Los Arnau Griso se despiden con un doblete en La Riviera
Hasta siempre y para siempre a la revolución bananera
Los músicos catalanes, Arnau Griso, líderes de la «revolución bananera», conmocionaron a sus seguidores y al resto del panorama pop actual al dar la inesperada noticia de su separación después de once años poniéndolo todo patas arriba con sus canciones bailables, memorables y llenas de reflexiones que, a menudo, pueden pasar por simples frases instagrameables.
Fue el 13 de octubre del 2021 cuando publicaron en redes sociales que se separaban «para seguir juntos» y es que, como bien dice uno de sus últimos himnos, ‘Eric Blanch’, Arnau Blanch y Eric Griso son más que socios: son hermanos. Y así lo demostraron el pasado 28 de febrero en su segundo sold out consecutivo en La Riviera.
Después de media hora esperando a que empezara el show, tras los aplausos de un público inquieto, el escenario cobra vida con Arnau gritando: «¡Me la pela que sea lunes, a chuparla!», seguido de la intro de ‘Del uno al diez’. Y es entonces cuando, siguiendo la letra de su canción, siento que «me alimento de «ojalás»», cierro los ojos y pido a la nada que no se separen y que todo haya sido una técnica de marketing (siguiendo la línea de Dani Martín con «No, no vuelve»). Tristemente, no es así. Pero nos dejan claro que, antes de decirnos adiós, nos van a regalar una fiesta como las que tanto echamos de menos.
La Riviera no deja de vibrar en ningún momento, y estalla en gritos y en aplausos cuando Arnau dedica unas palabras a la terrible situación por la que está pasando actualmente Ucrania en su enfrentamiento bélico con Rusia; así como cuando, al citar su icónico «no sé, no sé, no sé… quién vota al PP», de ‘No sé’, añade una dedicatoria al partido político liderado por Santiago Abascal. Y es que, el cantante, indignado y concienciado, deja muy clara su opinión al respecto de la mala costumbre del silencio al añadir las siguientes palabras: «me parece que en el momento en el que tienes a alguien escuchando, precisamente lo que tienes no es que callar, sino que decir las cosas mucho más alto».
Sobre el escenario hay respeto, empatía, y hay amor. Esa química que desprenden los dos músicos se palpa hasta en el final de la sala (llena a reventar y, a decir verdad, algo escasa de mascarillas), y hace que el concierto se sienta el doble de especial.
Quieren compartir este sentimiento con el público, por lo que piden que las personas que hayan venido juntas se abracen, se miren y se dediquen ‘Ser y estar’. El vaivén de emociones que se vive en La Riviera deja exhausto a todo el mundo: hay jarana de la buena; de la que genera resaca; de la que no se olvida. Porque nos gusta la grisolina. Y mucho, además.
Al poco, Eric y Arnau cambian los papeles: el guitarrista pasa al micro y el vocalista toma el relevo de la guitarra y, entonces, tras confirmar con una sonrisa de oreja a oreja y el corazón en las palmas de las manos, que Eric Griso comenzará su carrera como solista, suena ‘Mambo’, y la sala enloquece, y es que «las penas se van brindando», como todos los allí presentes sabemos de sobra.
Los sancugatenses hacen un repaso a su discografía, sin olvidarse de la bellísima ‘Quiero, quiero y quiero’, ‘Mi otro yo’, ‘Pocho’, ‘El gusto es mío’, ‘Malditharina‘ ‘Para que el mundo lo vea’, su única canción en catalán, ‘Tu no volies res’, ni de, por supuesto, ‘Es gratis’, canción que les catapultó a la fama y con la que cerraron el concierto, entre otras.
Tras el ya mítico momento en el que Arnau baja del escenario, pasando entre el público para llegar a la barra y disfrutar de un chupitazo de Jäger, y antes de llegar a las tres últimas canciones de la noche, Eric declara su amor hacia Madrid: hacia la ciudad en la que dieron su primer concierto, hacia la ciudad que «lo atrapó», y anuncia una noticia bomba: tres últimas fechas de Arnau Griso para cerrar del todo esta experiencia, entre las que se encuentran: el WiZink Center este 13 de noviembre, el Auditorio Municipal de Burjassot el 19 de noviembre y, por último, el Sant Jordi Club el 25 del mismo mes. Por si fuera poco, los asistentes al concierto (como aquellos que acudieron a las otras actuaciones de la gira) tenemos la oportunidad de comprar las entradas de manera anticipada y con un descuento.
El concierto termina como empezó: con una catarsis de emociones, con la energía disparada y con infinitas ganas de que la fiesta no termine nunca; de que Arnau y Eric nos sigan regalando momentazos como los de esta noche, aunque sea por separado.
Eric, Arnau, Dani, Nico, Guille y Rubén se despiden, inclinándose frente a un público que se abraza, agradecido. De fondo suena ‘Yo quiero bailar’ de Sonia y Selena, y entonces «comerse el mundo con amigos y familia» cobra sentido más que nunca.
Foto: autoría propia. Actuación en La Riviera el 28-02-2022
Vivo por y para la cultura. De pronto me ves en medio de una lluvia de pogos que cantándote las canciones de Nino Bravo. Siempre nos quedará la música.