Crónica del festival Mad Cool 2022

/ julio 16, 2022/ Crónicas, Destacados

Grandes bandas, interpretaciones y espectáculo en general, acompañan a algunas sombras en la organización y sonido en el regreso (tras 2 años) del Mad Cool

Por fin, tras 2 años de espera es festival Mad Cool (cuya edición correspondía al año 2020) ha podido celebrarse. Tal y como eran las cosas, con una pandemia y a espera de vacunas, era de esperar que los festivales se retrasasen, pero aparte de la espera, este tiempo vacío trajo consigo también varios cambios significativos en el cartel. Bandas como los Red Hot Chili Peppers, Billie Eilish o Taylor Swift se cayeron de la lista, dando paso a cabezas de cartel de la talla de MetallicaMuse, Imagine Dragons, Florence + The Machine o The Killers (la banda californiana Queens of the Stone Age se quedó fuera de la lista a 1 mes de comenzar el festival). En conjunto con todo lo anterior y siguiendo con el hilo de anteriores artículos, es una pena, siendo el festival en España, la poca visibilidad que se han dado a bandas nacionales, quedando prácticamente en solitario La M.O.D.A y SFDK como únicos representantes españoles en esta edición del Mad Cool. Dicho esto y, para dejar todo lo malo al principio y poder centrarnos en los aspectos positivos (que los hay y muchos), hay que destacar diversos problemas para volver a casa gracias a los precios no regulados de un patrocinador del festival como Uber, problemas para entrar al recinto si habías comprado la entrada a través de Ticketmaster pero todavía tenías que recoger la pulsera (ya que para poder conseguirla tenías que poner una incidencia) y una desastrosa organización de filas para recoger dichas pulseras (sin ningún tipo de indicación visual o física en forma de vayas, por ejemplo, más que de la gente que trabajaba e intentaba organizar algo el desastre).

Puedes disfrutar de la galería completa del Mad Cool 2022 AQUÍ.

Miércoles 6 de julio

No os voy a engañar, muchas bandas de esta lista no las conocía o no las había escuchado demasiado. Pero precisamente eso es lo bueno de los festivales; puedes descubrir bandas que te habían estado evitando. Para mi, uno de esos casos fue el de Placebo. La banda londinense compuesta principalmente por Brian Molko y Stefan Olsdal me sorprendió para bien en lo referido a la actuación (una voz con personalidad y un paisaje sonoro interesante), pero como ocurrió en ese mismo escenario (escenario 2 llamado Madrid Is Life) con todas y cada una de las bandas que vi, en muchas ocasiones las voces quedaban enmascaradas por los instrumentos, siendo incapaz por ratos de seguir la canción (sobre todo si eras como yo y no conocías las canciones), a lo que se sumaron unas fluctuaciones en el volumen de la banda producidas por rachas de viento ocasionales. Una pena, pero a pesar de ello, la banda dio un gran espectáculo cuya primera parte consistió en presentar al público 5 temas de su nuevo álbum ‘Never Let Me Go’. Entre las más destacables encontré ‘Happy Birthday in the Sky’, con una explosión sonora final alucinante. Con todo esto, la banda tuvo también tiempo para recuperar auténticos temazos como ‘Too Many Friends’, ‘Special K’, ‘The Bitter End’ y ‘Running Up That Hill’ (cover de la canción homónima de Kate Bush, que está viviendo un resurgimiento gracias a la cuarta temporada de Stranger Things). Nada más acabar Placebo, fue el turno de Metallica. Bueno, aunque nada más acabar no fue, ya que la banda salió con algo de retraso. Pero más allá de eso, aquí poco hay que decir que no se haya dicho ya. Tras casi 40 años de carrera y, con 10 álbumes de estudio, la banda dio un espectáculo a la altura de su nombre, lleno de clásicos tales como ‘Enter Sandman’, ‘Nothing Else Matters’, ‘Whiskey in the Jar’, ‘Seek & Destroy’ o ‘Master of Puppets’ (justo en una semana en la que, como con ‘Running Up That Hill’, volvía a ser tendencia gracias a la serie creada por los hermanos Duffer). Absolutamente impecables en la actuación y, dando un espectáculo lleno de fuegos artificiales y llamaradas, la banda, frente a 65.000 personas tuvo tiempo para incluir en la familia Metallica a todos los que nunca los habíamos visto en directo. De lo cual me sorprendió el hecho de que no éramos pocos precisamente, pero esa (en principio) falta de familiaridad del público con sus canciones no se notó en absoluto. Son canciones que llevan años formando parte de la cultura general y la banda las defiende con oficio. Sin sorpresas eso sí, pero con oficio. Tras esto, siendo gran fan de la banda Chvrches, me vi en la obligación de acudir por primera vez a verlos en directo. De gira tras su último disco ‘Screen Violence’, el trío escocés (cuarteto en directo gracias a la incorporación a la batería de ) aprovechó para presentar el disco con casi la mitad de su setlist. Al no disponer de tanto tiempo como Metallica (2 horas de concierto), se dispusieron a dar un espectáculo compuesto por 13 canciones que encajar en 1 hora. Corto para lo que me habría gustado y más tras el nivel que demostraron, pero los horarios son los horarios. Y es que realmente se mostraron enérgicos, enlazando canciones sin perder el poco tiempo que tenían e interactuando en ocasiones con el público. ‘He Said She Said’, ‘Violent Delights’, ‘How Not to Drown’, ‘Final Girl’ y ‘Asking for a Friend’ fueron las canciones escogidas de su último trabajo, mezclándose a la perfección con varios clásicos de la banda como ‘Leave a Trace’, ‘The Mother We Share’ o ‘Clearest Blue’, sonando fresco y dejando con ganas de más. La parte negativa fue de nuevo el escenario. Al igual que con Placebo, aunque esta vez en el escenario 3 (Region Of Madrid) y, al igual que pasaría al día siguiente con London Grammar, ciertas partes pregrabadas y líneas de sintetizadores hicieron que los altavoces saturasen dando un sonido algo sucio por momentos (aunque en general superando al sonido del escenario 2).

