Erik Urano presenta su candidatura como alcalde de la Comunidolor de Madrid

/ marzo 17, 2021/ Crónicas

Históricamente se ha hablado de que algunos animales, a diferencia de los humanos, saben predecir cuándo un terremoto está cerca de suceder. De los sapos se dice que desertan de los estanques cuando notan que las placas están cerca de chocar y de las serpientes se afirma que abandonan sus madrigueras previamente a este tipo de catástrofes. A estas criaturas podemos unir ahora el nombre de Erik Urano. Tras abandonar por segunda vez su ciudad para ofrecer un concierto desde la pandemia, Erik profetizó el terremoto político que se avecinaba en la capital y presentó su candidatura a la presidencia de la Comunidolor de Madrid el pasado domingo en el Teatro Reina Victoria.

Las primeras vibraciones ya se habían empezado a notar durante toda la semana en la ciudad, se respiraba un ambiente cálido en el domingo madrileño de Rastro y ahora también de Madrid Brillante. El ciclo que semanalmente lleva trayendo conciertos a distintos teatros de Madrid, cambiaba el rock y el indie por el rap futurista del vallisoletano Erik Urano. Acompañado por su inseparable productor y Zar1, neones y barrotes decoraban un escenario donde el DJ comenzó a arrancar un motor que no bajaría de quinta marcha en toda la mañana. Como intendente de Valladolor, Erik Urano presidió este meeting más social que político tirando de raíces. «Neo VdO» sirvió para recordar que es lo que vendrá. «Nos dirigimos a una época de comunicaciones simultáneas / Post-industrial, post-literaria, post-individualista, post-civilizada… / Que provocará una nueva confraternidad universal / Desideologizada, electrónica, neotribal…» Más futurólogo que futurista, Erik Urano continuó con «DE47H» para dejar claro que Flat Erik ha llegado para ser parte y líder de este rebaño.

Sin saber muy bien si dar los buenos días y o las buenas noches, nuestro anfitrión daba las gracias a los presentes, como buen cabeza de lista del partido de Valladolor. Erik quiso recordar su pasado y no sólo el presente y el futuro, por ello desenvainó «Balaclava» y «No I.d», un discurso que venía muy a cuento con todo lo que iba a suceder. Pero el partido de Urano no se presentó solo junto a Zar1. La que sería ministra del flow y el perreo hizo acto de presencia. Suzzee se subió al escenario para interpretar «Labyrinth» y aprovechó el hecho de tener tantos ojos puestos en la joven promesa de la escena urbana y prender «Fuego» al escenario ella solita. Tras el momento femenino de la noche, nuestro protagonista volvió al ruedo para cantar «47 Ghost«.

Con el mundo patas arriba y de una manera irreconocible para todos los presentes a causa de un virus desconocido, Erik Urano aprovechó el 2020 para presentar su último disco ‘Neovalladolor‘, una visión industrial, futurista y decadente del futuro de su ciudad y aquello que le rodea. El nuevo trabajo sólo había sido presentado en una ocasión antes de acudir al teatro Reina Victoria, en un lugar tan singular como es una universidad. «Para que nos llamen intelectuales» aludía Flat Erik. Y es que hay mucho de sociología, psicología o incluso filosofía en las letras que plantea Neovalladolor. En «2984» se presenta un mundo feliz donde el Gran Hermano de Orwell se sigue limitando a observar en una sociedad futurista en la que los bytes y los leds publicitarios siguen ocultando un mundo fallido como el NeoTokyo de la película ‘Akira‘. Para presentar a su ministro de ex-teriores, el ex-flamenco Niño de Elche se sumó al profeta para cantar «Drones«, con el móvil en mano para recordar la letra del tema. Irónico, ¿verdad?. También hubo tiempo para que el repertorio de Erik Urano no sólo repasara a sus colaboradores, sino también aquellas alianzas que no pueden faltar en su Valladolor. «Moonshine«, firmada junto a Skyhook dio paso al múltiples veces remixado «Matrix«, donde no faltó todo el despliegue musical de Zar1.

«Dicen que nuestra música es oscura» espetaba Urano en uno de sus discursos entre temas. «Nuestra música es tan profunda que no refleja la luz, no es oscura, es super negra«. Barras que se llevan más aplausos que las propias canciones. El cerebro galaxia de Flat Erik prosiguió con un «Vantablack» que se vio interrumpido por un estridente «Almeida carap0lla» por parte de uno de los asistentes que, de nuevo, se llevó una ovación. En otro alarde de genialidad política tras finalizar el tema, Urano recordó «Que peligrosos son los tontos con poder. A todos nos gobiernan hijos de puta, a vosotros (los madrileños) os gobiernan psicópatas«. No tenía ni idea de lo que menos de 24 horas después iba a pasar en el sistema político español, un terremoto de pocos precedentes en el que ya teníamos al candidato del pueblo. Tanta política cansa, como bien lo estamos todos, por eso el repertorio también da pie a la fiesta y al perreo subatómico de «Molecular«, el que sin duda es el mejor tema del cantante a todas luces (de neón) antes de despedirse con «Capsule«.

Algo muy de político es decir que te vas y volver al poco tiempo. La puerta giratoria trajo de nuevo a Erik Urano para un bis donde no pudieron faltar sus últimos lanzamientos. Como si de una película distópica se tratara «Haiku» se proyectaba en el Reina Victoria el trabajo de Juan Carlos Quindós. El tema donde Fake Guido colabora con Flat Erik dejó enmudecido al público con los soberbios samples que ilustran el prólogo y epílogo del tema con las películas ‘Las estatuas también mueren‘ y ‘San Soleil‘. No podría ser de otra manera que con «Logout» con el tema con el que Erik Urano abandonara su repertorio de Neovalladolor. Las placas ya habían chocado y Erik dejaba su disfraz de Kaneda y se convertía en Tetsuo para reventar todo lo establecido. Llegó el punto y final, un punto de «Ruptura«, remix del tema de Triángulo de Amor Bizarro. Proyectando un NeoTokio que implosionaba sobre imágenes de la infancia de Urano, Flat Erik absorbió la energía para convertirse en un Akira más grande que el propio Neovalladolor. Vota Erik.

Galería de fotos obra de Sara Cartas.

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Wrestler con gafas. Director frustrado de documentales sobre grupos pequeños. Generación vacía.

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