La necesidad de contaros Bernal en El Sol

/ febrero 10, 2025/ Crónicas

El cuarteto valenciano hace suya la noche madrileña dentro del Inverfest

El pasado viernes 7 de febrero, la sala El Sol de Madrid se convirtió en el epicentro de una noche memorable con un lleno absoluto para recibir a Bernal. Antes de que los valencianos tomara el escenario, los jovencísimos Destellos se encargaron de abrir la velada con su energía arrolladora y la promesa de un primer trabajo discográfico en camino.

El público, ansioso, no tardó en entregarse al cuarteto valenciano desde el primer acorde. El ambiente era electrizante, con pogos desatados y una conexión palpable entre la banda y sus seguidores. Cada canción resonaba con una intensidad emocional que iba directa al pecho, especialmente para aquellos que nos encontramos entre la mitad de los 20, más bien entrando en los 30 que encontramos en sus letras un espejo de nuestras propias incertidumbres. Yo tuve la suerte –o la desgracia– de descubrirlos en una época de mi vida llena de dudas, y cada una de sus canciones parecía hablarme directamente, como una especie de conciencia en clave de midwest.

La propuesta de Bernal ha sido, desde sus inicios, más que original. El grupo ha logrado un collage perfecto entre un género aún poco extendido en el panorama nacional, el midwest emo—al estilo de bandas estadounidenses como American Football, Modern Baseball, Glocca Morra o The World Is a Beautiful Place & I Am No Longer Afraid to Die—, y sonoridades más cercanas al indie patrio. Todo ello acompañado de letras introspectivas e intensas, que en ciertos momentos recuerdan la profundidad de bandas como Viva Belgrado

En septiembre de 2023, Bernal lanzó «La necesidad de contarlo», un EP que sirvió como puente entre su primer trabajo “¿Qué tal todo allí fuera?” y el que ahora preparan. Una pequeña píldora de su música que, aunque breve, condensaba toda la esencia de la banda y su manera de convertir lo cotidiano en himnos generacionales. Entre sus temas destacó ‘Alivio Intermitente’, que rápidamente se catapultó a uno de los más reproducidos de su discografía, convirtiéndose en una pieza fundamental de su repertorio en directo.

Eduardo, el bajista, caracterizado de una especie de Hitman en bata, aportaba una estampa tan intrigante como divertida al espectáculo, mientras que el sonido envolvente de la sala potenciaba la energía de la banda. Mientras tanto, la banda nos informaba de que este pasado verano estuvieron grabando lo que será su segundo disco, un dato que desató aún más expectación entre los presentes, especialmente cuando aprovecharon la ocasión para presentar en directo uno de sus nuevos temas junto a Carlota, de Firmado, Carlota.

La ironía tampoco faltó en la noche, con Bernal bromeando sobre su peculiar ‘patrocinador oficial’: una lata de aceitunas que apareció sobre el escenario como un guiño a su homonimia. Pero también hubo momentos de profunda emoción, como el final del concierto, cuando dedicaron unas palabras a las víctimas de la DANA, recordándonos que no debemos olvidar a la gente de Valencia y seguir apoyándoles desde todas las partes del país.

Y si había algo que evidenciaba la comunión entre Bernal y su público, fue el cierre del concierto. ‘Parques’ y ‘Ranelagh’ se han convertido en auténticos lemas para sus seguidores, y esa noche lo dejaron claro. No hacía falta que la banda los cantara: el público los recitó de principio a fin como si de un mantra se tratase, dejando una estampa que reafirma el lugar que Bernal ocupa en la escena y sobre todo dentro de las entrañas de muchos.

Fue una noche de contrastes perfectos: desde la euforia colectiva en la pista hasta los instantes de introspección que traen consigo las letras de Bernal. Con su talento y su autenticidad, la banda demostró, una vez más, por qué su nombre sigue resonando con tanta fuerza. Y es que, ojalá volver a aquellos días, volver a aquellos tiempos, en los que descubrimos a Bernal por primera vez.

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Cazador de ibericracks.