Ramper: oír imágenes para ver canciones

/ agosto 20, 2023/ Entrevistas

Hace ya 3 años Ramper, el grupo formado en Granada por Ángel, Joserto, Álvaro y Antonio, debutaban con: “Nuestros mejores deseos”. Fue entonces cuando Hipersónica lo colocó como el mejor disco nacional del año. Hoy, suena más actual que nunca, pero sobre todo único. Porque la banda goza del raro don que es la inventiva. Entre valles de instrumentales atmosféricas y vientos entrelazados, Ramper tiene la capacidad de trasladar, sugerir imágenes, infundir sentimientos. Con motivo del Emostiu, festival de emo y screamo celebrado en Barcelona de la mano del colectivo My Heart Your Mouth; hablan sobre sus comienzos, pasando por su relación con la composición hasta llegar a lo nuevo. Desearon bien y mucho Ramper.

¿Cómo, dónde y cuándo se formó Ramper?

Álvaro: Empezamos haciendo un grupo de post-rock en 2015, uno de esos con muchas partes pegadas. Fuimos y venimos todos un poco, formé un grupo con Ángel y luego se fue a Francia, en ese tiempo formé con Joserto otro. Cuando Ángel volvió nos reunimos todos.

Ángel: Como toda buena empresa empezamos tocando en un garaje. Lo llamábamos el Silicon Valley de Granada. Meses más tarde conocimos a Antonio en un concierto. En 2017 se empezó a engendrar todo. 

Foto: Lola Alonso

¿Cuándo empezasteis a componer el disco?

El día que nos juntamos los 3 como la formación oficial de Ramper empezamos a componer. De hecho ese día empezamos Pánico En Las Calles.

¿Qué referencias teníais en 2017? ¿Ya desde el principio sabíais que queríais hacer post- rock?

Hay una respuesta clara. Una de las primeras veces que nos juntamos cogimos una pizarra en la que escribimos los grupos como los que nos gustaría sonar. La regla era que solo podíamos escoger tres cada uno y que no podíamos coger influencias de fuera de eso, por lo menos en los próximos meses.

¿Qué se leía en esa pizarra?

Red House Painters, Slint, Swans, Sumac, Neurosis… Al final el disco suena a lo que escribimos aquel día.

Además de la formación de bajo, dos guitarras, batería y voz, experimentáis con vientos, estructuras abiertas, frases que no se repiten… ¿Cuál es vuestra metodología para componer?

Nosotros componemos a partir de jams. Podemos improvisar durante horas sin rumbo y después decidimos el camino que va a tomar la canción. En base a lo que nos sugiere lo que hemos tocado empezamos a encauzar el tema. Estas jams son muy caóticas, la canción obtiene forma más tarde a base de mucho sufrimiento y trabajo. Componemos solo los cuatro, en relación a los vientos hay algo más de premeditación. Pensamos en lo que le sentaría bien a cada canción, una trompeta, un clarinete… No hacemos eso de traer canciones, demos, riffs al ensayo. Ahora nos estamos abriendo un poco a esa fórmula pero antes estaba mega prohibido. Todo tenía que salir de nosotros 4 en el local. En lo próximo aún así no hay tanta influencia de esa manera de componer, solo que ahora hacemos las cosas más intencionalmente. Antes hacíamos jams durante tres horas y nos quedábamos con la parte que nos gustaba. Ahora tal vez seamos menos caóticos. Cuando nos gusta una parte pensamos cómo puede encajar, cómo la continuamos… estamos empezando a encauzar.

Foto: Lola Alonso

¿Cuáles son los retos de componer de esa manera?

Algo que nos pasa mucho es que hay algo que encaja en la jam y nunca sabemos replicar. Fruto de la combinación de factores de aquel día que lo grabamos, surgen cosas que nunca sabemos replicar. Al final esas canciones cogen otra dirección, pero no conseguimos reproducir ese primer espíritu de la jam. Otro reto es que esto genera mucho material descartado. 

¿Eso no os parece de alguna manera bueno porque os hace más selectos con lo que elegís para el disco?

Sí, somos enfermizamente selectos con eso. El problema es que hay mucho trabajo que ves desvanecerse. Esta forma de componer canciones conduce a mucha frustración. A veces uno piensa que todo sería más fácil si fuera uno quien compusiera las canciones y el resto solamente hiciera su parte. A la hora de componer nos pasa mucho que utilizamos descripciones muy precisas para definir las canciones. Descripciones verbales pero nada musicales, ahí está el problema. “Esto tiene que sonar a navidad pero con influencias psicodélicas”, de ese estilo.

¿Tenéis formación musical?

Yo sí (Antonio).

Lo digo porque muchas veces la gente que tiene formación musical sabe expresar lo que quiere…

Totalmente, Antonio nos hace de traductor. Hablar tanto en términos de atmósferas, emoción es muy difícil, porque es muy subjetivo. Los términos musicales son mucho más objetivos y precisos. 

Foto: Lola Alonso

Saliendo de la instrumental y metiéndonos en las letras: os alejáis de lo cotidiano, refugiándoos en temas más existenciales, “Qué se espera de nosotros”, “Los padres que no amamos”… ¿Qué inspira estas letras y esta forma de escribir?

No hay un letrista oficial. Nuestras canciones surgen instrumentalmente y luego si alguno tiene una idea para la letra escribe algo y se lleva a ensayo. A través de esas imágenes que nos dan las canciones canalizamos las letras. La voz no es algo secundario a la canción, pero surge cuando las instrumental ya está hecha. Estamos muy contentos con las letras del nuevo disco, están quedando muy coherentes. Hay leitmotivs de las mismas en otras canciones… A la hora de escribir nuestras letras no buscamos ser crípticos, pero sí crear algo de imaginería, algo capaz de sugerir imágenes. Las letras así son muy ricas y te da para sumergirte en ellas. 

Estáis grabando cosas nuevas. ¿A qué suena lo nuevo de Ramper? ¿Qué referencias habéis tenido?

Este disco suena mucho más folk y oscuro que el anterior. Creo que hemos dejado de lado algunas referencias más dream pop y shoegaze del primer disco. Artistas como Nico, Swans o Richard Dawson nos han influenciado mucho para lo nuevo. Hay cosas que seguimos manteniendo, nos sigue gustando el doom, el post-rockTambién hemos escuchado mucho XiuXiu, y cosas más electrónicas con tintes algo esquizofrénicos. Creo también que hemos mejorado mucho cada uno con nuestro instrumento y que hemos experimentado más con este disco. Estamos muy contentos con las texturas de guitarra que estamos consiguiendo y con el protagonismo que logra la voz.

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