Entrevista a Califato 3/4: «Para nosotros no existe alta cultura y baja cultura, simplemente cultura»

/ marzo 13, 2021/ Entrevistas

Considerados como uno de los grupos más disruptivos del panorama nacional, el sonido tradicional se eleva hasta la estratosfera en la música de Califato 3/4. La banda, con miembros de Sevilla y Málaga, componen un amplio abanico de espectros musicales en un estilo único e irrepetible: folclore futurista. Con motivo de la salida de su segundo disco, ‘La Contraçeña’, los miembros de la banda Manuel Chaparro (The Gardener), Esteban Espada (Esteban Bove) y Sergio Ruiz (Serokah) se toman un descanso entre promoción y promoción para compartir junto a unas cervezas una extensa conversación para hablar del proceso de grabación del disco, el directo de Califato 3/4 o su percepción sobre la cultura y lo hortera.

Pregunta: Hace apenas un a semana que ha salido ‘La Contraçeña‘ ¿Qué tal ha sido el primer feedback después de un segundo disco tan esperado?

Respuesta: Nosotros lo sacamos y hemos estado en Madrid para promo, pero los mensajes que nos han mandado la gente es muy positivo. Estamos encantados. 

Una de las cosas que más curiosidad ha generado es que sólo habéis lanzado el disco en Bandcamp, una plataforma que apoya mucho a los artistas en temas como la obtención de ingresos. 

Sí, el bandcamp no es algo nuevo, mucha gente los sellos lo hace así porque si de verdad quieres apoyar a un artista hazlo comprando la música en el bandcamp, porque seguramente sean los propios artistas quienes te mandan los discos, quien te escribe tu dirección, quien se toma su tiempo para mandarlo… En bandcamp llega un 90% al creador, sin embargo con las multinacionales suele ser al revés, un porcentaje mínimo para el artista. Nos gustaba poner en valor el apoyo al artista y ahora en un momento tan chungo y sin conciertos es la única manera de un artista de tener ingresos, con la compra de su merchan, su música… También en bandcamp cuando sigues a los artistas tienes la oportunidad de comprar el disco en primicia, cuando salen discos en edición limitada con la especulación del vinilo, la sigue que sigue a ese artista puede pillarlo los primeros. Así damos la oportunidad a quienes nos siguen más de que pillen nuestra música.

Algo que hemos visto con otras bandas del sector es la reedición de sus vinilos anteriores para evitar esta especulación. 

Sí, hemos visto que se está haciendo mucho. Hay gente que está vendiendo ‘La puerta de la Canne’ y hay alguno que otro que vende el disco a más de cien euros… Más tarde o más temprano tendremos que reeditarlo, y por supuesto, se respetará el precio original del disco.

Tenéis mucha consciencia pese a vuestro crecimiento en un año del sentimiento de arraigo no sólo a los orígenes, sino también la consciencia de clase, el sentimiento de barrio.

Claro, nosotros somos gente humilde, somos buena gente. Para nosotros no existe alta cultura y baja cultura, simplemente cultura. Gente que hace cosas y gente de la que puedes aprender en cualquier momento, ausencia de ese juicio y de clase, sólo bailoteo y diversión. 

Ese espíritu se nota mucho en vuestro directo, un formato que estaréis echando mucho de menos. Estuvimos hace poco más de un año en uno de vuestro primeros como Califato 3/4 en el EMAC de Borriana, estaréis de nuevo allí este junio. ¿Cómo ha influido un año en el que Califato han tenido un gran salto exponencial sin poder trasladar vuestra música para el formato al que está pensado?

Bueno, como todo el mundo, con mucha precariedad. Nosotros tenemos esa espinita de si hubiéramos vivido otro momento y haber compartido más nuestra música en directo. Nos ha afectado de una manera en la que si no fuera por la pandemia no hubiéramos hecho este disco y este disco refleja esa rabia y esas ganas de pasárnoslo bien a pesar de lo que está cayendo a través de nuestra música.

¿En qué ha cambiado la mentalidad de Califato 3/4 en este año?

Nosotros no planeamos mucho. Nosotros vamos mirando hacia delante y viviendo el día a día sin planear mucho. Ha cambiado que muchos de nosotros hemos perdido nuestros trabajos que teníamos antes y hay mucha situación de precariedad, y aunque tengamos éxito en términos de que recibimos mucho cariño por parte de la gente, la situación de nosotros es muy precaria, además siendo nosotros más desconocidos, imagina todas las personas que viven del sector musical… 

En todo lo que hacéis desde la producción a la grabación se refleja ese pensamiento. ¿Cómo fue el proceso de grabar este disco en un lugar tan particular como un Air BnB?

