Impacto Vudú: capturando a Moby Dick

/ diciembre 1, 2023/ Crónicas

Los donostiarras barren Madrid con su rock indie enérgico y desenfadado

Sábado 25 de noviembre, Sala Moby Dick. Desde Donosti nos llegaba, como si de galerna se tratase, un vendaval de energía y buena música acompañando a Gorila Flo. Su nombre: Impacto Vudú.

Tras unas buenas horas de carretera recorriendo la larga meseta castellana hasta llegar a la capital, los donostiarras ya se encontraban preparados y ansiosos para mostrar todo su repertorio al gran público que llenó la Moby Dick. El primer golpe vino desde la garganta de Luis, el cantante. Estas cosas del directo, que cuando menos te lo esperas te juegan una mala pasada. Pero con unas cerves y ganas todo se resuelve, y sin duda, yo creo que nadie notó la problemática. El show siguió y por todo lo alto.

Vamos al lío. Los Impacto comenzaron el recital con su grandísimo ‘No pasa nada’, una oda a la no toxicidad en las relaciones, cómo explicar con cariño que el amor no es X o Y, sino que fluctúa. Es una gran entrada para demostrar su indie rock duro pero romántico, con letras muy ingeniosas y estribillos más que pegadizos. Como prueba de ello el apoyo constante de los forofos de la Moby.

https://open.spotify.com/track/19ofn32iSPKdtr3wMUu1mv?si=wdG15BZ3QB6klexTPqatUw

Siguen con ‘Toda la Semana’, y aquí hago una parada para hablar de las letras de estos chicos. Frescura, juventud, historias bien contadas y cercanía. Impacto Vudú nos narra en cada uno de sus temas un asunto diferente, haciéndonos recordar muchas vivencias propias. Como que yo no me he pasado toda la semana viendo vídeos de YouTube en mi cama…

Otro punto a tener en cuenta en el concierto fue la calidad del sonido. Así, sí. Joder, cómo sonaba todo: las líneas de bajo, las melodías y, sobre todo, la guitarra principal, destacando en cada solo gunsandrosesco de los que bien orgulloso estaría Slash. Todo esto nos lo mostraron con creces en uno de los nuevos singles, ‘Profesional’, que junto a ‘Argia’, han sido las últimas píldoras que nos han ido dejando.

Tras bajar las pulsaciones con ‘Carrera Espacial’ y convertir la sala en un salón de baile para unos buenos agarrados llegó ‘Patinete’. Un tema divertido donde los haya, es uno de estos que nos cuentan una historieta, soltando una proclama hacia los malditos patinetes eléctricos y su temerosa conducción. Por otro lado, este tema tiene para mi uno de los mejores estribillos, que bien me lo he grabado hasta la médula: «mis ojeras me dicen que nunca debí intentarlo, mi cabeza me dice lo contrario, nunca debimos arriesgarnos…» y a continuación, tremendo solo.

‘Otro Año Más’ versa a la autoterapia como cantaba Izal. Un rollito mucho más indie para hacer hincapié en que debemos pensar en nosotros, y esa es la única forma de seguir adelante ante los golpes de la vida.

Posteriormente nos presentaron lo que será el nuevo single, ‘Si nadie nos separa’, que se vendrá en los próximos meses. En este momento ya se acercaba el colofón, una mascletá de temardos para acabar de reventar la fiesta. Primero ‘Barrio’, uno de mis temas favoritos de la banda, aunque decir esto va a dejar de tener sentido a este paso… «Quiero volver a pasear por las calles de tu barrio sin tener porque pensar en motivos y en horarios», arengan proclamando un Schengen sentimental. Y es que, vaya capacidad de crear grandes estribillos. Salvando las distancias estilísticas, me recuerdan en esta habilidad a Three Days Grace, consiguiendo hacer pegadizas todas sus tonadillas.

Amenizando el ecuador con un reverendo solo de batería para sacar los instintos más primitivos de la audiencia que exhalaba alaridos y bufos se aproximaba el final. El ambiente era increíble, y el público se lo recompensó cantando a unísono coro ‘Nada que hacer’. Y ahora sí, ‘Ricardo Montes’. Este tema es como leerse un tebeo de Ibáñez en verso y sacar los pasos prohibidos. Os invito a darle una escucha y seguir la vida del pobre Ricardo.

Finalmente, tras el reciente single ‘Argia’, pusieron la guinda al pastel versionando ‘Toro’, de El Columpio Asesino con ya todo el mundo con unas ganas tremendas de bailar toda la noche. Lo consiguieron sin ninguna duda.

Tras el concierto tuve la oportunidad de charlar un rato con Luis para comentarme un poco sobre el proyecto y el origen del grupo. Básicamente son un grupo de colegas que escriben sobre sus vivencias, el amor, la precariedad juvenil y anécdotas diarias. Su mayor deseo y placer es tocar por salas y girar por la geografía española mostrando su música, cosa que llevan haciendo los últimos años. Me comenta que este próximo año lo van a dedicar a componer lo que seguramente vaya a ser su primer LP, con la intención de seguir impactando en cada bolo que ofrezcan.

En definitiva, Impacto Vudú es un gran grupo, muy prometedor y una muy interesante apuesta del panorama indie rock emergente. Espero verlos pronto por más escenarios y sobre todo festis, ahora que empiezan las confirmaciones, y que nos sigan embriagado de la frescura y caña habitual con cada uno de los próximos trabajos que nos vayan soltando. Chicos, nos vemos en las salas.

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Cazador de ibericracks.

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