«The sea doesn’t know my name»: Passenger en Noches del Botánico

/ julio 29, 2024/ Crónicas

En medio del calor típico del verano madrileño, un jueves cualquiera de julio se abrieron las puertas del Real Jardín Botánico Alfonso XIII, que durante dos meses todos los años desde 2016 acoge a decenas de artistas para hacer más tolerable la temperatura para disfrutar de las Noches del Botánico. Michael David Rosenberg, conocido como Passenger dio esa noche un concierto lleno de humor, fuertes emociones y un directo inigualable.

En el escenario sólo estaban él y su guitarra, y esa escenografía tan mínima creó un ambiente precioso, como si estuviese él de nuevo tocando en las bocas del metro inglés donde comenzó su carrera. Nos habló de sus inicios, su ardua trayectoria tocando en garitos y pubs, estaciones de metro y aceras, –en lo que los ingleses se refieren como «Busking»–. Habló además de su mayor éxito, ‘Let Her Go’ , el tema con el que estalló su carrera. Con un tono algo sarcástico comentó que «Había gente que sólo le había venido a ver por esa canción, y que no les importaría si el concierto consistiera en verle tocando ‘Let Her Go’ quince veces«. 

Este concierto, como mencionamos al principio, forma parte de la gira dedicada a la reedición de «All the little lights», su álbum más popular, publicado en 2014. Desde el primer momento, el ambiente envolvió a todo el público y el cantante nos enamoró a todos con su afable personalidad e inteligente sentido del humor. A pesar de que insistió en que «los conciertos de Passenger no son un sitio al que va la gente a divertirse«, en numerosas ocasiones consiguió arrancar carcajadas a todo el público. 

A lo largo de la noche Passenger hizo varios comentarios que mencionaban lo saturado que estaba de ‘Let Her Go’  y que daban a entender que su público común no venía a escuchar más temas que ese. Pareció muy sorprendido de que la gente se supiese otras de sus canciones, incluso las menos conocidas.  Parece ser que la etiqueta de one hit wonder la lleva en el corazón. 

El término one hit wonder hace referencia a un artista que sólo ha conseguido una canción famosa, o que directamente sólo ha publicado una canción que se hizo mundialmente conocida. Parece que a estos artistas se les usa de mono de feria, repitiendo el mismo tema una y otra vez, sin prestar atención al resto de su discografía. 

Hoy rompo una lanza a favor de los one hit wonders, esos músicos que a pesar de todo, parecen no conseguir desvincularse del título de «la persona que canta esta canción«. Si hay algo que el concierto de Passenger nos ha enseñado es que lo que importa a la hora de hacer música es vivirla y crearla desde dentro, sin importar su futura fama. Michael lo dijo de varias de sus canciones, afirmando que nunca iban a ser mundialmente conocidas, pero que a él le llenaban y que fueron creadas desde dentro para procesar lo que él sentía. Y esas fueron las canciones que nos emocionaron a todos. Sin más parafernalia que su voz, una guitarra acústica y un mensaje que llega al alma. 

Porque en ese instante, por un momento, el océano de ojos que te observan se sabe tu nombre. 

Foto de portada: Víctor Moreno
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