Lo podéis buscar en Google, «El Choque Ideal» se llama. Es un antiguo estudio de grabación y no había fotos de cómo estaba antes, pero ahora era un piso diáfano pero conservaba ciertos elementos de este antiguo estudios. El cuarto del dormitorio tenía la mampara donde se graba las baterías, el cuarto de baño las voces… Por ahí han pasado muchos artistas como Rachel Winchester, Coldplay… Y del tecno también, que lo usaban más de retiro. Un belga o un holandés tenía esa idea romántica de montar un estudio en un sitio guapísimo y con tanta historia como Ronda para retirarse y hacer música. Nosotros lo volvimos a reformar como home studio, montamos todos los instrumentos y en la mesa del salón nos pusimos a crear, que es como solemos hacerlo, vamos a un sitio a gustito y a crear.

Así es como mejor sale, con cervecita y tranquilidad, sentirse como en casa. ¿Habéis tenido la presión de estar grabando un disco?

Ninguna, hemos funcionado exactamente igual que en los últimos dos trabajos. Con la mentalidad de desconectar en el sitio donde estamos, con música, tranquilidad y sin ninguna pretensión. 

Da la sensación de que se ha hecho un estudio muy profundo de lo que queréis hacer. ¿Dejáis algo al azar o tenéis todo muy pensado?

La mayoría de las cosas son al azar y van surgiendo en el momento de la cantidad de referentes que tenemos, que son muchos. Surge así, no hay nada demasiado pensado, todo lo contrario. 

Habéis puesto en cada canción cuáles son las personas o bandas que os han inspirado para cada uno de los temas. Desde Antonio Molina a The Clash. ¿Cómo surge crear desde ese punto?

Sin ningún prejuicio en ningún sentido. Somos cinco personas que no tenemos esa formación a la hora de componer y no componemos como un grupo tradicional de ponerse todo el mundo a componer. Trabajamos todos vomitando ideas y tocando cacharros delante del ordenador, proponiendo y tocando cosas. 

Lo que pinchamos en directo surge cada vez de una manera, entonces lo mismo partimos de un sample que de una letrilla. Surge sin pensar qué estilo queremos hacer, a veces surge de unas maneras y otras de otra, pero como tenemos tantas referencias en nuestras mochilas puede salir desde música cañí a electrónica o soul. Adaptamos cualquier genero a nuestro rollo, lo que nos pida la canción. Empezamos a pintar y el cuadro se va haciendo solo, sin planificar nada. Las 13 canciones son fruto del momento en el que estamos, si nos vamos ahora saldrían otras cosas. Es todo visceral e instantáneo. 

Es como aquello que dicen de una fotografía, aunque quieras hacerlo igual, es imposible porque el tiempo ha cambiado. 

Exacto, si llevas un micrófono o una cámara, ese punto de vista y esa grabación sólo lo tienes tú. Refleja el espíritu de aquello que se está viviendo allí. Todas las canciones que tienen colaboradores ha nsido un proceso más largo y cuando salieron de allí eran demos muy verdes pero todas se terminaron. No hay nada de Califato 3/4 que no se haya terminado. 

Hay una cosa que a los músicos nos os gusta nada pero a la prensa nos ayuda mucho, y es etiquetar. Para vosotros hemos pensado una etiqueta como «Electrolerele». 

Para nosotros folclore futurista es mejor, es que lerele tiene unas connotaciones negativas, un poco a broma… A nosotros nos gustan las etiquetas, cuando sacamos discos nos etiquetan como discos de ambient, de techno, de flamenco… Las etiquetas son guays, lo que pasa es que tienes que poner un montón para definir un disco. Electro lerele podría ser perfectamente el «Te quiero y lo çabe«, es una canción muy petarda.

La música de raíces, arraigada a la tierra, está siendo más patente de un tiempo hacia acá. Grupos como Baiuca, Rodrigo Cuevas o Boyanka Kostova están haciendo algo muy moderno o futurista sin salir de la tradicionalidad de su contexto. 

Quien lo hace de corazón va a tenerlo siempre ahí, es verdad que ahora hay más auge, pero es una cosa más. Esto siempre se ha hecho, aquí en el sur, grupos como Veneno, Smash o Pata Negra... Grupos que surgieron de escuchar la música que venía de las bases militares de Morón desde California como la psicodelia y la hacían a su rollo. Solo que antes lo moderno era coger lo de fuera y hacer lo tuyo, y ahora en un mundo tan globalizado es darle la vuelta. Coger algo de aquí, algo que podría ser considerado rancio y darle la vuelta. Hackear lo tópico, buscar ahí la vanguardia. 

Puede que en parte quitar ese estigma está colaborando gracias a artistas que lo están haciendo desde el mainstream como C. Tangana y que ahora se traslada a los medios tradicionales. 

