Miss Caffeina en el Inverfest 2024
Cogiendo carrerilla para el Benidorm Fest desde Madrid
Llevan 17 años disparando indie rock del bueno. Y el pasado viernes 28 decidí atender a su cita para disfrutar de otro buen concierto de Miss Caffeina. La banda gata es veterana en el show en vivo. En esta ocasión se estrenaban en el Teatro Circo Price, dentro del ciclo de conciertos de Inverfest. Como dijo Alberto, “una experiencia inmersiva”, barnizando de ironía una opinión que no podríamos decir si fue o no crítica.
Lo que si sé es que las butacas de la platea no son de mi agrado, nunca es de mi agrado ver un concierto sentado, pero Miss Caffeina supo aprovechar ese precioso espacio mejor de lo que habría imaginado. Comenzaron la velada con una emotiva proyección que aunaba muchos de sus mejores momentos, destellos de su paso por televisión, de sus videoclips y de sus entrevistas, que iban construyendo una expectación, una nostalgia y, sobre todo, unas ganas muy fuertes de verles en directo.
Por fin, en gala de negro, aparece el cantante, Alberto, para hacer romper en vítores a todo el público. Tras él, Sergio con una guitarra colgada y Toni con su bajo, triunfales. Esta vez les acompañaban Nacho a la batería, y Sed como arreglista, con guitarra y teclado.
La primera y la segunda canción se sucedieron casi seguidas, ni un minuto de música en vivo pasó y ya todo el mundo estaba fuera de sus butacas bailando. Mi sitio privilegiado me permitía verlo todo desde el pasillo central, cerca del escenario. El estilo desenfrenado pero suave de Miss Caffeina invitaba a la gente a moverse con alegría, volviendo loco al personal por mantener a la gente en su sitio. Pronto, el conjunto nos revelaba que este iba a ser un concierto largo, uno que había empezado a las 20:00 y que no tenía teloneros. Querían embarcarse en un viaje por toda su discografía, interpretando temones de todos sus álbumes, e ir haciéndonos ver cómo habían crecido como banda.
No había prisa, este era un concierto para los fans de Miss Caffeina, pensado para reencontrarse con el grupo, como ellos mismos se habían reencontrado con su música. Y el viaje comenzó, sin nadie que quisiera quedarse fuera del barco. Con canciones como ‘Capitán‘ o ‘Lisboa‘, que explicaron que hacía mucho que no tocaban, abrieron paso al primer álbum, «Imposibilidad del fenómeno», con Warner. En especial, el momento en que todo el teatro cantó los coros de ‘Capitán‘ fue enternecedor, un ambiente caliente y liviano para llenarse de esa poderosa canción, una de mis favoritas. Sergio tuvo bastante protagonismo con su guitarra.
Sus primeros trabajos, «Magnética» o «Carrusel», los dejaron un poco más apartados. Sospecho que para abarcar una discografía así de extensa, debían sacrificar un poco por cuestión de tiempos. Y sabían que lo mejor aún estaba por llegar.
Alberto nos contó que habían estado descansando unos meses, para tener energías para el Benidorm Fest, del que luego hablaremos. De hecho, de ahí venían, como si estuvieran girando por su propia ciudad. Continuaron “acelerando el pulso al tiempo” para dar paso al primer single de «De polvo y flores». Su segundo trabajo con Warner fue mucho mas cañero, con más guitarras y mas potencia que el primero, acercándose más a su lado rock. Y se notaba en el concierto, mi butaca temblaba.
Aquí comenzó a escalar el clímax, con canciones como ‘Disfraces‘, ‘Hielo T‘ o ‘Venimos’, que es otra de mis favoritas. En esta última la gente explotó con el inicio, bastante impactante. También nos contaron que desde la gira de este albúm, su equipo de trabajo es el mismo, y es cuando llegó también Nacho, que estaba ese mismo día en las baterías. Prácticamente miembro eterno de la banda. Entre medias colaron una de «Detroit», ‘Átomos dispersos‘, que es mi canción favorita de la banda.
En este viaje aún no estábamos en 2016, sino en 2013. El disco de ese año lo habían producido con Max Dingel, que ha trabajado con gente como Muse, The Killers o Weezer, así que entendemos por qué ese viraje hacia las guitarras. En cualquier caso, el Teatro Circo Price no parecía muy bien equipado para hacerle honor a Miss Caffeina y su energía. El bajo no se escuchó casi nada durante todo el concierto, y las armonías vocales parecían completamente enterradas y ausentes. Algunos teclados tampoco existían, supongo que el sonido podría haber sido mejor. Por suerte, la voz de Alberto, la batería de Nacho y la guitarra de Sergio siempre estaban presentes, y con bastante claridad.
