Los Super Ratones – Carreras de aviones | Reseña
Los Super Ratones lanzaron su décimo álbum ‘Carreras de aviones’ el pasado mes de noviembre de 2019, su trabajo más esperado tras diez años de inactividad desde ‘Super Ratones’ en 2009.
Discográfica: Nacho Records/ Sony Music/ Hook Ediciones Musicales
Fecha de lanzamiento: 29/11/2019
Género: rock, pop rock, power pop
Cuando descubres un nuevo grupo, pasas directamente a la fase de investigación y de escuchar en bucle sus últimas obras. En este caso ha ocurrido con un grupo de rock argentino llamado Super Ratones, integrado principalmente por Mario Barassi (voz, coros y guitarras), Oscar Granieri (coros y guitarras), Agustín Insausti (voz, coros y teclados), Pablo Diez (bajo) y Sebastián Reinholz (coros y batería). La banda tiene una larga trayectoria musical detrás que comienza desde mediados de los años 80, un largo camino de éxitos, de cambios en sus caminos, en compañeros y en planes.
Hasta el momento podemos encontrar ‘Carreras de aviones’, su décimo y más reciente álbum que fue publicado el pasado mes de noviembre de 2019, cuando todavía no nos preocupábamos por el coronavirus. Sin embargo, este álbum tenía como propósito inicial lanzarse en 2015, pero se topó con la enfermedad y la posterior muerte de José Luis Properzi, conocido como Person, uno de los fundadores y cantante, compositor y batería de la banda.
El álbum, como bien dice su nombre ‘Carreras de aviones’, es una carrera de emociones en la que durante sus 41 minutos, logra transmitir mucha esperanza y optimismo a lo largo de sus doce canciones. Asimismo, trae consigo la colaboración de numerosos artistas como Manuel Moretti y Víctor Bertamoni (Estelares); Mikel Izal y Alberto Pérez (IZAL); Juanchi Baleirón (Los Pericos); Berton Averre (The Knack); Jorge Maronna (Les Luthiers); Richard Coleman; Los Tipitos, entre otros.
El disco arranca con ‘Carreras de aviones’, una canción animosa y muy propia del género con el que más se ha definido el grupo: el power pop. Con unas intrigantes notas de guitarra al inicio y que poco después dan paso a un enérgico riff, la canción trata de transmitir fuerza y mucha seguridad. “Pero nada de eso nos pudo quebrar. Nada en este lío me hará dejar de vibrar” es el mensaje que, junto a un ritmo rockanrolero, da pie a un estribillo alegre y muy pegadizo.
Tras el frenesí de la primera canción, le sigue ‘Si no tuvieras miedo’, que trata de ofrecer (y, ¿por qué no? también ayudar) respuestas esperanzadoras sobre aquello que te frena. Es muy destacable la voz del cantante español Mikel Izal que, gracias a su firmeza, puede transmitir una seguridad necesaria ante los retos que se plantean y por los que, según el grupo, hay que perder el miedo para seguir adelante.
A continuación viene ‘Un minuto es mucho tiempo’, que comienza con una guitarra acústica modelando una melodía que da forma a una canción dulce y nostálgica. La canción valora el paso del tiempo, de situaciones y/o personas que han pasado por tu vida y que ahora ya no están, pero que pese a todo agradecemos que hayan estado a nuestro lado. Cuando escuchamos “tengo en mis oídos tu hermosa voz” es inevitable no pensar en Person. Asimismo, el grupo estrenó el pasado viernes, 16 de octubre, el videoclip (que fue grabado en nuestro país) para esta canción.
El cuarto tema, compuesto por Person, es ‘En tu camino otra vez’. Una bonita canción que nos demuestra una vez más la capacidad del grupo de construir melodías íntimas y entrañables a partir de las primeras cuerdas de sus guitarras, como ya lo hicieron en su día grupos como The Beatles o The Byrds, ya sea para pequeños arreglos o para acompañar a la voz principal. En esta ocasión, la guitarra Rickenbacker se armoniza junto a la acústica para dar pie a una letra muy personal. Hacia la mitad de la canción, nos permiten un descanso instrumental para asumir la declaración de amor que acabamos de oír donde se crea un ambiente íntimo y sereno.
