Mitski llena las Noches del Botánico

/ junio 7, 2024/ Crónicas

Mitski ocupa un lugar especial como una de las artistas más eclécticas del rock indie. En once años de carrera y siete álbumes ha creado un imaginario de canciones muy diferentes pero unificadas por una voz audaz y letras precisas, narrativas y evocadoras, llenas de imágenes e ideas, que han cultivado una audiencia ávidamente conectada con ellas.

Al inicio de su carrera Mitski se enfrentó a tocar en salas sin público, con el técnico de sonido recriminándole no haber traído a nadie. Después de lanzar tres discos, los dos primeros autoproducidos, Mitski se establece como fenómeno indie en 2014 con su cuarto trabajo «Puberty 2». Tras acompañar en gira a Pixies y a Lorde, a partir de 2018 su carrera se catapulta y continúa creciendo exponencialmente: su quinto álbum «Be the Cowboy» recibe el título de mejor disco del año de varias publicaciones, muchas de sus canciones se vuelven virales (‘Nobody’ está incluida en más de 2,5 millones de videos en Tik Tok), llegando a las listas Billboard y a la de favoritos de Obama. Su exposición en prensa y plataformas se dispara y Mitski considera su retirada definitiva. Aparece el miedo a que su expectativa interna y la posible mercantilización de su obra erosionen su acercamiento a crear música.

Tras renegociar el contrato con su discográfica, su último álbum «The Land Is Inhospitable and So Are We» no sólo es el trabajo más único, abrazado al folk indie, recogido y pausado de Mitski: también es la redefinición de su relación con su carrera.

“Now my goal is to only make music that I feel is necessary for me to make.” – Mistki, vía Pitchfork.

“Ahora mi objetivo es sólo hacer música que siento que necesito hacer.”

 

El martes 4 de junio Mitski trajo esta nueva propuesta a las Noches del Botánico de Madrid. El recinto frondoso, descubierto y de noche es uno de los pocos espacios donde se puede hacer frente al calor de la capital. La Noches del Botánico ofrecen lo valioso de un festival, música al aire libre con un público grande y expectante, sin el agobio masificado que estos pueden incluir, a pesar de que el concierto hizo sold out en pocas horas. El espacio amplio pero recogido, con buena visibilidad y acústica, genera el ambiente preciso para la experiencia comunal e íntima.

Fue un concierto caracterizado por lo delicado, sencillo y, sobre todo, fluido. La clave de esta fluidez está en lo cómoda que vemos a Mitski consigo misma. Durante los 90 minutos de set realiza movimientos programáticos y viscerales pero anclados, fluidos y orgánicos con las canciones y el momento. Están inspirados en el teatro japonés Butoh y a veces recuerdan a David Byrne de The Talking Heads, pero cuesta llamarlos coreografía. Lucen más como el baile de una persona que lo hace para entretenerse a sí misma, independiente de la mirada de otros.

Toda la puesta en escena cultiva la sensación de intimidad. Mitski canta en el centro circular iluminado del escenario y desde la penumbra alrededor de ella la acompañan sus siete músicos. A su derecha, en la guitarra, está Patrick Hyland, el productor que la ha acompañado en todos sus discos a excepción de su debut, con quien la complicidad es palpable tanto en las entrevistas que tienen juntos como en la penumbra del escenario.

A través de esta convicción Mitski construye un ambiente tranquilo, plácido y cómodo. La artista conocida por lo ecléctico de su obra crea un show cohesionado que invita a entregarse a la escucha activa y al trance. El setlist incluye 10 de las 11 canciones de su último trabajo. Canciones de discos anteriores (‘Happy’, ‘I Glow Pink’ y ‘Love Me More‘) están adaptadas al folk y fortalecen lo entrelazado que se siente el concierto. Otras, ‘First Love/Late Spring’ o ‘I bet on losing dogs’, mantienen su versión original y el poder para mover a un público que las corea como canción de misa.

Mitski sólo pausa el setlist en tres ocasiones breves: una para hablarnos en un español bastante limpio, otra para recibir el grito de “y guapa y guapa y reina” de la audiencia (y preguntarnos “¿qué canción es esta?”), y la última para expresarnos agradecimiento e invitar a apreciar la belleza de un momento que no se va a repetir.

Cantando o hablando, Mitski desprende sinceridad de forma natural. Todo esto invita a estar atenta al futuro de la artista. Sin anuncios de próximos singles o discos, está confirmado que Mitski trabajará en la música de la adaptación a Broadway del libro (y serie de Netflix) «Gambito de dama».

Independientemente de cuánto nos guste la fase musical en la que está Mitski, en directo vemos a una música experimentada y conectada con su trabajo. Ha decantando lo que siente importante e interesante, y con ello ha creado un espacio cómodo para sí misma y para quien decide entrar.

Malena Ch
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