Refugio acústico: concierto de Luis Fercán en Pamplona
El gallego visitó Pamplona para presentar su último álbum «Postales perdidas» en la Sala 2 de Zentral
No recuerdo ni cómo ni el porqué de mi primer viaje a Galicia, pero en mi memoria conservo casi nítidos los detalles de ese viaje. Acompañado de mis amigos, nos embarcamos en la travesía del Camino de Santiago por el camino francés, partiendo desde Sarria. Días de caminata tranquila, envueltos en la mejor compañía y rodeado de un entorno impregnado de magia. Rara vez he experimentado una paz tan profunda como durante esas largas horas bajo la sombra de los árboles… Hoy, mientras asistía al concierto de Luis Fercán en Zentral, en Pamplona, algo en mí regresó ahí atrás, a aquellos recuerdos gallegos.
El cielo gris cubría la ciudad, pero la lluvia parecía reacia a robar el protagonismo del último jueves de abril. La Sala 2 de Zentral se iba, poco a poco, llenando. Un espacio íntimo, con un único micrófono en el centro del escenario, una guitarra y una mandolina. Los ingredientes ideales para una velada especial.
Luis Fercán subió al escenario acompañado por Nacho Mur (productor y guitarrista de La M.O.D.A.). Lo que antes era murmullo se transformó en un silencio reverencial. Solo las melodías de la voz sutil de Fercán y la maestría con la que Mur acariciaba las cuerdas de la guitarra rompían la quietud. La conexión entre la voz, la música y el ambiente íntimo creado por la tenue iluminación, convirtió el bolo en un encuentro místico entre desconocidos unidos por su admiración hacia estos artistas.
Entre las canciones interpretadas se incluyeron piezas como ‘busco’, ‘una seña’, ‘temple bar’ o ‘frío al verte’, todas pertenecientes a su último lanzamiento («Postales perdidas», Calaverita Records). Sin embargo, también resonaron éxitos anteriores como ‘El Palmar’, ‘Airecillo’, ‘Mesa para Dos’ y ‘Dime Qué Hago’, así como el himno del gallego que esta semana alcanzó los 4 millones de reproducciones, ‘110’.
Es difícil describir con palabras la experiencia de este concierto íntimo. A veces, el silencio es el mejor testigo, pues lo inexpresable rara vez puede ser capturado con meras palabras. El ambiente creado por Luis Fercán y su equipo se fusionó a la perfección con el estilo de música que ha cultivado durante años. La voz profunda y rasgada emocionó a cada persona presente, y el público, poco a poco, se dejó llevar por la emoción, entonando con fervor canciones como ‘110’ y ‘Airecillo’, una de las preferidas del propio Luis.
Melómano de naturaleza, me encanta disfrutar de la música haciendo lo que más me gusta: escribir. Disfruto de cualquier género musical, aunque la música española (ya sea indie, rock o pop) es lo que más me atrae.