El Jardín de las Delicias se despide del verano con dos veladas irrepetibles
El festival reunió a más de 55.000 asistentes en sus dos noches llenas de música y experiencias
Hace justo tres años que tuve la oportunidad de cubrir mi primer festival para Nuevas Frecuencias. Tres años desde que conocí el Jardín de las Delicias en su edición del 2022.
Desde entonces, no había tenido la ocasión de volver a disfrutar de su magia y de su ambiente colorido y energizante. Por ello, la sorpresa al ver cómo ha aumentado la inversión en estos últimos años ha sido, cuanto menos, grande y satisfactoria. El festival sigue creciendo, pero manteniendo su esencia, y eso es una buena noticia para los amantes de la música en directo, como nosotros.
En la primera velada, el viernes 19 de septiembre, tuvimos la oportunidad de volver a ver a Paul Alone. Lo vi en su primera Joy Eslava en noviembre de 2022 y, este año, he sentido que me reconciliaba por fin con ese sentimiento «complicado» que me dejó aquella vez. Se nota que en estos tres años se ha soltado mucho más (sin duda, las primeras veces no siempre nos permiten disfrutar de la experiencia, y la práctica y las tablas son las que terminan consagrándonos en nuestras carreras).
Además del show del pamplonés, también pudimos disfrutar en el Escenario Bosque Ahorramás de algunas otras bandas que están llamando a la puerta de nuestras playlists: Yacaré, Lemot, LaFama, Éxtasis y, los tan esperados, Michael Foster (que, por desgracia, tuvieron varios problemas de sonido que se llevaron consigo gran parte de su directo).
En el escenario principal, bautizado un año más como Escenario Endesa, se vivió una mezcla entre las nuevas generaciones y aquellos nostálgicos dosmileros. Disfrutamos de las actuaciones de Depol, Tu Otra Bonita y Hermanos Martínez por un lado; y, por otro, de Nena Daconte (que está viviendo cierto resurgimiento en las listas debido a la viralización de su canción, ‘En qué estrella estará’, del 2006), los tan esperados Mikel Izal y Melendi (quienes dieron un buen repaso a sus respectivas carreras y quienes atrajeron a la mayor parte del público), y Pignoise, que nos regalaron la oportunidad de disfrutar en directo de su colaboración, ‘Estoy enfermo‘, que salió a la luz en el tan lejano 2009, con el recién mencionado Melendi.
La segunda jornada del festival inició temprano, a las 14:45, en el Escenario Bosque Ahorramás, de la mano de La Última Copa (grupo ganador del concurso Endesa Play). Un poco después, el Escenario Endesa comenzó a vibrar por todo lo alto con la energía de Hey Kid, quien colaboró también con Iñigo Quintero y con Álvaro de Luna. Tras el barcelonés, tomó el relevo una de nuestras favoritas, Paula Mattheus. La getxotarra contagió de su buena vibra a las miles de personas allí consagradas, que cantaban a todo pulmón sus temas, llenos de esperanza y de cariño.
Cerca de las ocho de la tarde llegó el turno de uno de los más esperados, y recurrentes en este festival: Álvaro de Luna. Sin embargo, dejando a un lado su inherente capacidad de conectar con su público más fiel, nos llevamos una gran desilusión al percatarnos del torpe uso de playback en más de un tema. Un poco después tomó el relevo el ya veterano del festival, el incansable Dani Fernández que, una vez más, demostró que sigue firme en mantener su esencia.
El plato fuerte, al menos para nosotros, llegó justo después, con el tremendo show de los vallisoletanos Siloé, tan queridos en este medio. Anoche fue la primera vez que los vi en directo, y cualquier impresión que pueda compartir con vosotros se queda corta. Fito Robles es un increíble frontman, de los que ya no quedan en el panorama español, y Xavi Road y Jaco Betanzos no se quedan en absoluto atrás.
El trío emana una complicidad que te engancha desde el primer momento, y que hizo que la hora y media que duró la actuación se nos pasara como en un fugaz parpadeo. Al acabar, Robles pidió a los asistentes que no nos olvidemos de Siloé. Desde Nuevas Frecuencias le aseguramos que eso no va a pasar. Siempre querremos más de buena música, de buenos shows.
Para concluir la noche y despedir, ahora sí que sí, al verano del 2025, Pole. tomó el relevo en el escenario principal. En el 2023 tuve la oportunidad de cubrir su primera Riviera, por lo que ver todo lo que ha seguido creciendo en estos dos años, a base de trabajo duro y corazón, me emociona.
Si bien una gran parte de los asistentes se marcharon tras el concierto anterior, los que se quedaron lo hicieron apostando todo al toledano. Pole. cantó algunos de sus temas más míticos, como ‘Fuimos‘ o ‘Roma‘, pero también aprovechó para estrenar nuevos temas de su próximo disco. Entre ellos, una colaboración con Funzo, quien también se unió junto a Hens para regalarnos un gran directo de ‘Batmovil‘.
Mientras tanto, en el Escenario Bosque compartieron su talento otros artistas como Extraños Pasajeros, Lola Tuduri, Candela Gómez, Bely Basarte, Meler y Daniel Sabater.
Entre foodtrucks, actividades, shows de magia y buena música, el Jardín de las Delicias acompañó, en una edición más preparada y organizada (si bien las fuentes de agua potable resultaron insuficientes, y los precios de las consumiciones fueron exacerbados), a más de 55.000 personas en estas últimas noches de verano.
No queremos despedirnos de vosotros sin hacer una breve mención al evidente sesgo de clase que, en esta edición, se sintió en el festival. Sin querer incidir demasiado, quería mencionar la tristeza que siento, en lo personal, cuando dos noches tan bonitas, en las que se comparte algo tan genuino como es el arte, suenan más cánticos políticos en el público que las canciones cantadas a todo pulmón.
¡Esperamos volver a veros en el recinto Cantarranas en el 2026!
Créditos de las fotos: Teresa Gerez
Vivo por y para la cultura. De pronto me ves en medio de una lluvia de pogos que cantándote las canciones de Nino Bravo. Siempre nos quedará la música.