Carmen 113 llena la sala «El Sol» en su DIVA Tour

/ octubre 28, 2024/ Crónicas

Así fue el concierto del grupo gerundense en la mítica sala de Madrid

Hacía meses que no sintonizaba una nueva frecuencia en mis plataformas de música. Últimamente, mis días suenan siempre iguales, con tres o cuatro de mis imprescindibles, y alguna que otra canción que se cuela entre tema y tema. Y, entonces, llegó Carmen 113 a mi vida, por recomendación de una buena amiga.

El nombre de este grupo hizo que me echara para atrás en un primer momento, por motivos personales. Por ausencias que siempre te sobrecogerán. Sin embargo, las palabras de mi amiga, quien no dejaba de decir que este grupo era «uno de sus descubrimientos del año», hicieron que me animara a darles una oportunidad. ¿Y qué mejor que aprovechando el inminente concierto que iban a dar, a pocos días, en la mítica sala El Sol, en pleno centro de mi ciudad?

Solo con acercarme a la larga cola que se había formado en la calle de los Jardines, sentí que la noche iba a estar bien cargada de sorpresas. Y es que, simplemente echando un vistazo superficial a los asistentes, entendí lo dispar que era el público que iba a acompañarlos aquella noche. Parejas de todas las edades, amigos, grupos más o menos grandes e, incluso, niños pequeños, que parecían más ilusionados que los padres.

Las puertas de la sala abrieron unos pocos minutos antes de que empezara el concierto. Lo justo para conseguir una bebida con la que disfrutar de sus más sonados temas. Poco a poco, la gente se fue agrupando alrededor del escenario, y Carmen 113 salió a darlo todo entre aplausos y silbidos.

El show inició con ‘Espacio Temporal‘, canción que te transporta a una fiesta a la orilla del Mediterráneo; a una cálida e interminable noche de San Juan. Los asistentes, entregados al máximo, vivieron ese primer tema como si fuera el último. La sala madrileña se puso patas arriba con saltos y cantos en coro. Si algo saco en claro de la noche de ayer, es que sus seguidores son reales y, sin duda, leales.

La fiesta siguió de la mano de ‘En Espiral‘, canción con la que, en el año 2020, presentaron su disco «Hipnótica» (U98 Music). Se trata de uno de sus temas más bailables, con una melodía que nos guía a la época dorada del indie de los 2000. 

Jaume Nadal se entrega entero, junto a los demás integrantes de la banda (Rafa Gallardo, Roger Tor, Jordi Jiménez, Alfred Moreno y Albert Casellas), en una de sus letras que más llegan al corazón, con ‘A estas alturas‘. Entre todas las historias que nos narraron, esta se siente particularmente personal. Sus versos, la melodía y el sentimiento del público, camaleonizado con la voz de Jaume, te hacen partícipe de una conversación íntima. De una petición desesperada por volverlo a intentar, por luchar, aunque sea una vez más, para que salga bien. A estas alturas, ¿qué se pierde por apostarlo todo en un último intento?

El concierto siguió con ‘Piromanía‘ y con ‘Mejoras el momento‘. Entre ambos temas tuvieron lugar algunas breves palabras del frontman. Ojalá en los siguientes escenarios en los que podamos volver a verlos, se alarguen aunque sea un poquito más. Porque, si algo me faltó en la noche, fue complicidad con el público. Una conexión que fuera más allá de las miradas a la primera fila o de bajarse de la tarima. Las letras de Carmen 113 hacen que nuestros corazones se abran y se entreguen al show. Una buena interacción verbal con los asistentes (aunque fuera una breve presentación de los integrantes del grupo) haría que todos nos sintiéramos más dentro del momento.

Diciembre’, ‘Electricidad’ ‘Imparables‘ nos ponen a todos a bailar (si es que en algún momento alguien ha parado de hacerlo). Mirara donde mirara, a mi alrededor, tan solo veía a gente con sonrisas de oreja a oreja plasmadas en sus rostros, y con los ojos puestos en los músicos. Estos temas (en especial el último), nos recuerdan en cierta manera a IZAL o a Miss Caffeina. Quizás algo en las letras, o quizás en las melodías. Sin embargo, aunque se dé esta similitud, solo hay que prestar un poco de atención para entender qué hace diferente a Carmen 113: la ilusión por llevar años luchando por lo que los une, la música.

Conforme se iba aproximando el final del concierto, llegaron sus temas más aclamados en todas las plataformas y festivales. ‘La danza‘ (que cuenta con más de tres millones de reproducciones en Spotify), ‘A.M.A.R.T.E‘ (que no tardará demasiado en reventarlo por todas partes, guarden este comentario), y ‘Alabama‘ (uno de sus grandes hits en «Hipnótica»).

Cuando parece que está llegando el momento más álgido de la noche, la sala se sume en un silencio sepulcral. Roger, bajista del grupo, coge el micrófono para pedir un favor al público. Comparte que se ha perdido la boda de su hermana pequeña por estar presente en aquel concierto, y pide a los asistentes que griten un «¡Vivan los novios!» en un audio que enviará a la recién casada. Durante la siguiente canción, que tampoco es que sea una fiesta, el ambiente se siente decaído y entristecido. La vida del músico, ¿no es así?

Gracias a ‘Lánzame hacia ti‘, tema que nos transporta a aquel amor juvenil y arriesgado, acompañado de canciones que siempre nos van a recordar a alguien, la gente vuelve a animarse. Esta canción me resulta ciertamente especial por el homenaje que hace a otros artistas que, de una u otra forma, nos han acompañado en algunos momentos de nuestras vidas. Asimismo, nombra explícitamente a Bowie y a los Strokes; pero también hace alusión a ‘Allí donde solíamos gritar‘ de Love of Lesbian. Siempre es un placer captar estas referencias entre artistas, y más cuando comparten tierra.

Se baja el telón con ‘Discutir desnudos‘, que ya ha cumplido media década de su lanzamiento, y con un bis que no da tiempo a crear expectación, probablemente por el tiempo limitado que les ha dejado la sala. Finalmente, cierran la noche con ‘Bailar llorando’, que habla de todas esas veces en las que cualquiera de nosotros ha ido a un festival o a un concierto con el corazón hecho pedazos, pero ha vuelto a casa un poco más en paz, porque cada tema le ha servido de tirita.

Y esa es, sin duda, la moraleja de la noche y de las crónicas que compartimos con nuestros lectores; que compartimos contigo. La música da sentido a nuestros días. No acompaña en los momentos más felices y destructivos que atravesamos. En definitiva: nos salva la vida.

Para despedirme en esta crónica, me gustaría aplaudir a Carmen 113 por la noche de ayer. Y, también, desearles que, conforme sigan llenando salas más y más grandes (que lo harán), se sientan más seguros de abrir sus corazones en directo con el público, más allá de las canciones que todos conocemos.

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Vivo por y para la cultura. De pronto me ves en medio de una lluvia de pogos que cantándote las canciones de Nino Bravo. Siempre nos quedará la música.

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