Pogos y lluvia de cerveza con Cala Vento en el Tomavistas Extra
“Puntuales” a las ocho, como avisaron por redes, aparecieron en el escenario de esa especie de teatro romano del parque Enrique Tierno Galván, dentro del ciclo de conciertos del Tomavistas Extra, los chicos de Cala Vento. Al ritmo de un flabiol y un tible, los de l’Empordà comenzaron un show que abrió con “La comunidad” para afianzar de alguna manera esa complicidad que, ya de lejos, tienen con el público madrileño, al grito de “Que en la comunidad de la comodidad / De la normalidad del eterno confort”. Consiguieron ese estado de euforia que buscaban y que se mantuvo a lo largo de todo el concierto, sin ningún tipo de bajón.
El espectáculo hizo un repaso, bastante representativo, de toda esa discografía que mil veces hemos escuchado y que a mí, particularmente, no deja de gustarme. Es más, le encuentro matices que me hacen apreciarla más, todo esto en el pequeño intervalo que se les dejó. Se pasó por temas como “Unos pocos y otros tanto” de su primer EP, también por otras canciones como “Historias de Bufanda”, “Solo ante el peligro”, el obligado “Gente como tú” y “Abril”, además de aquel bombazo que sacaron con Amaral, «Teletecho», que a pesar del relativo poco tiempo que lleva fuera, todos hemos gritado infinidad de veces. Les dio tiempo hasta de tocar una canción de su próximo disco, que la verdad sonó muy bien y nos deja con ganas de escuchar el resto de pistas.
El concierto fue una sucesión de pogos, en los cuales no pude resistirme a participar, que fueron de mayor intensidad en aquellas canciones del primer disco del conjunto. El público se volvió loco con “Isabella Cantó”, “Estoy Enamorado de Ti” y, especialmente, con la ya citada “Abril”, donde la banda se adueñó de esa licencia que se toman los DJs en determinadas canciones donde juegan con el momento del estribillo de la canción, consiguiendo que el público picase y rompieran ese círculo “pre-pogo” que se suele formar en canciones con un estribillo con gran pegada antes de tiempo, como fue el caso. El público también enloqueció con canciones como “Isla Desierta” y “Gente como tú” donde más de uno se dejó la garganta.
Como todo lo bueno tiene un final, el concierto, o el instante de locura (como fue para la gran mayoría), terminó con una gran ovación merecida, mientras Joan y Aleix se despedían al ritmo de “Bailando” de LA ÉLITE. No podía haber nada más apropiado para acabar un conciertazo de Cala Vento.
En calidad de esperpento