Presenciamos la magia sobre el escenario de los portugueses NAPA
Asistimos a su primer concierto en solitario en Madrid en el espacio Live Las Ventas el pasado viernes 14 de noviembre
En abril, durante la PreParty ES, tuvimos la oportunidad de charlar con NAPA, banda portuguesa que representó al país luso en la pasada edición del Festival de la Canción de Eurovisión, celebrado este año en Basilea (Suiza). Hablando con ellos nos quedamos con ganas de descubrir qué ofrece su proyecto más allá de ese ‘Deslocado’ (trad. Desplazado) que nos presentaron en el festival, y que tras la Gran Final del concurso terminó convirtiéndose en todo un éxito en TikTok. Parecían tener referencias musicales claras y definidas, con un estilo único y personal que fusiona esa clásica canción portuguesa que a todos nos recuerda al reconocido Salvador Sobral con toques indie, rock y funk, con una esfera lo-fi alrededor en todo momento. Fuimos a descubrirlo a la Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid en el espacio Live Las Ventas, y no nos decepcionaron.

Me sorprendió por algún motivo que la inmensa mayoría del público fuesen portugueses. En un momento, el cantante, guitarrista y frontman Guilherme pidió que todos los portugueses de la sala levantasen la mano, y resultaron ser mayoría. Mi amiga me dijo: «¿quién va a venir a esto aparte de portugueses y eurofans?» y resultó tener bastante razón. Sin embargo, mereció la pena descubrir el directo de NAPA, al fin con instrumentos enchufados (al contrario que en la PreParty o en Eurovisión) en un espacio con una acústica que desde luego sorprendió para bien. Aunque no todo era gracias a la sala, pues la destreza con los instrumentos del quinteto proveniente de Madeira es indiscutible.
Destreza con los instrumentos mezclada con una gran conexión con el público, especialmente a través de Guilherme, que aunque era el único que hablaba, sabía de sobra cómo conectar con la audiencia en todo momento. En un tema, pidió que la mitad de la sala corease el estribillo en confrontación a la otra mitad, a ver quién lo hacía más fuerte.

Realmente asistí al concierto por el mismo motivo que casi todo el público: para poder escuchar ‘Deslocado’ en directo. Y ojo, que como comentaba ya lo había hecho previamente en la PreParty, en una versión mucho menos especial y más reducida con todos los instrumentos a modo de backing tracks.
Sin embargo, había verdaderos fans de NAPA aquella noche en Las Ventas. Especialmente en las primeras filas. Decenas de personas llorando con los temas más emotivos del quinteto. Con visuales hiper sencillos de un degradado, ambientaron de estética lo-fi un concierto de lo más chill, con vibras alegres y positivas influenciadas por el funk, la canción de autor y el rock. Presentaron algunos temas más cañeros que otros, pero en definitiva se creó una atmósfera de lo más interesante.
Como decíamos antes, la calidad musical de la banda es su atractivo personal. Notamos que estamos ante verdaderos profesionales en el momento en el que cada nota de cada tema está rigurosamente cuidada, y sobre todo en cómo eran capaces de enlazar un tema con otro, orquestando un espectáculo sin igual. No había prácticamente momentos de silencio, sino transiciones, a veces casi invisibles, entre las distintas canciones del set, que nos dejaron con la boca abierta.
Algunas transiciones llegaron incluso a hacernos reír, como cuando en torno al final decidieron tocar una versión instrumental del famoso meme ‘We are number one’ que se popularizó en 2016 pero sigue formando parte del imaginario. Fue algo que rompió con la estética chillout del concierto, pero de forma positiva, especialmente para quienes reconocimos el meme. De hecho, los instrumentistas a veces recreaban otras canciones de memes de forma más improvisada. Fue sin duda algo llamativo dentro de la profesionalidad que irradiaban. Pero es que hasta tocando un meme de Lazy Town conseguían sonar bien. Absolutamente increíble.
Entre otras transiciones destacamos también el solo de tambores del percusionista añadido para esta gira, que aumenta a seis el número de miembros sobre el escenario de los conciertos de NAPA. También se realizó la clásica en la que el cantante se quedó solo sobre el escenario para interpretar uno de los temas más calmados de la banda — junto con ‘Enredos’, que sonó al inicio del setlist y que fue de las canciones que más emocionaron al público. Según el tema avanzaba, los miembros de NAPA regresaban al escenario marcando el ecuador del concierto.

