Arctic Monkeys – The Car | Reseña
Séptima entrega de los de Sheffield y que para beneficio de los amantes de la música no suena como nada que hayan sacado antes
Discográfica: Domino Records
Lanzamiento: 21/10/2022
Género: Pop-rock, pop barroco
Tras explorar y recorrer, con éxito, cada rincón del rock, como ya hicieron en sus 5 primeros trabajos, por todos es sabido que ya toca no repetir la misma fórmula, toca “hacer un David Bowie” y evolucionar de manera proporcional con el paso del tiempo y las experiencias. Así ocurrió con el tan polémico “Tranquility Base Hotel and Casino” de Arctic Monkeys, disco de una exquisitez tal que no es para todo el mundo. En mi opinión, después de “AM” tocaba un cambio conceptual, tocaba cambiar la composición a través de la guitarra para componer a través del piano, lo que ha proporcionado un cambio más que notable desde el “TBHC”.
A los fieles seguidores de la banda, cuando se anunció este nuevo disco, y más las horas antes de escucharlo, nos invadía un sentimiento como de miedo e intriga, temíamos que este álbum en lugar de ser una evolución musical fuese una prolongación o incluso una acomodación en ese sonido que Alex Turner tiene inherente desde 2016 con el casi olvidado “Everything You’ve Come To Expect” de The Last Shadow Puppets o con “Tranquility Base Hotel and Casino”. Como habréis podido notar, no tiene nada que ver. Como ya dijo Alex Turner en una entrevista, el disco anterior se trataba de un viaje a la luna y tras escuchar esta última entrega se ve, y se entiende, esa alegórica vuelta a la tierra que ya anunció en este disco. Es algo que no se puede explicar y que quizá escape a la narrativa.
Este nuevo álbum, posee un sonido mucho más limpio, sobrio, minimalista e incluso conciso (se me ocurren un sinfín de adjetivos), aunque en comparación con la anterior entrega, tiene un sonido mucho más elegante. Visualmente mantienen la misma estética que traen desde 2018, con un Alex Turner en su máxima expresión crooner. Este disco no es solo los cuatro chavales de siempre, sino que en la producción se encuentra por cuarta vez consecutiva James Ford, que sabe captar a la perfección las intenciones de la banda. El disco cuenta con la ya habitual colaboración de Tom Rowley y todo grabado en la tranquilidad del priorato de Butley.
La nueva entrega de los Arctic Monkeys arranca con dos de los tres adelantos que la banda ya había publicado, “There’d Better Be A Mirrorbal” y “I Ain’t Quite Where I Think I Am”. Sabíamos que eran increíbles canciones, sobre todo la segunda que era más reciente y que tenía una guitarra con wah, que a más de uno le llamó la atención. Una vez pasamos estas dos, previamente conocidas, nos adentramos en un mar de canciones totalmente nuevas. La primera en aparecer y dejarnos boquiabiertos es “Sculptures Of Anything Goes” (está escrita juntamente con Jamie Cook), que recuerda a la etapa oscura de David Bowie con canciones como “Wild Is The Wind”, aunque Alex Turner en una entrevista asegura que la inspiración viene de otro sitio. El disco sigue girando y llegamos al último corte de la cara A del LP, donde se encuentra “Body Paint”, que abre con un piano Wurlitzer para la posterior entrada de Alex Turner con un falsete suave, sin proyectar mucho la voz y así deslizarse por la letra de la canción hasta a mitad de ella romper con una guitarra son una distorsión limpia y convertirse en una canción totalmente distinta.
Damos la vuelta al disco, que comienza con la canción homónima al disco y da paso a cuatro canciones más, que recuerdan a esa música de principio de los 70, más concretamente el disco de 1971, “What’s Going On” de Marvin Gaye, mezclado con la dinámica de Leonard Cohen y Ronnie Hilton. Cabe destacar pistas como la elegante “Hello You”, la agradable y alocada “Mr Schwartz” y el broche final que es ese “Perfect Sense”.
“The Car” es sin duda un álbum excepcional, con canciones llenas de etiquetas, pero ninguna de ellas es esta: simple. Son canciones sin ningún estribillo, ni siquiera un leit motiv y llenas de unos impresionantes arreglos de cuerdas que desde The Last Shadow Puppets nos tienen acostumbrados a traer. Este álbum culmina una evolución más que sobresaliente por parte de Arctic Monkeys, un álbum que será una delicia para los amantes del progreso, con una música que refleja de una manera más sincera quienes son ahora mismo ellos, ya que el tiempo y la madurez moldean la forma de ser de uno. Es un álbum que cambia por completo la tónica de música sexy y actitud de chico malo que traía el “AM” por una dinámica en la cual uno se imagina a Alex Turner esperándote abajo de la escalera y tú vestido elegante para la ocasión, que no es otra que bailar abrazado a él durante los 37 minutos que dura el disco.
Ya puedes escuchar «The Car» de Arctic Monkeys en Spotify, Apple Music y Amazon Music.
En calidad de esperpento