Que cada uno haga lo que quiera, el mainstream siempre ha bebido del underground y siempre ha sido así. No es muy ético pensar que puede ir de abajo hacia arriba y no al revés de las influencias que se bebe. La música de barrio y la expresión el barrio siempre está ahí, ahora hay más moda, pero el mundo de la electrónica que es muy vanguardista y underground con cero visibilidad siempre han ido por delante y esa música se ha acabado incorporando en el mainstream, como Madonna.

Desde hace un tiempo parece haber surgido una oleada de músicos como Dellafuente o Derby Motoretas Burrito Kachimba que parece acercar la música de raíces a grandes públicos y festivales. Califato 3/4 no habéis tenido a penas tiempo de actuar en ninguno, pero imagino que no habrán faltado ofertas.

Está muy bien que en los festivales haya mas diversidad y no sean siempre los mismos grupos y el mismo rollo de siempre. A nosotros eso nos alegra, queremos que haya de todo. 

También es como los pisos turísticos, ahora con el Covid se ha perdido mucho y se ha querido que la gente de aquí lo alquile; los festivales han tenido que darse cuenta de que hay que contar con la música de aquí y toda la gente que está haciendo cosas personales y que sean de aquí. Igual ahora es inviable contratar a gente de fuera, pero también es bueno poner en valor a toda esa gente que ahora está haciendo cosas desde lo local, lo provincial y apostar por la gente que hace cosas de aquí que siempre han sido los nombres pequeños en los festivales grandes. Se mitifica un montón a las bandas, pero la música es un oficio.

Las referencias a la cultura pop son frecuentes en La Contraçeña, desde Rocío Jurado a Carmen Porter o Darth Vather. ¿Cómo se crea esa amalgama?

Mezclamos la cultura popular como iconografía pop, para nosotros Carmen Porter es un icono, la matriarca de Cuarto Milenio, Rocío Jurado es la más grande, nos gusta «El Penumbra»… Los personajes van un poco en nuestro rollo, buscar nuestros referentes y usar la cultura popular como cultura popular. Es como el refranero, algo que es de todos y que todo el mundo se puede sentir identificado. 

¿Es necesario quitar la etiqueta de «kitch»?

En la basura también se pueden encontrar diamantes, desde lo más casposo puedes cambiarlo y darle la vuelta. Mola lo hortera, si te sale así, que sea así del tirón. El disco de ‘Puerta de la Cânne’ es muy kitsch, 

Totalmente

Es una cosa más que puede salir así, como te salga, comunicas con ello. Quizás no tenemos ninguna simpatía por un grupo de Death Metal pero conecto con ellos al ver un estilo muy propio, si es honesto y se disfruta de ello transmite por muy poco que tenga que ver contigo. A nosotros también nos gusta el sonido petardo «to guapo», un poco en la línea de que hay que quitar la idea de qué es guay y qué no lo es y quitar prejuicios de no coger algo por si mola o no. La finalidad es conectar cada uno con su público, si nosotros no mezclamos estilos no nos parece natural, no nos gusta. Huimos de que se nos etiquete de algo, damos muchos volantazos. 

Se nota en los singles del disco. 

El disco lo hemos ido dosificando en los singles y cada uno iba en una dirección. El disco se debería haber llamado ‘El Volantazo’. Ninguna canción es representativa del disco, pero es el disco. Está hecho para comprenderlo cuando escuches todo. 

¿Tenéis ganas de tocarlos en directo? Es bonito enfrentarse a una canción de semana santa y pasar a «Te quiero y lo çabe», choca mucho el contraste. 

En directo puede ser muy divertido, estamos deseando tocar ese tema en directo, es muy enérgico. Esa variedad se ve en grupos como Massive Attack, su concepto pasa por tocar muchos estilos. Somos DJs y productores, podemos hacer una canción en una misma línea, pero también hacer freestyle e innovar y mezclar cosas, ir de un lado a otro a lo que te encuentres. 

¿Apostaréis de nuevo por una puesta en escena audiovisual en el directo de Califato 3/4?

En Burriana estuvo muy guapo, estuvo Diego 94, que colabora con nosotros con proyecciones cuando se puede pero el da un componente audiovisual muy guapo. Si podemos y todo sale bien estará, pero ahora mismo es difícil por el tema de los conciertos, tenemos que ir paso a paso pero desde luego es un componente que queremos tener en nuestro shows. Conforme vayamos pudiendo hacerlo y la economía y efusividad nos lo permitan, irá apareciendo cada vez más. Es natural, un grupo va creciendo en todos los aspectos y cada vez queremos que sea más potente.

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Wrestler con gafas. Director frustrado de documentales sobre grupos pequeños. Generación vacía.

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