Gojira – Fortitude | Reseña

/ mayo 11, 2021/ Reseñas

El cuarteto francés reúne los sonidos de toda su carrera en un buen disco, pero carente de innovación y dirigido a un público más mainstream.

Discográfica: RoadRunner Records

Lanzamiento: 30/04/2021

Género: Progressive Metal, Alternative Metal, Groove Metal

 

 

 

 

Gojira se ha convertido, sin lugar a dudas, en una de las bandas más influyentes e importantes en el panorama del metal internacional. Estos últimos años veíamos al cuarto francés en las cabezas de los carteles más populares y en giras (algunas pospuestas) con auténticos titanes como Korn o Deftones. Tras siete discos a sus espaldas, esta banda ha sabido evolucionar como artista en conjunto y explorar su propia música y su papel en ella para ofrecer en cada trabajo una visión distinta de su mundo interior. La rabia de sus primeros discos, más cercanos a un death metal progresivo y técnico, fueron poco a poco diluyéndose en una energía distinta, donde los sonidos seguían siendo atronadores y potentes, pero con otro rostro. Y, ojo, no me malinterpretéis, que los últimos discos hayan sido menos «cañeros» no quiere decir que la banda haya perdido su sonido característico. Como digo, este sonido ha evolucionado. Hasta ahora. 

‘Magma’ (RoadRunner, 2016) es el mejor ejemplo de esta evolución, donde el grupo supo desprenderse de sus ropajes de muerte para elevarse a otros reinos donde crear una música mucho más interior y espiritual que sus anteriores discos. Gojira siempre ha sido un grupo con estas inquietudes y con esta tendencia a crear bajo estas influencias místicas, pero en este disco fue a más. Después de Magma, una cosa estaba clara: el próximo disco de Gojira no innovaría tanto. Y, muy a mi pesar, así ha sido. Como digo, los franceses han sabido utilizar sus anteriores trabajo para moverse por las ramas distintas de sus discografía, dando motivos más que de sobra para demostrar su talento y su capacidad de adaptación. Sin embargo, tras todos estos experimentos, con tantos trabajos y años a sus espaldas (y con una de las discográficas más comerciales detrás) el grupo ha decido lanzar un buen disco, pero carente de evolución e inquietud. ‘Fortitude’ es el mejor resumen de la banda. Y ya está.

Antes de desgranar el disco, me gustaría hablar de algo que está destruyendo el concepto del disco y está convirtiendo a la música en una esclava del streaming: los singles. No os confundáis, los adelantos de un disco son geniales, pero con límites. Porque al sacar cinco de los once temas que componen un disco en forma de singles, se pierde el concepto del mismo. Sí, consigues estar más tiempo en las tendencias y sí, todo el mundo habla de ti más tiempo, pero el resto del disco se queda incompleto, vacío y cojo. Pierde el sentido. Y si encima, algunos de estos single son las mejores canciones del disco, queda claro porqué se está haciendo.

Quitándome esta espina, hablemos propiamente del disco. ‘Fortitude’ comienza con ‘Born For One Thing’, ‘Amazonia’ y ‘Another World’. Estos tres tema son geniales pero, oh, sorpresa, forman parte de los singles. Son temas geniales, que funcionan bien el disco pero, como digo, han perdido parte de la magia. BFOT me parece una temazo, con los elementos más característicos de Gojira en una sola canción y con mucha energía. Sin embargo, no me parece un buen inicio de álbum, pues es una canción de mitad de disco, ya que no te introduce como debería en una experiencia así. ‘Amazonia’ está en una posición smilar: riff muy pegadizo, sonidos «tribales» que recuerdan a ‘The Link’ o ‘The Way Of All Flesh’, y una evolución interesante. En resumen, un gran tema con buenas ideas.. A continuación, llega ‘Another World’. Este corte fue el primer adelanto del disco, lanzado en el verano de 2020 y parece estar sacado directamente de Magma. Es una de las mejores canciones del disco: atmosférica, misteriosa y cercana. Una obra de arte. 

