referencia en Levante, ahora con un menor apoyo institucional patente en su cartel. La oferta musical apuntaba más que nunca por propuestas emergentes, una confección más coral y con apenas un par de nombres con cierto recorrido en el circuito como reclamos para el público más casual.
Hay otras cosas que, sin embargo, nunca cambian. La sesión inaugural del viernes en el emac.bar con Tormix DJ a los platos, después de que el año pasado anticipara un fin de ciclo con su sesión «The last dance«, daba el pistoletazo de salida de la edición de 2024. Tan solo tres conciertos se dieron en el anfiteatro de La Mercé el viernes, prueba de que el cartel de este año, con un día menos de conciertos ubicados en el epicentro de la sede del festival, había tenido que reducirse por obligación.
La presencia local, habitual del primer día de festival, fue a cargo de Ander Troys, quienes reunieron a un buen puñado de presentes para dar inicio a la jornada de conciertos con una versión mucho más rockera de lo que habitualmente habíamos visto de ellos. A diferencia de otros años, donde propuestas como Califato 3/4 o Baiuca garantizaban la asistencia de público, el anfiteatro se quedó visiblemente vacío para los conciertos posteriores en aras de un emac.bar que estuvo a rebosar todo el fin de semana. La conexión en el escenario entre Valdivia e Íñigo Soler iba creciendo a medida que ambos se iban soltando de la manera más personal posible, como dos buenos amigos que se respetan y admiran en el escenario que ahora comparten. El concierto, que en gran medida tuvo canciones de ambos, ganó enteros cuando de la tristeza se pasó a la celebración. Buena toma de contacto para una fórmula que deberían plantearse repetir.
El plato principal del viernes tuvo cierto sabor a postre. La presencia de FAIXA, quienes en 2023 debutaron con algunos conciertos por la región, era un gran reclamo para aquellos que desde hace años creemos que esa creciente conexión entre la música de raíces y nuevas texturas sonoras debían encontrar un punto en común también en el País Valencià. Pese a contar con cuatro grandes mesas para dar un despliegue audiovisual total, a la agrupación de Alcoi – Cocentaina se le quedó grande el escenario del anfiteatro. Sumaron en conexión con el público gracias a la presencia de la, nunca mejor dicho, titánica Noèlia Llorens, quien a través de su canto daba un espectáculo más coral. Obviamente, es el germen de algo que está creciendo, pero es excesivamente pronto para saber a dónde llegará. A falta de la jornada vespertina del domingo, aquella que nos tenía reservado el concierto más grande del festival, el viernes podría recuperar la magnitud que perdió el anfiteatro en este primer día donde se echó en falta «algo más de chicha».
Algo que también permanece inalterable en el tiempo son los sábados del emac. con la amenaza de lluvia que se huele en el aire pero que da tregua a los conciertos del jardín arqueológico de Borriana. El ya reformado espacio exterior de La Mercé daba pie a poder disfrutar de más metros cuadrados durante los conciertos, ahora con el escenario centrado en uno de los lados del recinto, aunque ciertos límites arquitectónicos hacen que la experiencia no sea la mejor. Un pilar justo en el centro del escenario, a la altura habitual de la voz principal, y la falta de pendiente hacen que desde determinadas zonas sea imposible poder disfrutar de la experiencia completa.
A excepción de Black London, quienes abrieron la segunda jornada del festival, todas las propuestas presentaban directos inéditos hasta ahora en la provincia. El ejemplo más claro el de los barceloneses Penca, quienes debutaban en directo en Borriana. Su post punk con toques de electrónica heredaba el lugar que en ediciones anteriores ocuparon bandas de referencia ahora como La Plata, VVV [Trippin You’] o los jóvenes castellonenses Ortopedia Técnica. Debut notable en un directo donde el arraigo de las letras en catalán sumaron puntos para conectar con un público que disfrutó del concierto.
A todas luces, Pipiolas actuaban en este emac. como cabeza de cartel femenino de la edición. Prueba de ello, el más de un centenar de personas que se reunieron al rededor de un escenario que, de nuevo, dejaba a las filas exteriores sin la oportunidad de ver el directo. El arrollador espíritu del dúo canario-madrileño, acompañadas por banda esta vez, hizo que cualquiera de los presentes no dejara de bailar con su pop electrónico. Especialmente disfrutados temas como ‘Narciso‘ o su feat con Rigoberta Bandini, con un especial sabor a emac., ‘La niña bonita‘. La contundencia de su pop delicado es una suerte que habrá que seguir de cerca en sus giras.