‘Tonto temor’ rompe con la tranquilidad en la que se había acomodado el disco para expresar en esta canción la melancolía por ese amor que ya no está, que cuesta aceptarlo, pero que a su vez se lleva con él una gran lección. Le sigue ‘A Remar’, que desprende una cierta influencia de The Who gracias a esas potentes guitarras tan características y a la armonía elegida junto a los coros, muy propios de la banda londinense. Es una canción potente y, sobre todo, muy decidida.
Después de la agitación, ‘Me gusta la lluvia’ nos habla de algo tan común y natural como es la propia lluvia o la tierra mojada, el atardecer, los gorriones y los ríos. Sin embargo, todo ello parece que lo tratan de transformar en algo que va de lo terrenal a lo onírico. Aquí las armonías vocales cobran más importancia creando una atmósfera de placidez para presentarse la voz principal de Mario Barassi que, con una particular cadencia en su melodía, logra transmitir paz y sosiego. A la mitad del tema, los Super Ratones despiertan la canción con un ascenso tonal para después aparecer brevemente Manuel Moretti con una voz más cruda que trata de poner los pies sobre la tierra. Aun con todo, la canción retorna a su estado natural con el que nos atrapó desde el primer momento.
En la recta final del recorrido nos espera ‘Para hacer una montaña’, canción muy animada de sonido y ritmo country en el que destaca también la guitarra slide. A continuación aparece la canción más dulce del disco,‘Hijo’, muy delicada y una declaración de amor de un padre hacia su hijo. En ‘Islas’, puede que la melodía y hasta el propio sonido y su armonía nos recuerde al artista argentino Charly García mientras, en el estribillo, pueden distinguirse guitarras al más puro estilo Chuck Berry. Es una canción diferente, que no cuenta con ninguna colaboración; divertida, y una de las más rockeras del disco.
Con el penúltimo tema, compuesto por Person, ‘Buen humor’ ofrece una sensación ochentera parecida a la de ‘Islas’. Tal vez se trate de la canción más alegre del disco, capaz de transmitir muy buena vibra y hacernos sentir como dice el propio título de la canción.
Llegando al final de la carrera, el álbum termina con otra canción de Person, ‘Amen’. Se trata de un tema góspel y con una evidente influencia de ‘My Sweet Lord’, en especial en la guitarra tocada con un slide muy sentimental, un afectuoso guiño al tema de George Harrison. La canción está cargada de consuelo y sentimiento y, de este modo, los Super Ratones cierran el álbum de forma redonda queriendo trasladar un mensaje claro y sencillo: amar. Al mismo tiempo, representa todo un suspiro por haber finalizado un trabajo de mucho esfuerzo y muchos vaivenes. Como recuerda Mario Barassi en una entrevista que dio el grupo en Clarín Espectáculos, el momento de mayor éxtasis es a partir del “¡Sí!” de Person que se aprecia hacia el final de la canción.
El álbum define muy bien las influencias musicales del grupo, que nunca han ocultado su pasión por el sonido sesentero. A lo largo del disco quizás se haga inevitable acordarse de los Travelling Wilburys. Gracias a la participación de los diferentes colegas de la banda se respira un aire parecido al apreciar la cantidad de voces que se alternan el protagonismo de la melodía principal. Todo ello trae consigo una idea preciosa, que es la de compartir la música. Hacer colegas gracias a una pasión que te inquieta y hacer partícipe a mucha gente de ello para aportar diferentes puntos de vista y también de personalidad. Esa es, sin duda, una de las sensaciones que te hace experimentar el disco: la camaradería y el afecto por y para la música. En definitiva, es un álbum muy personal creado con mucho amor, rodeado de amigos que lo hacen más fácil y que tiene presente la energía de los que faltan. El mensaje optimista que transmite es un ejemplo de cómo la banda ha alzado su vuelo después de las turbulencias que han existido a lo largo del camino.
Coautor: Arturo Hortelano
Me gusta escuchar y luego contarlo. Pues así con la música y el periodismo.