Cala Vento – Casa Linda | Reseña
Género: Rock, pop rock
Sello: Montgrí
Fecha de publicación: 21/04/2023
Con los cimientos de su carrera ya asentados, Aleix Turón y Joan Delgado, los hombres detrás de Cala Vento, nos dan las llaves de una casa en la que todo el mundo es bien recibido. Con todo por estrenar y un montón de recuerdos por llenar, el dúo presenta su cuarto disco: ‘Casa Linda’ (Montgrí, 2023).
Un factor diferencial del proyecto de Cala Vento frente es la abismal capacidad socializadora que tiene su música. Con su anterior disco, el magnífico ‘Balanceo’ (Montgrí, 2019), la banda generó alrededor de su música un sentimiento de pertenencia, o, mejor dicho, de comunidad. 4 años más tarde, el dúo nos deja la puerta abierta para entrar al refugio en el que se ha convertido su música durante todo este tiempo.
Fruto de ‘La Comunidad’, el precioso proyecto que realizaron en 2021 junto a Papaya Jam, Orquestra Montsalvatge y Gospelians de Girona, el dúo abre un nuevo panorama a musicalidades que se ven reflejadas desde el primer corte de su nuevo trabajo, donde junto al coro gironés, firman ‘Más que satisfechos’. Con un preludio anexo a la canción donde teclados, riffs y percusiones se suman en un acelerado pulso a modo de cuenta atrás, la guitarra distorsionada al más puro estilo Weezer toma el mando de una magnifica canción de bienvenida. Con los miedos dejados por el camino, nos encontramos ante todo lo que es Cala Vento en una sola canción.
Un rasgo que permanece y que hace al dúo de Montgrí tan reconocible es el excelente juego que tienen la melodía y las armonías. Hay incluso quien diría que conversan entre sí. Mientras la guitarra va por un lado la voz de Aleix va por otro. Prueba de ello es ‘Equilibrio’, el ‘Walking on Sunshine’ patrio que toma el relevo de ‘Gente como tú’ y que con su estribillo “Estoy encantado de verte aquí conmigo, porque con la que está cayendo, tú me das el equilibrio” ya marcan un camino con el que se reencuentran al final del disco.
‘Ferrari’, pese a sumar todos los elementos de la faceta más rockera de la banda, no deja a nadie indiferente como rara avis dentro de los cuatro discos anteriores. Un título y un estribillo con un ostentoso simbolismo antagónico a todo lo que la banda nos tiene acostumbrados, y que, sin embargo, transmite a la perfección la idea de sentirse perdido. Una idea que queda suspendida durante todo el disco y que, sin embargo, siempre cae al saco de los miedos ya superados, como ocurre en ‘Tu lugar’, siendo ambas las dos canciones más guitarreras del disco.
Ese sello que Cala Vento ha sabido construir durante su trayectoria va de la mano a la idea de repetición. Más que un recurso literario, en ‘Casa Linda‘ todo se sostiene en sus leit motiv el sentido de sus versos. Claro ejemplo es ‘Todo’. La canción que contó con la colaboración de Cándido Gálvez (Viva Belgrado) repetía en sus menos de dos minutos y medio la expresión “todo” en 22 ocasiones. ¿Por qué? Porque en un todo caben muchas cosas, pero en 22, cabe todo lo que alguien te puede dar, y nada más.
El juego entre significado y definición, tan sutil en la lírica de Cala Vento, se hace patente en ‘No hay manera’, una de las canciones que durante más tiempo ha estado presentando en directo y que, sin embargo, no ha sido uno de los 5 singles del disco. ¿Por qué? Porque cuando no hay manera, por mucho que lo intentes, por mucho que dejes el tiempo pasar, e incluso por mucho que lo repitas, aunque sean 26 las veces que lo hagas en 3 minutos, no son las suficientes para dejar de intentarlo. Para mí, una de las joyas de toda la discografía de la banda de Montgrí con un último minuto donde las guitarras sobrecargadas hacen juego con tu pecho.
Habría que preguntar a Aleix qué le ha pasado en un pequeño pueblo de Aragón para levantarse por jotas en ‘Equilibrio’ y no querer volver de allí en ’23 semanas’. “Contentos con lo puesto, sin renunciar al resto. Sin oficio ni beneficio y en la cima” va directo al top de las mejores frases que me han hecho saltar de la silla para gritar “soy ese”.
A falta de recordarnos con ‘Teletecho’ junto a Eva Amaral (Amaral) cómo Cala Vento hacen magia en cada colaboración que realizan, el dúo, en su disco más rock y a la par el más ecléctico, se atreve a todo con una canción compuesta en euskera y catalán junto a Gorka Urbizu (Berri Txarrak) con ‘Pasar pantalla’. Lo que popularmente se conoce como un Yawners o un The Mars Volta en un claro ejemplo de que la barrera de la lengua se salta con la de lo mucho que puede transmitir una canción independientemente de su origen. Sin dejar de sonar a ‘Casa Linda’, la canción junto al ex-Berri Txarrak suena a ese remanso de rock tan popular en nuestro país de los primeros Dover o del propio ‘Jaio.Musika.Hil‘ (Only The Dreams, 2005)
Y es que el disco es un camino de perlas constante en la que se pueden encontrar tantos destellos que pasar por los ritmos latinos (o el sonido Duncan Dhu) de ‘¿Qué hay del placer?’ es andar por la senda de un equipo que se sabe ganador y que, desde la posición del underdog, han creado una retahíla de himnos con sabor a cancha y a sentimiento de pertenencia.
En ‘Casa Linda’ hay mucho de hacer de lo sencillo, de lo pequeño, algo especial. Esta idea, casi frágil, se rompe cuando alcanzar estos pequeños anhelos se convierten en una odisea en un mundo donde las oportunidades, tristemente, no entienden de amor. La canción homónima al título del disco te deja completamente indefenso al final de un disco, donde, a riesgo de sentir soledad, te abraza y acompaña en su último track. ‘Conmigo’ no es el final del viaje, es el recuerdo de que, en los momentos complicados, cuando creemos que no nos queda nada, ni guitarras que rasgar ni baterías que golpear, despojados de lo que somos, seguimos siendo nosotros.
Wrestler con gafas. Director frustrado de documentales sobre grupos pequeños. Generación vacía.