Sonaron temas de sus dos álbumes bastante entremezclados: «Logo Se Vê» (2023) y «Senso Comum» (2019), ambos previos a su paso por Eurovisión. De los dos singles posteriores a ‘Deslocado’, de hecho, únicamente sonó ‘Infinito’. ‘Se Eu Morresse Amanhã’, uno de los temas más destacados de la banda más allá de su famoso hit, fue de las últimas canciones en sonar aquella noche. Con un estilo mucho más rockero y punk, hicieron que todo el mundo se agachase para acompañar el break del tema.
Y tras ese momento, llegó la hora: por fin pudimos escuchar ‘Deslocado’. Guilherme lo presentó como «LA canción» del grupo, aquella que todos esperaban escuchar. Lo mejor, claramente, se dejó para el final. Y es que este tema, a pesar de su estilo lo-fi e indie, completamente fuera de los clásicos esquemas eurovisivos, no sólo consiguió pasar a la Gran Final del certamen europeo, en la que muchas propuestas de este estilo más alternativo siempre suelen quedar fuera; sino que también se convirtió en todo un éxito de masas en la plataforma TikTok, como ya había ocurrido otros años con otras canciones de Eurovisión que pasaron desapercibidas en el certamen como ese ‘SNAP’ de Armenia en 2022. Ha puesto banda sonora a millones de vídeos cortos veraniegos sobre la nostalgia y la angustia de no sentir que perteneces a un lugar, que es sobre lo que habla el tema: sentirte desplazado porque el lugar donde vives no te recuerda a tu casa. Un himno dedicado a Madeira, su isla natal. Una melodía y una letra con la que miles de personas se han sentido identificadas con un mensaje universal que la ha llevado a ser de las canciones en portugués más exitosas de la historia.
Y cuando les entrevistamos, allá por abril de este año, no se esperaban esto para nada. Nosotros nos alegramos mucho de que al fin se haya dado voz a propuestas interesantes y originales que forman parte del concurso eurovisivo.
Para este tema, alargaron el estribillo una vez más, y luego lo tocaron por última vez abrazados sobre el escenario prácticamente a capela. Los instrumentistas se despojaron de sus instrumentos para ponerse al frente y abrazar a Guilherme, que mantuvo su guitarra y sostuvo su voz para cantar con el público de la forma más íntima posible. Así se despedían NAPA, no sin antes haber agradecido con todo detalle, nombres y apellidos a cada miembro de su crew y al equipo de Madrid que les había ayudado tanto a organizar el concierto como con labores como las luces o el montaje del escenario. Y, por supuesto, a todos sus fans.

Todavía, tras ese momento, hubo espacio para un bis, y NAPA regresaron haciéndonos creer que su concierto no terminaría nunca con esa animada y funky ‘760′ de su primer álbum, que gran parte del público reconocía y cantaba con alegría. Una manera de cerrar la emoción de ‘Deslocado’ sin dar por terminada la fiesta con un tema final tan bailable. Y es que, genuinamente, se alargó tanto que parecía que el concierto no iba a terminar jamás.
Pero todo lo que empieza acaba, y todas las cosas bonitas terminan con un final. NAPA desearon volver pronto a España, y nosotros también deseamos que lo hagan, con nuevos temas bajo el brazo. Resulta bonito poder acoger propuestas originales de otros países que no solemos tener tan en cuenta dentro de la industria musical global. Al final de eso va la música, y sin duda de eso debería ir Eurovisión, aunque por desgracia todos sepamos que eso ya no es así. Al menos nos queda la música, al menos nos quedan propuestas interesantes y bien trabajadas como la de NAPA.
redactora y fotógrafa. me paso la vida en conciertos, estudio comunicación audiovisual y soy muy fan de los planetas y de las mujeres que gritan. ah y toco la guitarra en una banda llamada candace














