Marcelo Criminal – Momento de auténtica realidad | Reseña

/ diciembre 5, 2020/ Reseñas

El artista murciano lanzó un nuevo disco junto a Sonido Muchacho donde Marcelo hace una radiografía sobre la realidad que le rodea

Marcelo Criminal / Momento de auténtica realidad – jenesaispop.com

Discográfica: Sonido Muchacho

Lanzamiento: 27/11/2020

Género: Pop rock

 

 

 

 

Del mismo modo que ha ocurrido históricamente en la pintura o la literatura, el costumbrismo ha sido un movimiento que ha vivido a la sombra del romanticismo. Marcelo Criminal (Murcia, 1997) es de los pocos músicos de nuestro país que ha sabido mantener en su inconfundible estilo una estela costumbrista que desde su debut con «(Acepta su cruz)» (2017) y después de su éxito más romántico de la mano de Carolina Durante y Amaia con su versión de «Perdona (Ahora sí que sí)«, el artista ha seguido trabajando en su sonido minimalista y casero junto a su productor Álex López con el que ha presentado «Momento de auténtica realidad«, un LP de 13 canciones con las que Marcelo saca su lado más político y social sin tener que hablar de aquello que ve más allá de su ventana.

Acostumbrado a pequeñas piezas que en ocasiones no alcanzan el minuto de duración, «Momento de auténtica realidad» configura un LP que pese a su duración, 24 minutos, es capaz de explorar nuevos horizontes musicales que no se limitan al Marcelo de siempre. «¿Quién vacía España?» abre la lata de este disco con la versión más habitual de un Marcelo Criminal que contextualiza qué entiende por auténtica realidad el artista. Al fin y al cabo, como él mismo se autodefine, Marcelo es un niño murciano que representa en «Borracho y loco» a una generación con muchas preguntas sobre qué ocurre alrededor pero donde sólo nos ofendemos en las pantallas, idea que se traslada en «Quemando contenedores por dentro» con un perfecto reflejo de la impotencia política en la que Marcelo aún ve algo de esperanza, aunque sea por un golpe de suerte como retrata en «Bicimur«, no sólo en su letra, sino en su sonido pop.

Más construida que las anteriores, «Brain training» rompe con el minimalismo sonoro incorporando segundas voces, batería y guitarras que bien podrían ser del sonido rockero de coetáneos como Marcos y Molduras o los propios Carolina Durante. Con el espléndido flexidisco «Preguntar / responder«, Marcelo ya nos enseñó este mismo año «JL, frente a su ordenador«, una canción muy autoreflexiva en la que el artista hace de nuevo hincapié en el papel de educador que internet ha adquirido en nuestras vidas y que nos hace plantearnos qué hace realmente la educación para luchar contra esto. Estudiante de historia, Marcelo se nutre de las conversaciones que mantiene con sus allegados y en «Fast and Furious (Spinoza niega la posibilidad del milagro)» logra en menos de un minuto crear un divertido interludio en el que el filósofo Spinoza sirve como ejemplo para hablar de aquellas cosas sorprendentes del siglo XXI, como los camiones que vuelan, en alusión a la saga de película (perdonandme por esto) «A todo gas».

Con un título que bien podría ser de Fray Luis de León «Cantares 8:1-16» refleja un mundo eclesiástico que bien podría hablar de la película «La llamada«. Algo muy poco habitual en otros músicos y que Marcelo Criminal siempre ha querido realizar es homenajear a otros artistas pequeños como a Primogéntito López con su versión de «Capitán Cortés» en la que el cambio de violines por sintetizadores dan un aire totalmente distintivo a la canción. Con «La balada de Marty McFly» nos topamos de sopetón con una de las canciones más bonitas de la joven carrera del artista. Toda una declaración de amor milenial en la que la frase «Te prometo que tu barrio será como Roma en el futuro» deja en evidencia a todas las frases románticas que el pop nos ha regalado. Fórmula que en «Demasiado lento» reinventa hacia la canción de despecho en una balada a piano.

Con «Dentro y en contra«, el primer single con el que el murciano presentó «Auténtico momento de realidad» tras hablar de internet, Murcia y el amor, habla sobre el cuarto elemento de su vida, la música, sobre la cual valora su poder y la capacidad de cambiar la moralidad y ética de las personas siempre desde la ironía y sátira propia de Marcelo, capaz de ser bífido y criticar a aquellos artistas que se limitan a hacer música para entrar a la rueda de la industria siendo capaz de ser remitir varios nombres a nuestra cabeza sin necesidad de mencionar a una sola banda. Con la canción homónima al disco «Momento de auténtica realidad» nos deja un final dulce ante un disco que habla sobre muchas cosas que dejan cierto gusto amargo. Toda una metáfora sobre cómo la realidad, rodeada de razones para amargarnos, termina siendo la consecuencia de no tomar un respiro y centrarnos en la auténtica realidad que se encuentra a nuestro alrededor.

Marcelo se mueve dentro de su propio molde para presentar un trabajo más redondo que los anteriores sin dejar de ser aquello que aspira a ser Marcelo Criminal: la consecuencia de muchas versiones de Marcelo García. El disco menos de amor de un artista que pese a ello, consigue sacar sonrisas desde la ironía y empatía de una generación que se siente arropada con la música del murciano.

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Wrestler con gafas. Director frustrado de documentales sobre grupos pequeños. Generación vacía.

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