A Tiger in Paradise, un evento exclusivo con José González
El pasado 26 de abril, vino José González a la sala Paral·lel 62 de Barcelona. Cuando llegué a la que era la antigua BARTS, no tenía demasiado claro en qué consistía este show. “Una tarde especial” decía la promo, donde se presentaría el nuevo documental sobre el cantautor sueco en exclusiva, seguida de una charla y concierto.
El film estrenado es una película documental, llamada “A Tiger in Paradise” (Plattform Produktion, 2023), resultado del material grabado a partir del último álbum de José González, “Local Valley” (City Slang, 2021). En ella, el director Mikel Cee Karlsson, quien también ha producido los videoclips de José, se sumerge en el día a día del guitarrista, mostrando con delicadeza la rutina de salud tan marcada que lleva, exacerbada durante el proceso de composición del 2021. Pero tanto la rutina controlada al extremo, como la confesión inédita sobre la salud mental del sueco, son tan solo una excusa para entrar en lo fundamental de la película. Y es que José González confiesa haber sufrido varios ataques psicóticos en su juventud, que le han hecho replantearse su relación con la realidad o la forma en que se generan las ideas en la mente de una persona: recurre a un término acuñado como meme en los años 70, que describe la forma en que una idea se transmite entre individuos y forma parte de una cultura.
Reflexiona constantemente sobre temas como su posición en el mundo, el futuro, la ciencia, la filosofía o la espiritualidad. Aboga, en definitiva, por un nuevo humanismo, racional, emocional, consciente de su espiritualidad (sea la fe que sea), lejos del conflicto por las ideologías o los fundamentalismos. Una posición personal profundamente política, sabedora de que en el amor y el sufrimiento se comprende la experiencia humana.
José muestra en esta película su cara más personal con sus luces y sus sombras, jugando con su hija en el estudio (se deja entrever que es la verdadera compositora del tema ‘Lilla G‘) o adivinando cuando cae el trueno con su guitarra, siguiendo a los relámpagos. Pero también muestra su control de todo el proceso creativo, en un claro símil con el científico que trabaja en un laboratorio.
En todo este show, intercalado por algunos temas del último trabajo de José, nos acaban conduciendo a una charla y posterior minishow del guitarrista, Alhambra en mano y en solitario. Una charla amena después de los 75’ de la película, que al menos a mí me ha servido para comprender mejor la música de José González. Valió la pena esta tarde especial.
Me llamo Pablo, soy fotógrafo, antropólogo y apasionado de la música. De Mallorca, en Barcelona.