Refugio sobre el agua en Pamplona: concierto de Inazio

/ octubre 9, 2024/ Crónicas

El artista navarro defendió su nuevo trabajo junto a Sony delante de una Sala Zentral con las entradas agotadas

El viernes 4 de octubre, Pamplona vivió una noche llena de magia y nostalgia. En la Sala Zentral, Inazio ofreció uno de los conciertos más especiales de su tour Bailando sobre el agua. La sala, llena de amigos, familia, conocidos y un público entregado; le acogieron en su regreso a su hogar, Pamplona. Su ciudad respiraba al unísono con cada acorde, con cada palabra y melodía que nacía de su guitarra

La velada comenzó en familia, con sus amigos de Sal del Himalaya como teloneros. Eran casi las 20:30 y las primeras notas ya flotaban en el aire. La sala, llena de sombras y luces suaves, se preparaba para lo que sería un viaje emocional a través de la música y del agua (temática visual). Cerca de las 21.15, todo el público rugió al ver a Inazio aparecer sobre el escenario y comenzó a sonar ‘Música para bailar sobre el agua’. Una audiencia entregada, desde el comienzo hasta finalizar el concierto, lo dio todo con cada una de las canciones. 

Inazio propuso un concierto con temas, mayormente, de su último álbum, «Música para bailar sobre el agua», como ‘Suave’, ‘Atlántico’ o ‘Deja huella’. Aunque el álbum había sido lanzado hace poco, exactamente el 20 de septiembre, la multitud cantaba de principio a fin. La interpretación de ‘Sálvame’ junto a Íñigo Quintero fue uno de esos momentos en los que la euforia en la sala decía más que cualquier ovación. El público apenas respiraba, y entre las luces cálidas que acariciaban el escenario, ambos artistas lograron crear un espacio donde la vulnerabilidad se volvió belleza.

Foto: Elena Iturralde

Pero la noche no se quedó solo en lo nuevo. Inazio nos llevó a sus primeros días con canciones como ‘Vacío’ y ‘Rutas salvajes’, acompañado por Pavlenha. Las letras, cargadas de melancolía, resonaban entre la audiencia, recordando los caminos que todos recorremos cuando el hogar está lejos. Y luego llegó ‘Viernes de enero’, con la aparición de Hey Kid, añadiendo otra capa de emoción a una noche ya intensa.

Hubo un momento en el que el tiempo pareció detenerse. Inazio pidió silencio y, solo bajo las luces, tocó parte de un nuevo single. Fue un susurro musical, como una promesa que se deja entrever, pero que aún no se revela del todo. Fue un instante de quietud, de conexión total entre el artista y su audiencia, en un concierto que invitaba al disfrute, al cantar, al bailar y dejar de lado los móviles. 

Foto: Elena Iturralde

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Melómano de naturaleza, me encanta disfrutar de la música haciendo lo que más me gusta: escribir. Disfruto de cualquier género musical, aunque la música española (ya sea indie, rock o pop) es lo que más me atrae.

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