Idles – Crawler | Reseña

/ noviembre 17, 2021/ Reseñas

Cuarto álbum del quinteto de Bristol, que de alguna manera nos enseñan la forma correcta de evolución del post-punk en el siglo XXI

Discográfica: Partisan Records

Lanzamiento: 12/11/2021

Género: post-punk / after-punk

 

 

 

Tras la muerte del post-punk a mediados de los 80, sin ninguna “brújula” que nos guiara, renace, a través de declamaciones dignas de Mark Smith (The Fall) y la agresividad propia de Gang Of Four, este maravilloso género que nació en respuesta al ya extinto movimiento punk: estoy hablando de Joe Talbot y de su banda IDLES.

Después de su anterior trabajo, “Ultra Mono”, con el cual se alcanzó una potencial perfección, nos preguntamos si serían capaces, ya no solo de mantener el nivel, sino de sorprendernos y si habría un cambio de registro. Tras escuchar su adelanto, “The Beachland Ballroom”, que en mi opinión, no dejó a nadie indiferente, se pudo ver de qué es capaz esta banda inglesa. Así ocurre con el resto del álbum, del cual se podría decir que, en los pocos 46 minutos que dura, te coge, te agita y abofetea hasta llegar a su fin.

Esta nueva entrega, analizando sus álbumes anteriores, Mark Bowen, ha conseguido un sonido más limpio y compacto, y todo esto orquestado alrededor de las muy trabajadas letras de Joe Talbot. El arte guitarrero de Lee Kiernan, en mi opinión, evoluciona de un proto-punk a un sonido descrito perfectamente en el famoso álbum “Pink Flag” del grupo Wire, a esto se le suma una línea de bajo menos lineal, llegando a incorporar mínimas florituras que aportan a la canción una gran base. La guinda a este juego floral propuesto es la suma esas letras de temas tan dispares, pero con un denominador común: la crítica social. Todo esto hace que escuchar este disco sea un equivalente directo a ser impactado por un denso cubo de cemento, pero decorado con cenefas y mosaicos grecolatinos.

A pesar de la concepción de sus anteriores trabajos “como un monolito de pegada inmediata”, como muchos han descrito, este último trabajo de Idles es mas reflexivo y cargado de contenido mas personal por parte del cantante. El disco recoge experiencias personales como el problema del alcoholismo en su familia, en “The Wheel”. También Joe Talbot habla de su ya pasada adicción a las drogas, contenido distribuido en varias canciones, en las que se habla desde la asunción de que hay un problema (“Crawl!”), hasta la recuperación total (“Progress”, título muy acertado), pasando por el relato de su ciclo de recuperación, recogido en la canción “Meds”, llegando a contar como tras estar recuperado, los mensajes con su drug dealer le comían la cabeza (“Wizz”). Esto no es todo el contenido autobiográfico que esta esparcido en el disco, también se cuenta la mala experiencia del vocalista en un accidente de coche, en el que llego a rozar la muerte (“MTT 420 RR” y “Car Crash”).

Una cosa sí que se mantiene constante a lo largo de los álbumes de la banda: Esa etiqueta de factoría de himnos, un elemento que rechaza mucho el cantante Joe Talbot (tanto que en su anterior álbum le dedica una canción, “The Lover”), y aun así lo han vuelto a hacer. Esto se cumple sobradamente en canciones como “The New Sensation”, que denuncia la hipocresía de los políticos británicos o en el brutalismo rítmico de “Stockholm Syndrome”, usado para exponer la errónea idea de juzgar a la gente por su apariencia.

Después de haber sido aleccionados sobre diversos temas, llegamos al ultimo corte de la cara B del LP de Idles, y ahí nos espera “The End”, que, a mí, de una manera totalmente irracional, me evocó, con solo leer el título, al mítico tema de la banda The Beatles, nada más alejado. Esta es una canción que, a mi parecer, es de las menos inspiradas, pero que veo destacable por el leitmotiv y mensaje que surgiere y repite a lo largo de la pista y es ese “In Spite Of It All, Life Is Beautiful” que de algún modo es el sabor de boca que te deja el disco al final de este alocado viaje que nos plantean.

IDLES lo ha vuelto a hacer. Han compuesto un álbum más autobiográfico y duro de lo que nos han acostumbrado y que, al escucharlo, te evoca desorden y caos mental, pero, en realidad, cada uno de los elementos que lo componen están elegidos y ordenados meticulosamente, todo tiene un motivo y una razón de ser. Nos vuelven a dar una bandera y a enseñarnos que están en nuestro mismo lado.

 

Ya puedes escuchar el disco en Spotify, Apple Music y Amazon Music.

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