Un poco de pop: crónica del concierto de Sidonie
La noche del viernes 12 de enero, La Riviera acogió el concierto del grupo catalán Sidonie con motivo de la 10º edición del Inverfest
Madrid es una ciudad especial. Bien lo saben aquellos que la visitan o que viven ahí. Su gente, las grandes vías rodeadas de altos edificios que, al caer la noche, iluminan a todos sus habitantes, sus bares, su música… Un cúmulo de cosas hace que sea un lugar mágico. En la 10º edición del festival Inverfest, la emblemática sala madrileña La Rivera ha vuelto a ser participa de una noche imborrable: el concierto de Sidonie.
El grupo catalán formado por Axel Pi (batería), Jes (guitarra y voz) y Marc (guitarra y voz), y en los directos Jordi (guitarra), ha incendiado la sala madrileña en una noche de enero gélida —parece que el clima quería hacer honor al nombre del festival—.
Pero antes de que la banda catalana pusiese a vibrar a todo su público, el grupo Cometa caldeó el ambiente. El grupo madrileño formado por cuatro amigos (Jimmy, Gonzalo, Pablo y Dani) animaron la sala con una puesta en escena impecable. Batería, guitarra y teclado arropaban la voz que hizo bailar a una sala que, poco a poco, iba llenándose. Un par de canciones que puso todo a punto para la banda catalana.
21.15 de la noche. La Riviera abarrotada de gente comentando los últimos conciertos a los que han ido o nerviosos porque es la primera vez que van a ver al “Peor grupo del mundo”. El escenario perfectamente ordenado y recogido: guitarras, altavoces, batería, pedales y al fondo un telón de color rojo que servía para resaltar unas letras con el nombre del grupo en grandes: SIDONIE. Las luces se funden y al barullo que había antes enmudece un segundo para estallar en euforia al ver a Axel, Jes, Jordi y, cómo no, Marc.
Sus casi 30 años en la industria musical avalan a este grupo como una de las bandas más influyentes del panorama indie en España. Su entrada en el escenario fue recibida con una enorme ovación. ‘CEDÉ’ fue la encargada de abrir el bolo. “Domingo de noviembre, he bajado hasta el mar / Me siento en un banco y me pongo a observar”. La primera toma de contacto atrapó al instante a un público entregado que, desde ese momento, no paró de cantar, bailar y saltar con sus ídolos.
Y es que los Sidonie tienen algo que hipnotiza. Cada golpe de batería de Axel, cada nota que produce la mano de Jes en la guitarra, o en el sitar —sí, volvió el sitar a un directo—, los solos de Jordi o la manera que tiene Marc de llenar el escenario y ganarse a la audiencia hacen que este grupo siga llenando salas y haciendo disfrutar con sus nuevas canciones o recordando sus grandes hits: ‘Maravilloso’, ‘Fascinados’, ‘Carretas Infinitas’.
Aunque no solo pusieron patas arriba la sala madrileña, también quisieron calmar los ánimos y convertir esta noche en algo especial con canciones como ‘Giraluna’, cantada solo por Marc en el escenario, y ‘Por ti’. Estos momentos de cercanía llevaron a Marc a bajar del escenario a hombros de una persona de seguridad y recorrer la sala mientras cantaba ‘Un día de mierda’.
En parte, la puesta en escena y la experiencia de haber dado varios conciertos ayuda, pero la energía que transmiten a su audiencia y cómo esta se la devolvía en cada canción (palmas, saltando, cantando) era “Maravilloso”. La fusión del sonido con el juego de luces realzaba aún más esta noche imborrable en los asistentes siendo ellas, las luces, quienes determinan el tono, o clímax, de cada canción: rojo intenso para cantar ‘El Incendio”, o ráfagas de luces que alumbraban al público y a los artistas en ‘Mil Colores’ cuando la canción recorría por ‘Carreteras Infinitas’. Solo así puedes dejar a los asistentes ‘Fascinados’.
Y es que Sidonie puede ser ‘El peor grupo del mundo’ o cantar ‘Wonderwall’ en medio del concierto, pero al final lo que importa es saltar, disfrutar y saber que ‘Estáis aquí’ o, por lo menos, que ellos estuvieron en La Rivera y la pusieron patas arriba con su carisma.