Pavlenha: y El Toralín fue una fiesta

/ octubre 27, 2023/ Crónicas, Galería

Con una sala El Sol a reventar, Pavlenha celebró y se despidió de su primer trabajo con amigos

Para la RAE, una fiesta es un «acto o conjunto de actos organizados para la diversión o disfrute de una colectividad» definición más que acertada para lo vivido el viernes 20 en la sala El Sol con Pavlenha y sus chicos. Desde el primer momento se venía avisando de que aquello no iba a ser un concierto normal, si no una celebración por todo lo alto.

Con un lleno hasta la bandera, cientos de personas esperaban ansiosos a Pablo, el joven cantautor de Ponferrada y sus canciones cercanas, desenfadadas y con ese toque emocional y de morriña que le hace tan característico. Antes de las 21:30, hora de comienzo del show, se dio paso a Here, su teclista, que hizo una breve pero intensa interpretación al piano de unos temas que acaba de sacar, rollito soul, divertido y que embriagó a los más tempraneros con su voz de locutor (nos dio el chivatazo Pablo). Tras estos veinte minutos, dejó el escenario con la excusa de que quería disfrutar la previa antes de volver a salir al escenario con el resto de la banda. Y auguró: «No sabéis la que se os viene«.

Se apagaron las luces y de repente empezó a sonar una melodía con la voz de Here dándonos la bienvenida al concierto como si de una obra de teatro se tratase. Y con el devenir de la presentación entró la tonadilla típica de ET, y con ella Pavlenha y la banda. Esto empezaba…

Se notaban entre el público las ganas que había de escuchar a este chico, y es que todo el concierto se convirtió en una consecución de partes tocadas, y partes directamente a capela cantadas por un público comprometido, emocionado y sin lugar a dudas impregnado de cada una de las letras. El concierto estaba previsto como un cambio en el tono en la carrera de Pablo, era una despedida del que fue su primer disco, «Superestabilidad«, mucho más acústico e intimista, y la presentación de lo que será su próximo trabajo aún sin nombre, pero que saldrá a principios del año que viene. Según el mismo artista, este nuevo disco será mucho más eléctrico, animado y jaranero, y por el momento, con los tres singles que están fuera, así esta siendo. Esta presentación comenzó con ‘Contigo sabe mejor’, uno de los tres singles, que es una ejemplificación perfecta de lo que quiere Pablo para el nuevo LP. Sin duda, una muy buena forma de empezar la fiesta que habían anunciado a bombo y platillo.

Con ‘Superestabilidad’ el público se volvió loco. El momento en el que la canción se detiene y Pablo pronuncia el título (que también es el del álbum) se convirtió en un monólogo de los más forofos del ponferradino. Una de las principales señas de identidad de Pavlenha es el papel que juega su ciudad natal en todas sus canciones, referencias constantes que para los que somos de fuera de tierras leonesas o hemos investigado mucho o te las comes con patatas. De todos modos, nada más comenzar en la Sol ya nos lanzó una bufanda de su querida Ponferradina para algún agraciado ávido de movimientos, que fue el primero en agarrarla con firmeza y llevarse un muy buen recuerdo a casa.

Como si de un lleno absoluto en el Toralín contra la Cultural se tratase, el público entregado voceó cada gol en forma de temas de Pablo. Nos siguió ‘Alguna luz encendida’, gran canción que en su versión de estudio es interpretada junto a sus amigos de Taburete. Un punto que destaco de esta canción y de todas en general durante el concierto es la presencia constante del viento metal, que para mi gusto le da un toque espectacular a los temas, con más rollito country, folk, o incluso a los más rock.

Ya nos encontrábamos en el ecuador del bolo y era el momento de que llegaran las sorpresas y los hitazos. Justo en el meridiano se volvieron a atenuar las luces y, de repentes aparecieron tras el telón Hey Kid e Inazio, que ya habían estado rondado por la sala, y tocaron junto a Pablo un par de temas. El primero, ‘Un viernes de enero’, con autoría de los invitados, cuya letra desgañitó toda alma que se encontraba en el recinto. Sus invitados también le acompañaron, ahora en un tema suyo, con ‘Lo que pasó ayer’, sin banda, únicamente la guitarra de Pablo y las voces de los tres. Se formó una simbiosis espectacular, enamorando a más de uno y una, y es que si echabas la vista para atrás… Ay, las caras…

Tras la marcha de Inazio y Hey Kid, volvimos al ruedo con una consecución de los grandes éxitos de Pavlenha. Primero con ‘El mismo lugar’, que tocó él solo en acústico rollito íntimo. Posteriormente, tras la «presentación» de los otros dos singles ya soltados, ‘Lejos’ y ‘Tierno Galván’, en los que podemos ver cómo ha reorientado sus canciones a un tono más desenfadado, sandunguero y con muchas más referencias a la capital, siguió un gran rocanrol, ‘Ya no aguanto más’, que hizo bailar hasta a los camareros, haciendo bajar a todo el mundo hasta el piso para después saltar sin parar. Incluso llegó a formarse algún pogo: para que luego digan que son exclusivos del Resurrection…

Tras una falsa huida de la banda, haciéndonos el juego, llegaron los tres últimos temas, esos que llevaban reclamando a grito pelado las mayores fans desde el minuto cero del concierto, todas pertenecientes a su primer trabajo y a las que tengo un cariño especial: ‘La calle del reloj’, ‘Si no te quieres acordar’ y, como colofón final, ‘Querría’, acompañado por Iñigo Merino. La fiesta estaba más que desfasada, ya se había acabado todo el ron de la sala, y ya preveíamos la resaca y a los barrenderos de vuelta a casa con los primeros rayos de sol de un domingo.

Pavlenha nos prometió una fiesta, y eso fue lo que nos dio, una buena dosis de energía y felicidad como canto al amor y al desamor. Antes de terminar, algunas pinceladas del estilo de Pablo: como ya hemos ido exponiendo, es una mezcla entre folk, toques de americana, entremezclados con pop, indie y el rock más clásico. En algunos momentos puede evocar a los primeros Secretos y, sobre todo, a un cantautor asturiano de la primera década de los 2000 llamado Pablo Moro, injustamente olvidado. En definitiva, el guateque de Pavlenha fue un sold out y con shows como el vivido en la Sol a nadie le extrañará que así siga su trayectoria.

no se han encontrado imágenes

+ posts
Compartir esta entrada