Only the Poets en la Sala Villanos
Only the Poets es un grupo británico formado en la ciudad de Reading formado por cuatro jóvenes, Tommy Longhurst (voz y guitarra), Andrew Burge (bajo), Clem Cherry (guitarra) y Marcus Yates (batería), en 2017. Tocaron como teloneros de Louis Tomlinson en 2022 durante su tour Europeo y tenían muchas ganas de volver a Madrid. Han dicho que volverán muy pronto y, además, revelan que están trabajando en su primer álbum debut. Tocaron un par de canciones inéditas, que probablemente encontraremos en su primer LP.
Se mostraron muy agradecidos por poder volver a Madrid en esta gira y expresaron su amor por la ciudad, los fans y sobre todo las ganas que tienen de volver lo antes posible. Recordaron los tiempos en los que actuaban para poquísimas personas o incluso para nadie, y agradecieron también haber vivido estas experiencias en sus inicios porque sin ellas no serían quienes son, pues han llegado a conquistar escenarios de toda Europa gracias a perseverar y creer en su visión y proyecto.
Algo que les caracteriza precisamente es el cuidado por los shows en directo, el enfoque que tienen de dar el mejor espectáculo posible y que sin duda viene de sus orígenes marcados por buscar cualquier sitio en el que tocar. Fue un concierto lleno de sorpresas e interacciones enternecedoras entre el grupo y el público. Tocaron una de sus canciones más emotivas, ‘Waking in the Dark‘, en plena pista, rodeados de los fans. Fue un momento que desbordaba cercanía, ternura y emoción. Influye por supuesto que se trate de una canción en la que hablan sobre sus problemas de salud mental e invitan a cualquiera que se sienta identificado con las letras a acogerse en su sonido.
Dejaron que una partida de piedra papel o tijera propuesta por una fan decidiera qué canción de sus primeras tuviese su momento estelar. Con nervios por no haberla tocado en mucho tiempo y con algo de dificultad para recordarla, dieron un momento eufórico y tierno al público de Madrid.
La energía del vocalista en todo momento contribuyó a que la noche pasara a ser inolvidable. Además de sorprender con su voz impecable, avivaba al público sin ninguna dificultad, como un director de orquesta que ha ensayado miles de veces estos momentos de explosión de energía e ilusión. Las dificultades técnicas de perder el in-ear en cierto momento no impidieron que siguieran entregados en cuerpo y alma el resto del concierto, acabando con sus canciones más potentes y enérgicas para acabar la noche con broche de oro.