Ralphie Choo: primera noche de tres en Madrid
El artista en quien confluyen pasado, presente y futuro, llena tres noches la sala La Paqui de la capital
Todos hemos escuchado su nombre en los últimos meses. Ralphie Choo se alza con su álbum debut, «Supernova», que ha llegado a la escena para sacudirla de pies a cabeza. Hablando del aclamado LP, escuchamos una síntesis de tradición y globalización. Introduce desde palmas flamencas hasta voces agresivas tuteadas con melodías extravagantes tintadas de pop maximalista, sin nunca capitular ante ningún género por completo. Su música es abstracta cuanto menos, en el panorama nacional podríamos hablar de una producción elevada y diferente, que recuerda a las novedades que aparecieron de la mano de C. Tangana o Rosalía cuando decidieron incorporan la tradición española al urban. Si indagamos en la inspiración del disco no hace falta mirar más allá de sus compañeros: Rusowsky, TRISTÁN, Mori o Drummie. Se nota la retroalimentación sobre todo cuando nos referimos a la producción. Sin embargo, cantan pistas que recuerdan al famoso «Blonde» de Frank Ocean. A veces se expone demasiado hacia el ingenioso sonido del productor estadounidense.
Ralphie Choo abría el directo desatado y confiado. Desde el primer momento hizo del escenario su hogar, contando con unos visuals que algunos considerarían desde extraños hasta incómodos, clásico de Rusia IDK. Cuando os digo que no paraba quieto, no estoy exagerando. Descarado, atrevido y en perfecta simbiosis con sus oyentes, la retroacción cantante-espectador era absolutamente impresionante. La marea de modernos se desplazaba de lado a lado de la sala en perfecta sintonía con las cadencias. Ir a un concierto de Ralphie Choo es ir a una fiesta. Energía agresiva y catalizadora. Despiece conceptual que hace que su música pase a tener la complejidad de varios estilos inconexos en una fusión perfecta.