Jueves 7 de julio

Con pocas horas de sueño, dolores de espalda y empalmando directamente desde el trabajo, era momento para volver para la segunda entrega de este festival. Conociéndome mínimamente y, viendo que en la revista tenemos varias noticias/reseñas de London Grammar, era necesario empezar la tarde con esta banda. A pesar de ser fan de la banda, debido al sonido calmado, mezcla de Trip-Hop con Indie-Pop, Dream-Pop (y en ocasiones contadas se adentran en el synthpop), tenía ciertas dudas de como podía sonar la banda en el ambiente de un festival (donde puede ser que mucha gente no esté ahí por ti, sino que este más bien de pasada). Por suerte mis dudas se disiparon rápidamente y, al igual que en los álbumes de estudio, la voz de Hannah Reid llenó el recinto (o al menos su parcela), acompañada de manera excelente por sus compañeros Daniel Rothman y Dot Major. Con poco tiempo que perder (ya que tenían que dejar paso justo a continuación a Imagine Dragons), tuvieron que reducir (al igual que Chvrches) su setlist para brindarnos nada más que 10 canciones, entre las que se encontraban 6 de su último disco (‘Californian Soil’). Como dato curioso/gracioso decir que durante ‘Strong’ (una de las más conocidas de la banda) Hannah Reid perdió el hilo de la letra comenzando a reírse durante un breve instante (no se si simplemente fue un lapsus provocado porque sí o provocado por el propio público, que cantaba a viva voz junto con la cantante), reconducido rápidamente con el apoyo del público. Si todavía no conocéis a la banda ya estáis tardando. 22:50 de la noche, con el listón muy alto después de haber escuchado a London Grammar, es el turno para uno de los platos gordos de este festival; Imagine Dragons. Si habéis visto la organización de los escenarios y visto que ya os he adelantado que en el escenario 2 las voces eran difícilmente entendibles, no es ninguna sorpresa si os digo que Imagine Dragons no fue la excepción. Pero lamentablemente ese no fue el único problema que me encontré en este concierto. Falto de ritmo desde el principio (con demasiados silencios entre temas), con canciones que sonaban demasiado planas y monótonas, la banda estadounidense no conseguía dar con la tecla, poniendo demasiadas trabas a la audiencia. Y no es porque faltasen grandes éxitos. Entre las 17 canciones que tocaron se encontraban ‘Believer’, ‘Thunder’, ‘Demons’, ‘Enemy’ o ‘Radioactive’, pero en ningún momento se sintió un show fluido. Una verdadera lástima. Por ello, en cierto modo apenado tras la actuación anterior, puse todas mis esperanzas en otra banda que solo conocí de nombre, The Killers. ¿Puede ser considerado sacrilegio lo que acabo de decir?. Puede que sí, pero relajaos todos, que esta vez no hay nada malo que decir. De vuelta al escenario 1 (escenario de las grandes actuaciones y sonido), Brandon Flowers y su banda dieron un auténtico espectáculo. Antes de nada no me quiero olvidar de Ronnie Vannucci Jr, batería de la banda, quién no paró ni un solo segundo de entregarnos ritmos llenos de groove que nos hicieron vibrar. Aparte de que al finalizar el concierto, se acercó al micrófono diciendo: «Gracias por darnos este trabajo». No, gracias a ti por hacernos olvidar de nuestros problemas durante casi hora y media de semejante show. Pero vamos a lo que vamos. Nada más que conocía ‘Human’, y la tocaron, dándome así la posibilidad de cantar una, aunque tras haber escuchado ‘The Man’, ‘Smile Like You Mean It’, ‘When You Were Young’ y ‘Mr. Brightside’, quizás me tendría que poner las pilas. Grandes canciones, gran orden de las mismas y enlazadas a la perfección de, sin duda uno de los mejores conciertos de esta edición del Mad Cool, en el que la banda tuvo también tiempo para presentar ‘Boy’, perteneciente a lo que será el octavo disco de la banda (planeado para ser lanzado el próximo 2023).