Los ritmos latinos, también fieles en la ecléctica propuesta del cartel del festival, nunca pueden faltar a modo de enlace entre la parte más rockera y más electrónica del sábado. El chileno Sebastián Orellana cantaba por cumbias mientras el sevillano Lorenzo Soria le acompañaba a los platos por electrónica. La oportunidad de disfrutar de conexiones tan únicas son las que dan vida a un emac. que siempre sorprende y que, en una edición sin grandes nombres, se podría comparar más al Monkey Weekend de Sevilla que a un festival al uso. Todo un acierto buscar un cartel plagado de nombres desconocidos pero que se marchan del festival con más de uno guardando sus canciones en el teléfono. El buen gusto en el scouting del emac. no piensa cambiar nunca.
El set de Ciutat, en el que interpretaron de manera prácticamente íntegra su «Brandon» (Primavera Labels, 2023), fue un buen ejemplo de la new wave electrónica barcelonesa. A través de su pasión por la ornitología, los samples de cotorras y ruiseñores de los miembros de la Mainline Magic Orchestra deleitaron a los presentes en un directo con gusto, con personalidad y que dentro del «extraño» protagonismo de las aves rindió con soltura.
Ya empezaba tarde el directo de SDH, acrónimo de Semiotic Division of Heteronyms, lo cual precipitó un descenso de presentes pasadas las 10 horas en el escenario exterior del recinto. Mientras tanto, los DJs del emac.bar seguían reuniendo al mayor número de asistentes. ¿Quizás es buena reubicar los directos fuera de La Mercé y dejar el jardín para el bar? El directo del domingo de Gazella fue una prueba más que suficiente para probar este formato.
El synth-pop con tintes de electrónica melódica de la voz de Andrea P. Latorre, más cercano a la emoción que al baile, quizás se vio algo desacertado al arrastrar un cansancio que, con un directo más ameno, dejó a Infanta el reto de volver a levantar a los presentes. Rexxina y St. Frances aconsejaban a las primeras filas, curiosamente con un público más «boomer» que «millennial«, convertirse en unas auténticas perras y venirse arriba. La belleza de los coros de la artista de Frances Ribes contrastan con los gritos y sollozos de la primera, quien entre canciones aprovecha para conectar con el público. Ahora sabemos que ‘No soy especial‘ habla de la única vez que rechazaron «a una xica tan xula» como ella y más que nunca, es un himno, ahora «coquette«. Para el set de b1no, el frío ya ocupaba más espacio del jardín que un público que, tácitamente, dejó entre ver que quizás es hora de repensar la jornada del sábado que, sin ninguna pretensión, estuvo a la altura que cualquiera de las ediciones del festival.
Se está empezando a hablar, a comentar, a rumorear, que si tocas el domingo por la mañana en el emac., el éxito es asegurado. La Paloma, quienes estrenaron el formato, llenan ahora salas por todo el país. La Culpa ya son habituales entre los nombres de los festivales alternativos. Ahora Gazzella, quienes reunieron a un elevado número de asistentes a su concierto, demostraron por qué su disco homónimo de debut ha sido uno de los más prometedores de 2023. Por tercer año consecutivo, trasladar un concierto a las afueras del recinto resultó todo un acierto motivo de celebración.
Parece mentira que hasta octubre la celebración de la edición del emac. 2024 fuera una incógnita. Es evidente para los que año tras año nos desplazamos hasta Borriana que ha sido una edición más sufrida pero que se ha resignado a no perder sus señas de identidad. Configurar un cartel con menor presupuesto a contrarreloj ha debido de ser un dolor de cabeza, sin embargo, el saldo es más que positivo como asistente. Lo que podía parecer meses atrás la crónica de una muerte anunciada fue un acierto, y es que, quizás, el éxito del emac. se encuentra en el cariño y devoción que hay por el emac. y todo lo que le hace ser él, sea con las circunstancias que sean. Queda ahora el reto de conseguir que #emacxsiempre siga resonando muchos años en Borriana.
Wrestler con gafas. Director frustrado de documentales sobre grupos pequeños. Generación vacía.