La Cripta de Nuevas Frecuencias Vol. II: noviembre y diciembre 2020

/ diciembre 18, 2020/ Recomendaciones

Terminamos el año con nuestra segunda entrega de La Cripta. Miembros de las sectas de la música extrema han encontrado nuestra localización y han entrado en la decrépita estancia, dejando tras de sí nuevos estilos de los que hablar.

El invierno se apodera de la cripta, y por ello os traigo las gélidas recomendaciones de lo mejor del mundo extremo publicado en noviembre y diciembre (y no solo death metal). El hardcore punk y la electrónica experimental se abren paso en una edición muy contundente. Pasad hasta el fondo, buscad un sitio cómodo entre los restos óseos y disfrutad de estos 8 ritos macabros:

1. Of Feather And Bone – ‘Sulfuric Disintegration’

Qué mejor manera de entrar en la cripta que con una inyección de ácido en los ojos. Mientras tu cara se desintegra, la agresividad gratuita de Of Feather And Bone te remata con sus riffs clorhídricos y gritos salidos del infierno. Es complicado llegar a entender cómo suena este álbum si no es de primera mano: la maldad intrínseca en los instrumentales, el odio blasfemo en las letras, la descomposición sonora que derrite tus oídos con quemaduras químicas. ‘Sulfuric Disintegration’ es el equivalente a una explosión de fósforo blanco en tus propias carnes. Y todo desde la comodidad de tu casa.

 

 

2. Green Druid – ‘At The Maw Of Ruin’

No es ningún secreto que la mezcla doom / stoner metal lleva años de capa caída, reciclando las mismas ideas de siempre, imitando el sonido Black SabbathSaint Vitus Electric Wizard. Y aquí entra Green Druid, cambiando lo mínimo para apartarse del resto. A primera vista, este álbum puede entrarte por un oído y salirte por el otro, pero en cuanto empiezas a analizarlo en profundidad, una gruta de posibilidades se abre a tu paso. ‘At The Maw Of Ruin’ sugiere medidas de tiempo irregulares que se comprimen y expanden al ritmo de un cielo inestable, proveniente de una alucinación o un mal viaje, combinadas con composiciones y letras que vaticinan la caída de imperios y civilizaciones. Una visión apocalíptica que no puede ser más adictiva.

 

3. City Of Industry – ‘False Flowers’

¿Qué podemos esperar de un álbum grabado en el famoso estudio Unknown, propiedad de Phil Elverum (Mount Eerie, The Microphones)? Desde luego, nada convencional.

City Of Industry nos ofrece un proyecto difícilmente clasificable que en la misma canción puede presentar un pasaje d-beat salvaje seguido de un piano solista, todo ello precedido por una sección folk con un violín como protagonista (¿existe el avant-garde hardcore punk?). ‘False Flowers’ es una de las incógnitas del año, que puede ser odiada por seguidores del punk tradicional pero amada por los nuevos iniciados como vía de entrada (algo así como el efecto Deafheaven en el mundo black).

 

4. Inquisition – ‘Black Mass For A Mass Grave’

Inquisition es el AC/DC del black metal. Con esta sentencia podría acabar la reseña y muchos entenderíais perfectamente a qué me refiero. Para los que no conocen a fondo el grupo, las canciones sonarán muy parecidas, como si su carrera se tratase de reiterar álbum tras álbum la misma fórmula. Ambos grupos tienen una fuerte personalidad que les hace instantáneamente identificables, desde el tono de las guitarras a la voz de su cantante.

Inquisition es para mí uno de los grupos más consistentes del metal. Su estilo melódico y pausado los hace únicos. El sonido tiene cuerpo; sus canciones, una densidad tangible y su atmósfera es digna de una ceremonia de misa negra, perfecta para invocar al mejor black metal.

 

5. Undergang – ‘Aldrig I Livet’

Pioneros de la escena del recién nombrado movimiento ‘caveman shit’Undergang representa la viscosidad primitiva del old school death metal (en concreto, grupos de la escena finlandesa como Demilich o Adramelech) y el carácter de la ola de grupos actual, que ralentizan el avance de los tempos para asegurarse que los altavoces trituran bien al oyente (nuevas incorporaciones como Coffin Rot, Hyperdontia o Contaminated).

En ‘Aldrig I Livet’ los tremolos vuelven a abrir heridas mal cicatrizadas, el bajo te ahoga en un mar de aguas residuales y la voz parece que va regurgitando dientes que habíamos dado por perdidos. Escuchar este álbum puede ser una experiencia seriamente asquerosa, pero al fin y al cabo, ese es el mejor piropo que le puedes echar a un disco de death metal.

6. Respire – ‘Black Line’

Respire ha publicado uno de los álbumes más interesantes del año, sin reinventar necesariamente el género. ‘Black Line’ es un conjunto de canciones que recrean crescendos inspirados por las secciones de cuerda y viento de Godspeed You! Black Emperor con la rabia intensiva del screamo y la belleza ambiental del blackgaze. Esta variedad de referencias hacen de este trabajo la experiencia perfecta para escuchar en su totalidad en vinilo con un buen tocadiscos. Por fin un rayo de luz alumbra la cripta a través de las grietas.

 

 

 

7. Omegavortex – ‘Black Abomination Spawn’

La luz del anterior álbum cambia de intensidad y de color. No es luz natural, es un rayo de reflejos iridiscentes que proviene de una auténtica nave espacial, en la que Omegavortex está tocando su innumerable marca de blackened technical death/thrash hidráulico y angular.

‘Black Abomination Spawn’ es la representación auditiva de los experimentos alienígenas con humanos, la cirugía sin anestesia y las amputaciones con cortadores de plasma. Un trastornado proyecto que toma prestados los aspectos cerebrales de grupos como Portal con la oscura niebla de Sadistik Exekution. Con discos así, las abducciones extraterrestres alcanzan nuevos niveles de horror cósmico.

 

8. Deathbed Tapes – Recopilación ‘9 Circles Of Hell’

La distribuidora Deathbed Tapes ha publicado recientemente su versión del infierno de Dante, y se podría decir que es su iteración más exacta.

‘9 Circles Of Hell’ reúne a artistas como En Nihil, Contagious OrgasmPSYWARFARETerror Cell Unit para crear un compendio de grabaciones de puro harsh noise. Esta extraña iniciativa llena los casetes de texturas electrónicas afiladas como cuchillos, técnicas de field recordings narrativas y paisajes sonoros diseñados para desorientar.

‘9 Circles Of Hell’ puede ser disfrutado como una forma de contar el clásico relato desde otro punto de vista, limpiando las paredes de tu cráneo a base de lejía y estridentes distorsiones. También puede ser sufrido inmediatamente y sacado del reproductor a la velocidad de la luz. Todo depende de las ganas de exploración que tenga cada uno.

 

Espero que estos discos os hayan resultado interesantes, ya que en esta edición ha habido variedad para dar y regalar (variantes de ruido con gente gritando).

Para amenizar estas navidades, os dejo un pequeño regalo: la segunda lista de reproducción de Spotify, que por supuesto no incluye la cinta de Deathbed Tapes, ya que el noise tiene una auténtica aversión a los medios populares.

Nos vemos en la próxima Cripta De Nuevas Frecuencias. No faltéis a la ocasión, las velas ya están encendidas.

 

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