Steven Wilson – The Harmony Codex | Reseña

/ octubre 6, 2023/ Reseñas

Sin ataduras y como siempre, haciendo musicalmente lo que le da la gana, el artista británico Steven Wilson plasma todo su abanico musical con su octavo álbum en solitario, titulado 'The Harmony Codex'

Artista: Steven Wilson

Título: The Harmony Codex

Discográfica: Virgin Music Group

Lanzamiento: 29/09/2023

Género: Electrónica, Ambient, Art Pop-Rock 

Pues llegó el día. Steven, me has pillado, no sé qué decir de este álbum sin que suene a cliché o me ciña exclusivamente a describir cada canción… o, bueno, eso es lo que habría dicho hace ya una semana, cuando escuché por primera vez «The Harmony Codex». En todos sus trabajos anteriores tenía más o menos una noción de lo que me iba a encontrar, porque todos tenían un «propósito», un «camino», estaban englobados digamos, bajo las mismas directrices. «The Raven that Refused to Sing» era un disco de rock progresivo clásico, «The Future Bites» era un disco de pop electrónico, «To the Bone» uno de pop-rock, etc. Esta vez «The Harmony Codex» prometía aunar todo ese lenguaje utilizado por Steven Wilson durante más de 30 años de carrera durante sus 10 canciones, mediante un álbum conceptual (como hizo en su momento con «Hand.Cannot.Erase») y… bueno, lo consigue, claro. Pero no de la manera que esperaba; para variar. En realidad siempre he tenido que darles varias escuchas a sus álbumes, para «enterarme» de qué iban, cómo encajaban los nuevos sonidos, la estructura y demás, pero siempre tenía algo de contexto al que agarrarme. Esta vez, aunque creyese que sí… pues no. Es cierto que hay elementos progresivos en canciones como ‘Imposible Tightrope’ o ‘Staircase‘ (aunque las dos por motivos diferentes), trabajo del ruido (como en el disco «Insurgentes»), canciones con varias capas vocales solapándose como ‘Economies of Scale’, atmósferas más opresivas como en ‘Beautiful Scarecrow’ o acústicas con toques nostálgicos como ‘What Life Brings’ e incluso un dueto con Ninet Tayeb. Todo eso nos debería sonar familiar, pero está envuelto el bases de electrónica, respaldados por una infinidad de sintetizadores. Ahora mismo estaréis pensando: «Bueno, como en «The Future Bites». Error. En «The Harmony Codex» se incluyen elementos de música industrial, ambient al estilo de Vangelis,  partes que recuerdan más a una banda sonora (cosa que tiene sentido dado que el propio Wilson ha definido el álbum como «cine para los oídos» y lo ha presentado en varias sesiones en varios países, entre ellos España, con sistemas de sonido envolventes 18.1.12) y, otras, como la canción ‘Inclination’, que recuerdan a su trabajo en Bass Communion; lo cual no me esperaba, pero es que Bass Communion es Steven Wilson.

Como concepto general que une todas las canciones, esta vez tenemos una historia sacada de su libro «A Limited Edition of One», en la que se relata como (que entremezcla lo real con lo onírico) dos hermanos entran a un edificio justo cuando se produce un ataque terrorista, de modo que lo único que pueden hacer es subir y subir plantas por las escaleras, resultando éstas ser unas escaleras infinitas. A simple vista esto sería un regreso a un álbum conceptual, desde que en 2015 lanzase «Hand.Cannot.Erase» (en el que contaría una historia de principio a fin), pero en general, tras éste, siempre me ha parecido que sus discos giran en torno a conceptos concretos concretos como la perdida de identidad y la sociedad del consumismo en «The Future Bites» o como la verdad, el terrorismo o las personas refugiadas en «To The Bone». De todas maneras, siempre es un gustazo reencontrarse con este tipo de narrativas más hiladas (aunque a veces puedan resultar más difusas) que personalmente tanto me gustan, afianzando el concepto de «cine para los oídos».

Para terminar con la parte musical, aunque ya haya hablado un poco sobre las referencias a trabajos pasados que se pueden encontrar, destacaría momentos en los que no paro de pensar: «Wow, a esto sonaría Radiohead si su líder fuera Steven Wilson», como ‘Inclination‘, que sí, comienza como un tema ambiental propio de Bass Communion con la vuelta de Theo Travis a la flauta, pero evoluciona hacia ritmos propios de la música industrial, o momentos en los que la interacción entre Wilson y Nick Beggs con su champman stick en canciones como ‘Beautiful Scarecrow’ o ‘Staircase’ me recuerda a la interacción entre Peter Gabriel y Tony Levin. Ni que decir tiene que Craig Blundell está especialmente espectacular a la batería, ni que Adam Holzman a los teclados, aunque algo más apartado que en otras ocasiones por la gran carga de sintetizadores esta vez, es simplemente brillante. Aparte del regreso de Theo Travis a los vientos, vuelve esta vez el guitarrista Niko Tsonev, desde su colaboración para la gira del álbum «Grace For Drowning», con unos solos soberbios, técnicamente increíbles y llenos de alma. Y como nos encontramos en plena etapa electrónica de Wilson, ¿por qué no una pieza ambient de casi 10 minutos en mitad del álbum?. Pues sí; y funciona. Con un toque muy Vangelis, ‘The Harmony Codex’ hace de puente entre sus dos mitades, introduciendo el toque onírico de este disco en el que los personajes de esta historia no saben si lo que están viendo es real o un sueño, y con el que enlaza con el final del álbum en ‘Staircase’ (en su segunda mitad que recuerda a una mezcla entre ‘Sentimental’ y ‘Arriving Somewhere But Not Here’): «Did I dream you? Or are you dreaming me now?».

Siga haciendo la música interesante Steven. «The Harmony Codex» de Steven Wilson está disponible desde el pasado 29 de Septiembre y cuenta con las siguientes 10 canciones:

  1. Inclination
  2. What Life Brings
  3. Economies of Scale
  4. Impossible Tightrope
  5. Rock Bottom
  6. Beautiful Scarecrow
  7. The Harmony Codex
  8. Time is Running Out
  9. Actual Brutal Facts
  10. Staircase
FOTO: Steven Wilson - What Life Brings (Videoclip)

Steven Wilson – The Future Bites | Reseña

Starter Packs #3: Música Electrónica/Ambient

Porcupine Tree – Closure/Continuation | Reseña

+ posts

Me gusta la música y...por lo visto escribo

Compartir esta entrada