La Gipsy Power Band: homenaje a los grandes de la rumba
Palmas, poderío, pelos como escarpias e historia el pasado jueves 2 de octubre de mano de la Gipsy Power Band en la que es su tercera aparición en el Café Berlín. Tras su presentación del disco en la sala El Sol a finales del pasado año, nos regalan en riguroso directo La Banda Sonora del Cine Quinqui y una muy importante enseñanza camuflada. En sus apariciones nos presentan homenajes a aquel panorama musical que tanto marcó a España a finales del siglo XX y que se podía escuchar tanto en los coches de choque del barrio o, si se llevaba un pasito más allá, huyendo en un Renault 12 con la benemérita detrás. Versiones de artistas como Las Grecas, Los Rumberos, Los Chichos, Remedios Amaya, El Luis, Los Chunguitos, La Marelu, etc., envuelven sala y alma.
Reinó compenetración entre todos los integrantes de la banda bien fuese con palmas, con miradas cómplices o con bailes espontáneos e inevitables a ritmo de rumba, contagiando al público con esa misma energía. No faltaron las risas ni los olés y pronto se armó la fiesta.
Si bien desde hace ya unos años volvía a resurgir en la lejanía el término quinqui con películas como Las Leyes de La Frontera o con la música de los Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, a través de Rafa y Samuel Campos (voces), Poochyeeh (voz), Javi Skunk (batería), David Salvador (bajo), Rubén García (teclado), Jose Funko (guitarra), Victor Iniesta (guitarra) y David el Indio (percusión) toma ahora forma una reivindicación del género en la misión de mantener vivo el sentido de aquel movimiento social e histórico único de la historia española. También se logra tomar contacto con el público más joven, en el que ya nace una fascinación por el movimiento quinqui y sus raíces, y hace que el público más nostálgico rememore canciones que marcaron sus años jóvenes.
Teniendo yo un interés personal en la cultura quinqui y habiéndose apoderado de mí una curiosidad insaciable que no puede evitar querer indagar más, la Gipsy Power Band está haciendo un trabajo honorable de principio a fin: desde el repertorio musical presentado, pasando por la dedicación y el respeto que muestra la propia banda, hasta la presentación de esta propuesta. En España aún existe una historia no contada y erróneamente idealizada entre la juventud, por esto encuentro necesario reconocer cómo de pequeño era el paso que te separaba de la mala vida (en el sentido más crudo de la expresión) en aquella época y que de forma tan literal se reflejaba en las letras. No olvidemos a aquellos que sufrieron y por qué sufrieron, pero no queramos romantizarlo.
Y como cantaban Laberinto, Salud y Libertad.
Carmela RodHer. Estudio un máster fotográfico en LENS Escuela y también trabajo fotografía analógica y revelado. La cámara siempre colgada al cuello y metida dentro del pogo.