 

Viernes 8 de julio

Las energías se van agotando y esta vez solo hay tiempo para ver a Muse. Siendo una banda que me gusta y habiendo escuchado por todos los lados que la banda tenía uno de los mejores directos, las expectativas estaban bastante altas. Sobre todo porque tras el concierto de The Killers la noche anterior, la banda británica tenía que acercarse a la perfección si quería estar a la altura. Ataviados con máscaras y el vestuario que se puede observar en el videoclip ‘Will Of The People’ y, junto con las iniciales de la canción envueltas en llamas en medio del escenario, el trío surgió del backstage contundente, con un show que no nos dejó respirar más que en momentos instrumentales puntuales como con ‘The Gallery’. El resto fue un viaje sin frenos repleto de riffs metaleros, electropop y rock sinfónico característico, en el que incluso Matt Bellamy se animo a destrozar una de sus guitarras lanzándola en repetidas ocasiones contra los amplificadores y haciéndola volar. Con esto ya me tenían ganado, pero sinceramente, yo solo venía a que tocasen ‘Madness’, y lo hicieron de manera espectacular, con una interpretación sublime y un solo sincronizado con varias llamaradas colocadas en el escenario. No fue esa la única sorpresa que nos llevamos (al menos yo) en lo referente al escenario, pues lo que en principio parecía uno bastante austero para el calibre de esta banda, cambió de repente cuando una lona colocada tras la banda cayó, destapando una cabeza y unas manos robóticas gigantes que se irán moviendo a lo largo del show. ‘Psycho’, ‘Won’t Stand Down’ (con un bajo demoledor), ‘Supermassive Black Hole’, ‘Uprising’ y ‘Starlight’ fueron algunas de las 19 canciones con las que Muse hizo vibrar a cerca de 75.000 personas, pero aún faltaba el encore, por lo que tras un breve parón, la banda volvió a salir al escenario para completar (con 21) un setlist espectacular.

Sábado 9 de julio

Uno de los últimos conciertos de la noche fue Kings Of Leon. De vuelta al escenario 2, volvieron a aparecer los mismos problemas. Cada vez que el ambiente sonoro estaba algo cargado, costaba horrores escuchar la voz de Caleb Followill, y ni hablar de los coros de Nathan Followill (juro que le vi cantar, pero en ningún momento le escuché). Con este concierto la banda estadounidense cerraba su gira y lo hizo, al menos interpretativamente de una manera sublime. Poco (o más bien nada) conocía también de esta banda, pero desde el juego de efectos de las guitarras, hasta el carisma que pude captar de los integrantes del grupo (y lo que pude captar de la voz), absolutamente todo me funcionó del concierto. Y es que la cosa comenzó amena, ya que mientras esperábamos a que la banda saltase al escenario, pincharon en las pantallas al público, que enseguida se animó y pudimos ver mensajes en los móviles como: «Hoy todos follamos». Gracias por los ánimos héroe/heroína anónimo/a pero, spoiler, no sucedió. Dejándonos ya de bromas y pasando a lo importante, a diferencia de otras bandas, Kings Of Leon olvidaron demasiado su último álbum ‘When You See Yourself’ (2021) (con solo 3 canciones) para hacer repaso a su extensa discografía, a lo que yo, como alguien que nunca los había escuchado, me sirvió para conocer lo realmente bien que suena la banda (aunque realmente lo que aprecio de las bandas como fan es que en cada gira de presentación de un disco, se presente precisamente el disco). Tras 20 temazos la banda cerró su gira (con ‘Sex on Fire’) y yo mi andadura por el Mad Cool, llevándome un buen sabor de boca general, aunque no haya podido evitar encontrar ciertos problemas globales con algunos escenarios. Ojalá me hubiese podido organizar de otra manera y disponer de más tiempo, ya que me he quedado con las ganas de escuchar artistas como Four Tet y Floating Points, pero no ha podido ser esta vez.

Domingo 10 de julio

Todos sabemos que para el domingo se regalaron entradas como si de botellas de agua se tratase (aunque estas es menos probable que las regalen y nos tenemos que conformar con que hayan bajado los precios del agua). Aunque los cabezas de cartel ese día eran Nathy Peluso y Natos y Waor, que llenaron sus actuaciones sin lugar a dudas, desde Nuevas Frecuencias nos gustaría destacar los conciertos de Cala Vento y La Maravillosa Orquesta del Alcohol. Cala Vento no estaba dentro del line up, pero la repentina cancelación de Arlo Parks por problemas de salud les ofreció un slot a la banda de Montgrí. Y como siempre, es un gusto ver cómo se defienden en directo, la forma que tienen de que el público haga un pogo, de vacilarles y romper la canción más tarde para que el pogo comience a destiempo. Nos ofrecieron una canción nueva, y esperamos que el siguiente disco esté al caer. La M.O.D.A. cerró los conciertos del escenario The Loop, uno que, aunque no era el más pequeño de ese día, que había pasado de siete escenarios a cuatro, se les seguía quedando pequeño. Un escenario principal no les habría venido mal a la banda burgalesa que ya había llenado seis Rivieras el pasado mes de febrero. Por una mayor presencia de la música nacional en festivales de la talla del Mad cool.

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