En contraparte, aluciné con el equipo de luces. Un trabajo impecable, absolutamente sincronizados con la música durante más de dos horas, y utilizando paletas de colores acordes al arte de cada álbum y a la energía de cada canción. Volviendo al show en su faceta más sonora, Miss Caffeina iba contando su vida como proyecto. Pronto nos revelaron que por aquellos años la gente pensaba que ellos ya eran ricos y, sin embargo, la banda tenía que seguir manteniendo trabajos en paralelo para poder vivir. Hasta que algo lo cambió todo. Su tercer disco con el sello, «Detroit».
Nos situaron en 2016, con Love of Lesbian robándoles premios, ellos estrenan y giran el que hasta ahora ha sido el trabajo más escuchado por sus fans, el disco que les consolidó como banda de indie rock. Poco que decir, canciones como ‘Desierto‘, ‘Titanes‘ o ‘El rescate‘ reventaron el recinto. No escribí mucho, me imagino por qué.
Sin embargo, su single estrella aún se lo guardaban en la recámara. Pronto, Alberto señalaba que el siguiente albúm, «Oh Long Johnson», era su favorito. Con canciones como ‘Merlí‘, o la homónima del trabajo, este fue un discazo en toda regla, allá por 2019. También tocaron ‘Reina‘, iluminando el Price de un brillo blanco producto de miles de linternas dadas al recuerdo. Fue un momento emotivo para recapitular toda la energía que veníamos acumulando y generando con tanta tralla de temones.
Sin embargo, Miss Caffeina lo recordaba con amargura, nos contaban. Cuando fue tiempo de girarlo, empujados con el boom del momento que gozaban, llegó la pandemia y todos sus planes se trastocaron. Ellos fueron partidarios de moverse aun así, con música en directo por streaming, o componiendo nuevas canciones. Pero nada como una verdadera gira por salas. Aunque la historia nos hacía recordar tiempos oscuros, la música volvió al escenario, entrando en la recta final.
Con «El año del tigre», un disco que no funcionó tan bien pero que a nivel creativo exploraba nuevos horizontes, reavivaron el recinto una vez más. Un disco donde plasmaron su amor por los sintetizadores y la electrónica, acercándose a la vertiente pop, y que seguirán defendiendo aunque pasen los años. La mayoría de los sonidos modernos estaban tocados por ellos, con pads, controladores o teclados, algo que se agradece en una época donde el grueso de la música en directo descansa en pistas. A efectos personales, mucho sonido disparado acaba por irritarme.
También aprovecharon para interpretar su nuevo single ‘Bla bla bla‘, subiendo la dinámica, y recordando las votaciones del festival. Pegadiza como ella sola, esta canción supo remover las butacas de la platea. Y habla por sí misma, a día de hoy Miss Caffeina ha conseguido pasar a la semifinal del Benidorm Fest 2024 como uno de los candidatos favoritos.
Volviendo a la historia de la banda que ellos mismos estaban enseñando y lejos de haber caído en una suerte de agujero sin fondo, Miss Caffeina nos demostró con «Shangai Baby» que habían vuelto a hacerlo. Un corto EP que contaba con todo canciones de puro éxito. Ninguna historia es lineal, y ellos lo saben, pero con ese estreno de 2023 parecía que la tendencia de este conjunto siempre era al alza. Interpretaron ‘Fade Out‘, ‘Para toda la vida‘ y ‘Shangai Baby‘, esta última en el encore. En un trabajo tan reducido y compacto, se acumulaban muchas de sus canciones más escuchadas actualmente.
Por supuesto, ahora sí, cerraron con ‘Mira cómo vuelo‘, un single enigmático y renovador que nos invitaba a soñar. Así me dejó el concierto, con ganas de volar, de soñar, y de más Miss Caffeina. Con una perspectiva así, vimos cómo el sonido moderno del grupo ha sabido siempre adaptarse a través del tiempo, manteniendo una esencia muy pura, y esta magistral clase de historia era la prueba fehaciente de ello.
Actualmente se disputan por triunfar en el Benidorm Fest 2024 junto a Angy Fernandez, Sofia Coll y Nebulossa como semifinalistas, con su single ‘Bla Bla Bla‘. Aunque yo tengo un candidato favorito ya decidido, os animo a que le echéis un vistazo a sus actuaciones para votar quien pasará a Eurovision este año. Y ya que estáis, le hagáis un repaso a toda la discografía de Miss Caffeina como hice yo en el Teatro Circo Price.
No os decepcionará.