L.A. – A Modern Odyssey | Reseña
Lo tengo que confesar, la primera escucha de «A Modern Odyssey» ha sido toda una aventura. Luis Albert Segura y más concretamente su proyecto L.A. llevan formando parte de mi vida desde hace casi la friolera de veinte años. Recuerdo ir al pueblo en autobús, mirando por la ventana como la joven melancólica que creía ser y que en mi iPod sonase de fondo ‘Stop The Clocks‘ o ‘Hands‘. Ese momento banda sonora en el que la música del mallorquín le iba fenomenal a cualquier momento de mi existencia. Esa conexión con la música que va más allá de una playlist en Spotify.
Cuando un artista saca un nuevo disco, hay una pregunta innegable en la mente de todo fan: ¿seguiré sintiendo esa conexión? Con «A Modern Odyssey» la respuesta es clara y contundente. Sí. Este disco no se parece a nada de lo que haya hecho L.A. en otros trabajos. Es una sorpresa en sí misma, pero que a la vez es reconfortante, porque cuenta con la madurez profesional de un Luis Albert que sabe perfectamente cuál es su registro vocal, a qué melodías le puede sacar partido y qué juego sonoro le va mejor a cada canción. Este disco, pese a la sorpresa inicial, sigue teniendo el ADN de la casa, tanto de Luis Albert Segura como de Antoni Noguera, sigue hablándole al amor y a la vida como sólo ellos saben hacer.
Este nuevo trabajo, que ve la luz este 14 de febrero, es un disco pop, electrónico y muy, muy festivalero. Esto se ve de una forma más clara en ‘Reach the Top‘, canción que ha servido de adelanto, o en ‘Please Stay‘. Los sintes y las melodías futuristas nos acompañan a través de este viaje que ahora acerca el sonido de L.A. más a melodías rollo Daft Punk que a los Pearl Jam que podíamos ver en los primeros trabajos.
También hay espacio para baladas que no pierden el toque electrónico, como ‘Capri‘ o ‘Game Over‘. Esta última canción es además una de las grandes sorpresas de este largo, la voz de Luis Albert se fusiona de una forma completamente orgánica con una melodía de piano y el acompañamiento de un coro maravilloso. E incluso ritmos más urbanos como podemos escuchar en ‘Healer‘, en la que nos situamos más cerca del rap o ritmos más beats.
Es innegable que este disco tienen un gran trabajo detrás, que se ha condensado en los 34 minutos que duran las doce canciones que lo dan forma. Ninguna de ellas llega a los cuatro minutos, ninguna se hace pesada. Tal vez todo lo contrario, te deja con ganas de más.
Sí, L.A. son un grupo maduro, un proyecto que llegó a lo más alto con sus primeros discos, que ha sido cabeza de cartel de grandes festivales y que ha tocado con grupos de la talla de Muse, The Black Keys o Arcade Fire. Eso es, precisamente, lo que hace que se hayan podido permitir este trabajo. Porque seamos sinceros, este disco va a sorprender y mucho a aquellos que esperasen que la banda siguiese por el mismo camino de siempre. Pero ¿qué hay de divertido en eso? Al final la música también se trata de experimentar, de ver hacia dónde te pueden llevar los nuevos caminos y de crecer asumiendo nuevos retos.
Una de las primeras presentaciones de este disco será dentro del ciclo de conciertos de Sound Isidro, el próximo 10 de abril en la Sala Shoko de Madrid.
Extremeña afincada en Madrid desde hace demasiados años. Me gusta escribir, así en general, pero sobre todo de música y libros.