Llegamos al segundo tercio del disco con novedades. ‘Hold On’ sí que me hubiera gustado como inicio de disco. Creo que el coro del principio, seguido de la instrumental in crescendo consigue que conectes con el aura del álbum y que te introduzcas bien en su camino. Su posterior transformación en la tormenta marca de la casa es realmente buena y, en general, me parece una gran canción llena de detalles. Después, tenemos a ‘New Found’. Es difícil tratar de definir esta canción y su motivo de elección para el disco final. Por un lado tiene ese riff muy de Korn dirigido al público más metal-alternativo, pero por otro lado, cambia mucho entre estrofas y el estribillo, sin tener muy claro qué dirección está tomando. Y, la verdad, le sobran tres minutos: la outro del final, queriendo recordar a auténticos himnos como ‘Pray’ o ‘Backbone’, se queda a medio camino, sin vida. Mala decisión.

‘Fortitude’ y ‘The Chant’ son los siguientes cortes del álbum y, sin lugar a dudas, los peores. La primera actúa como intro de la segunda, valiéndose de percusiones exóticas, coros lejanos y guitarras limpias. Es cierto que estos elementos han sido usados muchas veces en otros temas de Gojira, como en ‘Liberation’, el último corte de Magma, sin embargo, en ese disco tenía sentido. En ese disco está al final por una razón. Aquí, su trabajo es sacarte completamente del tono general del disco y llevarte a ‘The Chant’, la demo cutre y sin trabajar de ‘The Shooting Star’. ‘The Chant’ es una canción facilona, sencilla con una melodía casi idéntica a la canción antes mencionada, pero sin su atmósfera, su densidad y su misticismo. Los coros ultra pegadizos y los solos de guitarra no la salvan de ser una de las peores canciones que Gojira ha lanzado hasta ahora. Sin embargo, estas dos canciones sí podrían haber encajado «mejor» en otra parte del disco, pero en todo el medio, como están, sacan completamente de contexto al oyente.

Nos dirigimos a las últimas cuatro canciones del disco y cerramos el álbum con buen sabor de boca. ‘Sphinx’ es una canción estándar de Gojira, como alguna que pudieras encontrarte en ‘L’Enfant Sauvage’. Las voces son geniales, los riffs son marca de la casa y está bien planteada. Un muy buen tema. A continuación llegamos a otro single y, ahora sí, uno de los temas estrellas del disco. ‘Into The Storm’ bebe de las atmósferas de temas como ‘The Cell’ o ‘The Art Of Dying‘ para traer una canción cíclica, envolvente e increíblemente buena. La intro es muy potente, las estrofas te atrapan y el estribillo es de lo mejor que ha escrito la banda: una prueba de cómo hacer algo pegadizo pero sin rebajarte a estilos comerciales, a cómo mantener tu esencia pero haciéndola más accesible.

Para cerrar tenemos primero a ‘The Trails’. Me ha gustado escuchar este tema porque me ha recordado a ese tipo de canciones que Gojira suele incluir en sus discos, tales como ‘Global Warming’ o ‘Born In Winter’. Son temas más personales, que mantienen una energía hermética pero constante, que se repite en bucle. Creo que es genial que Gojira siga haciendo estos temas, pues son como su «otro yo».  Y al final está ‘Grind’. Parece que esta canción está sacado directamente de  ‘The Way Of All Flesh’, pues encontramos a un Gojira salvaje, agresivo, sin miedo y con rabia, lleno de detalles, de fuerza y de energía. Un temazo de estos de dejarte el cuello, súper característico de la banda. Y, alejándonos un poco de su sonido como tal, lo más importante de este corte es que es la mejor opción para cerrar el disco. Su outro, que ahora sí reúne los matices para ser épica de verdad, te va soltando poco a poco, liberándote y cerrando el trayecto de la mejor forma posible.

Como hemos mencionado al principio, Gojira ha hecho el mejor resumen de su carrera, pero sin llegar a estar a la altura de sus últimos discos. Se trata de un álbum con influencias de todos sus trabajos, donde se aprecia bien su camino y evolución, pero claramente orientado a un público más mainstream. Por supuesto que es un buen disco y no todos los trabajos de un artista deben significar un cambio de dirección, pero creo que muchos esperábamos algo más de estas leyendas francesas.

 

Gojira anuncia el lanzamiento de su séptimo disco ‘Fortitude’ para el 30 de abril