Kate Clover y su elegante conquista de Madrid
Si leyeron ustedes la noticia que publicábamos el pasado 12 de abril anunciando la llegada de Kate Clover a España en la que adelantábamos un poco de lo que iba a ser la noche señalada en Madrid, pueden olvidarse ya de la espera, pues lo prometido es deuda y además brindamos una pequeña entrevista.
Comenzaba la tarde del 26 de abril enterándome de que Dear Joanne se caía del cartel con una historia digna de guion: cantante atrapada en Francia y huelga aérea, manager y resto de la banda buscando alternativas a diestro y siniestro: un tren, un autobús, un alta velocidad o cualquier medio que reuniera a los que iban a ser los teloneros a tiempo para llegar a la Wurlitzer Ballroom. Destriparé el final, y es que aún siendo un suceso casi sacado de una película como pudiera ser Detroit Rock City, la vida es la vida y finalmente Dear Joanne no pudo tocar, tampoco ninguna de las bandas a las que se les propuso en último momento ser teloneros. Fuera como fuese, a las 20:30 ya se formaba una marabunta de tupés, chaquetas de cuero y diademas rojas y de cebra en el número 12 de la calle de las Tres Cruces, pocos minutos después Kate anunciaba el sold out en sus redes sociales. Las 21:00, «esto empieza en cualquier momento», dice una chica que se postraba en primera fila, desconocedora de que la banda cabeza de cartel no saldría al escenario hasta pasada una hora ya que siguiendo la programación los teloneros, ahora ya solo un recuerdo, habrían tocado de 21:00 a 22:00. La espera pasa rápida entre gente hablando, grupos de colegas que se rifan quién va a por la primera ronda, seguidores de Kate que fotografían un set list olvidado muy aposta en el escenario, caramelo en boca. Y finalmente, entre risas y algún que otro silbido que reclama al grupo, salen en perfecta formación: Kate Clover (voz y segunda guitarra) toma la mano de un hombre con gafas de sol para subir al escenario, Giuliano Scarfo (guitarra solista y coros), David S. Field (batería) y William Evans (bajo) acompañan detrás vestidos de traje y corbata, elegancia sesentera.
Desde el minuto uno la comunicación con el público es excepcional, no se conocen las barreras lingüísticas y un solo «ARE YOU READY MADRID?» de la boca de Kate basta para descorchar la noche. Abren con ‘Tearjerker’ y avanzan eléctricos e imparables hasta las primeras canciones de su último lanzamiento «The Apocalypse Dream», todo el mundo se las sabe, el público ha hecho sus deberes y cuando tocan ‘Disconnected‘ las voces unidas de los asistentes resuenan por encima de la cantante, parece ser que tenemos el hit. Intento moverme con alguna que otra dificultad por el alrededor del escenario, estudiarse los planos antes de que comience la batalla no tiene mucho sentido en trincheras como esta, pues de repente tienes a un hombre anclado a uno de los amplis del frente que no mueve ni un músculo y al que poco le importa tu presencia y la educación con la que procures hacerte un hueco a su lado. Igualmente, consigo el plano que busco.
No sé muy bien en qué momento, Giuliano empieza a revolucionarse a ritmo vertiginoso. Se lanza al público, le cogen como buenamente pueden y le alzan, sigue sonando su guitarra, Kate sigue gritándole al micrófono y David ya no lleva americana. Creo que pocas veces hemos visto a Kate Clover tan atrevida en Madrid, se baja del escenario y canta una versión del ‘Stay With Me’ de The Dictators pasando el micrófono por todo el público y abrazando a la gente. Suben a un chico al escenario, le damos un aplauso, se hacen una foto con todos nosotros de fondo, nos hacen la noche y les hacemos la noche.
Y finalmente, el descontrol. Kate se tira a la ola del público y en el recorrido de la corriente se engancha de la bola de discoteca que cuelga del centro de la sala, la arranca, la sacude en el aire y se la lleva debajo del brazo de vuelta al escenario. Kate Clover y sus aliados conquistan la sala, se llevan la discoball con ellos y con esto nos lo dejan claro: vienen para plantar su bandera y dejar la huella indisipable, como el primer hombre que apuntó alto, pisó la luna y dejó el rastro.
Dejaré que Kate os cuente lo que piensa y yo solo añado larga vida al rockanroll.
¿Cuándo nace Kate Clover artísticamente y qué influencias musicales femeninas le influyen?
Comencé este proyecto en 2018. En aquel momento ya estaba lista para montar un proyecto en solitario. Diría que mi mayor inspiración es Chrissy Hydne. Es una fantástica compositora y posee una impactante presencia escénica. No considero que el género sea un factor diferenciador cuando se trata de referentes, me inspiran muchas artistas femeninas al igual que masculinos.
¿Cuál es tu opinión acerca de la escena punk-rock actual y futura?
¡El punk-rock va para adelante! Están surgiendo muchísimas bandas emergentes fantásticas que provienen de distintas escenas.
Vemos que compartís escenario con las nuevas generaciones, como Dear Joanne o los Boston Babies hace un año. ¿Cómo es compartir escenario con aquellos que se preparan para coger el relevo? ¿Algún nuevo descubrimiento que nos recomendéis?
Escucho música nueva todo el rato, algunas de las bandas que más estoy disfrutando ahora mismo son Malavista, The Speed Ways, The Whiffs, Baby Shakes, Ingrates, Memopst, Brad Marino, The Circulators… ¡pero hay muchas más!
«The Apocalypse Dream» es tu nuevo lanzamiento, ¿cuál es la crítica social más directa que se esconde detrás de este proyecto?
Tienes que seguir tus sueños e intentar cumplirlos con todas tus fuerzas. No es fácil. El mundo podría estar desmoronándose a tu alrededor, pero el creer en ti mismo y en tus sueños es lo que al final te hace seguir adelante.
¿Qué repercusión esperáis de esta nueva gira europea con nuevo disco y nuevos temas?
Espero llegar a nuevos públicos y que más gente descubra mi música. Me hace muy feliz ver que nuestra audiencia se va expandiendo. Quiero que la gente venga a nuestros conciertos y se sienta libre.
¿Algún proyecto futuro en la recámara?
Estoy siempre trabajando en nueva música y nuevos sonidos, todo verá la luz a su debido tiempo.
Entrevista redactada y traducida por Carmela RodHer.
Carmela RodHer. Estudio un máster fotográfico en LENS Escuela y también trabajo fotografía analógica y revelado. La cámara siempre colgada al cuello y metida dentro del pogo.