Marinita Precaria – No me miréis | Reseña

/ enero 21, 2022/ Reseñas

De la mano de Elefant Records llega el primer LP de Marinita Precaria

Discográfica: Elefant Records

Lanzamiento: 21/01/2022

Género: Bedroom pop, dream pop

 

 

 

 

Aunque es habitual que los medios y la prensa confundan los términos de emergente con precario, en el caso de Marina Gómez Marín, de lo segundo nace lo primero. Cuando el Covid-19 obligó al mundo a paralizarse y quedarnos encerrados en casa con mucho más tiempo del que querríamos, y más cuando debido a una pandemia te echan del trabajo Marina se lanzó a comprarse un piano cuyas notas dieron paso a una nueva faceta de la cordobesa, Marinita Precaria. Dos años después – joder, qué rápido ha pasado – llega ‘No me miréis‘, el fruto de esos días de confinamiento y mucho tiempo libre.

Lo de bedroom pop no es cosa azarosa en este disco desde ‘Celosa‘, el single con el que Marinita Precaria abre el disco. Una canción que en su sencillez reside su magia y que recuerda a los primeros temas de La Casa Azul por su sensibilidad ácida y la manera de relatar de una manera artística lo cotidiano de lo que nada tiene que ver con el amor. Y es que lo sencillo, que no simple, de ese piano del que surge el germen de canciones como ‘Al Campo‘ acaban surgiendo composiciones llenas de ritmo y que dan espacio al baile sin dejar esa sensación de bajona alegre, como en esta bucólica canción.

Del campo pasamos a ‘Una Montaña‘ que nos recibe con unos bonitos arreglos a la guitarra que reflejan esa falsa sonrisa que tenemos que sacar cuando la ansiedad nos come por dentro. Marinita Precaria trata de dar lustre y belleza a momentos difíciles a los que da la mano, sintiéndonos acompañados por ella durante todo el disco. También hay hueco para la narrativa como en ‘Tú pa qué‘, donde encontramos la que es de lejos la mejor canción del disco, en gran parte, gracias a una letra increíble. «Y puede que un costurero aldeano se haya quedado mi corazón / Y puede que, maltrecho, se lo cosa al pecho porque el suyo ya lo perdió/ Y desde entonces todo fue a peor«, y claro, imposible que luego no suene rota una voz que canta de una manera tan delicada que da rayos de sol entre la lluvia.

Resulta fácil conectar con un disco que respira a los aires de la época donde la precariedad se traduce en desgana, cansancio vital y pesadumbre, como se refleja en ‘Espatifilo‘, y donde lo que no resulta efímero, resulta doloroso cuando se piensa en su inevitable final que seguiremos recordando, como en ‘Siento todavía‘.

 

El minimalismo sofisticado de poner el foco en las pequeñas cosas de Marinita Precaria recuerda por momentos a referencias como Marcelo Criminal o dani en canciones como ‘Breve Momento de Voluntad‘. Ahí encontramos esa manera, quizás cosa de la edad, de buscar algo donde no hay nada y así fijarnos en lo que hay al rededor, como a muchos nos pasó durante la cuarentena. También conecta con el murciano esa manera de componer tan solo a guitarra – a la que se cuela de vez en cuando un platillo -, fruto de la parte Precaria de Marinita. Y es que ella, así como su música, es pura Generación Vacía, y sin embargo, como si fuera un juego de niños, traduce el hastío en fábulas como ‘Todos Tristes‘. «Educadamente nos preguntas qué tal todo / Pues mira, regular / Aquí estamos todos tristes / Todos Tristes«.

Lo que puede parecer una ‘Letra de niña’ esconde un fuerte desasosiego vital y un hastío contemporáneo que Marinita Precaria asume y acepta como parte de su cotidianeidad, lo cual no deja de ser una suerte ya que ahí es donde reside la magia de ‘No me miréis‘. El resultado de mirar más allá de lo que encierran cuatro paredes cuando encierran más que nunca. Este primer largo de Marinita Precaria ya deja muchas razones por las que sentirse identificado con sus canciones, las cuales siempre envueltas con ese realismo mágico y esa fábula cotidiana crean un gran precedente para la carrera de Marina.

 

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Wrestler con gafas. Director frustrado de documentales sobre grupos pequeños. Generación vacía.

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